Las familias de 239 municipios valencianos, obligadas a elegir jornada continua o llevar a sus hijos a un colegio concertado

Si se miran las cifras de años anteriores la conclusión es similar. Desde 2016 se han impulsado cinco procesos para decidir sobre el cambio, dejando 750 centros con las clases concentradas en horario de mañana (entre las 9 y las 14 horas) y organizando tras el comedor talleres voluntarios para el alumnado, que se prolongan hasta las 17. De estos 25 son concertados, lo que supone algo más del 7% sobre todos los que podrían aplicarlo. Por contra, los 725 públicos restantes ya suponen el 75% de la red de centros de la Generalitat o de titularidad municipal que presta servicio en toda la Comunitat.

Si se tiene en cuenta que hasta la llegada del Botánico sólo funcionaba en una treintena de centros (y de manera experimental), se aprecia que el cambio de paradigma es palpable. Porque la jornada partida, la que era habitual, va desapareciendo poco a poco de la oferta pública. En la actualidad ya no se puede elegir en 239 localidades, en las que en el mejor de los casos sólo existe en la red concertada o en la puramente privada, que son opciones que no siempre están disponibles, sobre todo en zonas de interior o en municipios pequeños. Y con la llamada a las urnas del día 27 la cifra puede elevarse a 260 (21 más).

No se puede olvidar que el modelo de jornada es un criterio más de elección para muchas familias. Y más atendiendo a que no hay evidencias de que la modalidad intensiva mejore el rendimiento. Más bien apuntan, aunque falten estudios en profundidad, a que incide negativamente a la hora de adoptar hábitos saludables o en la calidad del tiempo libre de que dispone el alumnado.

La conselleria informa sobre el tipo de jornada que aplica cualquier colegio sostenido con fondos públicos, tanto en la Guía de Centros Docentes como en el apartado específico de su página web. Del análisis de los datos se desprende que hay 155 localidades donde la única oferta escolar en Infantil y Primaria -etapas en las que se permite el cambio- depende de un único centro público que ya se ha pasado a la jornada continua en votaciones anteriores. Otros 15 pueden sumarse a este listado a partir del 27, siempre que la propuesta de cambio sea apoyada por al menos el 55% del censo total de padres y madres. Se trata de localidades pequeñas, sobre todo de zonas de interior.

55%

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También hay 34 pueblos y ciudades con más de una escuela donde toda la oferta educativa ya es intensiva, exista o no alternativa concertada. En este grupo se incluyen ejemplos como el de Altea, donde no hay centros sostenidos con el concierto y todos los públicos dejaron atrás la continua en años anteriores, y como Almoradí, donde sí existe oferta privada concertada que también se sumó al cambio tras las votaciones preceptivas.

En las próximas semanas esta lista se puede incrementar en dos más. En Concentaina se votará en el único concertado que hay -hasta este curso es el único bastión de la jornada partida- y en Real de Gandia se hará lo propio con el último público que queda por adaptarse. En este caso no existe oferta concertada.

La radiografía se completa con el medio centenar de municipios donde la única opción que tienen las familias que quieran horario dividido es elegir un colegio concertado. Es decir, en estos toda la red pública está adaptada ya a la modalidad en auge, pero quedan alternativas en la concertada (al menos un centro). Ya no es un grupo de localidades pequeñas, pues hay ejemplos como Alcoi, Gandia, Moncada, Novelda, Benetússer, Aspe o Picassent.

El día 27 se decide si esta última la relación se engrosa con cuatro ejemplos más. En L'Alcúdia están llamadas a las urnas las familias del Ceip Batallar, el único de los tres públicos que queda por dar el paso. Si refrendan el cambio sólo habrá oferta partida en el concertado que presta servicio en la zona. Lo mismo pasará en Sedaví y Picanya, donde se pondrán urnas en dos centros en ambos casos, estando el resto ya adaptados. Si la votación es favorable solo quedará jornada de mañana y tarde en la oferta concertada. Y en Xirivella sólo hay un colegio público por cambiar, que también está llamado a las urnas.

Los únicos años en que no se convocaron votaciones fueron 2020 y 2021, pues Educación anunció su intención de modificar la normativa reguladora y al poco llegó la pandemia, retomándose los procesos el año pasado. La principal novedad fue que una vez aprobado el cambio se mantendrá sine die hasta que el consejo escolar (o el titular en la concertada) quiera. Hasta entonces cada tres cursos había que reiniciar todo el proceso, votaciones incluidas.