IRENE MARSILLA

Las enfermedades del sol: del estrés climático al cáncer

Los dermatólogos recomiendan llevar manga larga en verano o aplicar crema protectora cada dos horas incluso fuera de las horas de máximo riesgo

Lunes, 4 de agosto 2025, 00:47

El sol quema más que hace 40 años». Con esta gráfica afirmación, el doctor Javier De Felipe lanza un serio aviso que debe servir para ... este mes de agosto... y para todo el año. Y la alerta es contundente: la radiación del astro rey sobre la Tierra favorece la proliferación de todo tipo de enfermedades entre las personas: los niños y los mayores son los más vulnerables, pero nadie está exento de poder padecer dolencias en la piel, incluso cáncer, así como todo tipo de trastornos relacionados con la salud mental.

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Las olas de calor como las que se han registrado en julio en la Comunitat, y se esperan en estos primeros días de agosto, azotan a bebés y ancianos, pero también a todo tipo de personas de las diferentes franjas de edad. Pero quizás el gran enemigo silencioso, ante el que es necesario terminar de cambiar de una vez por todas las costumbres, se llame radiaciones ultravioleta. Sin entrar en más distinciones científicas, y mirando a las previsiones de Aemet (la Agencia Estatal de Meteorología), en la próxima semana el índice de UV que se registrará en la Comunitat estará entre 8 y 9. Esto supone estar en la penúltima franja, la de muy alto, la previa al riesgo extremo, situada a partir de 11. «En estas fechas es cuando tenemos los índices más altos por factores astronómicos, es cuando el sol está más alto», explica José Ángel Núñez, experto de Aemet.

También precisa que estos valores ya empiezan a descender, que los mayores se registraron en julio, llegando a índices de 10. Un factor que está alterando las radiaciones de UV es el agujero en la capa de ozono, aunque esto tiene más incidencia en el hemisferio sur que en latitudes medias. Expuestas estas salvedades, hay que escuchar a los médicos expertos en la piel, que lanzan la advertencia clara: «Extremar las precauciones, incluso fuera de las horas de máximo riesgo».

Hasta hace pocos años, esta franja se situaba entre las 12 y las 17. Ahora no. Ya se da por sentado que la exposición al sol no es nada recomendable, en estos meses en la Comunitat –entre otros muchos lugares del planeta– entre las 10 y las 18. Pero es que algunos expertos van más lejos y recomiendan consultar el índice de UV en cualquier momento del día antes de exponerse al sol. «Tenemos al alcance de la mano móviles y dispositivos que nos informan del índice UV diario, recomendándonos cuándo no debemos exponernos al sol. Es una herramienta que debemos empezar a usar como si fuera una predicción meteorológica vital», señala Javier De Felipe, director de Hair&Be, clínica especializada en el cuidado facial y capilar.

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Otro experto, Miguel Lasheras, dermatólogo que trabaja como médico residente en el hospital La Fe de Valencia, expone su propia decisión frente al sol: «Yo voy siempre con manga larga. Personalmente, cuando voy a la playa, entro al agua y me salgo». Ambos facultativos recomiendan el uso de sombreros, gafas de sol homologadas y, al tomar el baño, un complemento que hasta hace nada se observaba como algo extraño: camisetas, que ya existen de natación con protección UV, sobre todo en ancianos y niños, pero también para adultos.

Pero lo que al menos recomiendan siempre es el uso de foprotectores de amplio espectro, porque se ha demostrado que tanto la luz visible como la no visible incide en la piel. «Ya en cualquier momento del día además de replicar la crema», insiste Miguel Lasheras, que recuerda que los productos cosméticos hay que aplicarlos cada dos horas. Sin embargo, él es partidario de usarlos también al salir de la piscina o del mar, por mucho que en la etiqueta informe de que el producto es resistente al agua.

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Ambos especialistas consultados para este reportaje hablan de utilizar cremas con un FPS (factor de protección solar) a partir de 50. En ese sentido, Lasheras se decanta por adquirir productos fabricados en Europa frente a los de origen asiático, e incluso norteamericano. «Tienen más componentes que antes se comercializaban aquí y que se han visto que son alérgicos y dan problemas a la piel y se han quitado. Nuestras regulaciones son menos laxas», comenta el dermatólogo de La Fe, que indica: «Me hace gracia que en Instagram o en TikTok salga, por ejemplo, un fotoprotector coreano igual tiene un filtro solar que en Europa lleva prohibido ya un año».

También precisa que los protectores orales son un complemento, y que en ningún caso sustituyen a los que se aplican en la piel. «No tiene sentido invertir en neuromoduladores o los tratamientos estéticos más avanzados si no protegemos la piel desde lo más básico y vital. La salud del órgano más grande del cuerpo, es la base de cualquier belleza duradera», indica Javier De Felipe. «A la consulta a veces vienen personas muy jóvenes, de 30 o de años, con tumores de piel que normalmente ya los veíamos en gente de 50 o de 70. Antes se iba a la playa o al campo, pero no estaban estas modas de ponerse negro», alerta Lasheras.

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Juan Carlos Julià, presidente de la Sociedad Valenciana de Pedriatría, pone especial énfasis en los niños, especialmente los bebés, y especialmente los mayores. Alerta de las radiaciones de UV, pero también de los efectos del calor extremo, que afecta más a los menores con enfermedades crónicas. Además de las recomendaciones anteriores, para estas personas recomienda extremar medidas: «Mantener siempre la casa fresca y bien ventilada e hidratarlos. Que coman alimentos frescos, mucha fruta y verdura».

Las temperaturas extremas también tienen su incidencia en la salud metal, como subraya el psicólogo Santiago López. «Las olas de calor disparan las hospitalizaciones psiquiátricas. Según 'The Lancet Planetary Health', en estos días los ingresos por este motivo suben casi un 10%», señala, enumerando casos de esquizofrenia, adicciones y episodios de ansiedad. De esto último, subraya que cada vez hay más jóvenes con ansiedad climática: «Con una preocupación intensa, incluso angustia, por el futuro del planeta. Un estudio de Hickman en 2021 entre 10.000 jóvenes concluyó que más del 60% están 'muy preocupados' por el cambio climático, y muchos lo relacionaban con sentimientos de impotencia o tristeza». El calor extremo aumenta la agresividad y dificulta el sueño. Los expertos recomiendan con datos protegerse del sol y del calor que desprende. Y Lasheras lanza un último dato: «Para la aportación de vitamina D que necesitamos, con 10 minutos basta».

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La voz de los expertos

Javier De Felipe Médico y director de la clínica Hair&Be

«Vemos daños en personas que antes no los padecían»

«Nos confiamos en el 'colorcito' o en una supuesta 'resistencia histórica' al sol. Sin embargo, estamos viendo daños y reacciones cutáneas en personas que antes no las presentaban», asegura Javier De Felipe, director de la clínica Hair&Be, que incide en el hecho de que se ha fijado desde hace algún tiempo la franja de máximo riesgo entre las 10 y las 17 horas, cuando antes se fijaba el inicio en el mediodía. "El sentido común debe imperar. Si a las 10 de la mañana sientes que el sol 'quema' más que antes, no es que te estés volviendo más sensible; es que la intensidad solar ha cambiado", añade este facultativo.

Miguel Lasheras Dermatólogo

"Estamos recomendando llevar protección durante todo el día"

«Estamos recomendando llevar protección todo el día, porque fuera de ese periodo se registran restos de quemaduras», señala Miguel Lasheras, también dermatólogo, que trabaja como residente en La Fe. "La ropa debe utilizarse como un escudo frente al sol", sostiene este dermatólogo. "Cuando está nublado creemos que no nos podemos quemar... pero parte de la radiación UV e infrarroja va a seguir llegando y nos vamos a quemar igual, así que tenemos que llevar la protoprotección también cuando está nublado", afirma Lasheras, que alerta de que en la playa, cuando nos cobijamos en la sombrilla, también recibimos radiaciones que se reflejan en la arena y en el agua.

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Juan Carlos Julià Pediatra

«Más patologías e inestabilidad en las dolencias crónicas»

«Los niños son más vulnerables, igual que las personas mayores. Pueden tener golpes de calor y episodios de deshidratación», advierte el pediatra Juan Carlos Julià, presidente de la Sociedad Valenciana de Pediatría, que incide en los lactantes: «Deben realizar más tomas los que se alimentan de pecho, y llevar una ropa más bien fresca para evitar la sudoración». El otro problema es el de los rayos ultravioleta: «Hay que evitar la exposición al sol en las horas de mayor riesgo, renovar el protector solar cada dos horas, y los menores de un año evitarlo al 100%». También recomienda el uso de gorras y, para los menores de mayor edad, utilizar gafas de sol homologadas. Ve con buenos ojos usar camisetas de manga larga aptas para el baño. «Se ha visto que aumentan las patologías y que los enfermos crónicos también tienen más inestabilidad», señala.

Santiago López Psicólogo

«Estudios avalan que pueda aumentar la criminalidad»

Las temperaturas extremas también afectan a la salud mental, pudiendo causar un aumento de los conflictos sociales e incluso criminalidad, ya que existen análisis científicos que avalan un aumento de la agresividad. «Hay estudios como el de Anderson y Bushman que vinculan el aumento de la temperatura con más impulsividad, irritabilidad y violencia. La criminalidad puede aumentar con el calor extremo», comenta el psicólogo Santiago López. Este profesional subraya que con calor se descansa menos y esto se agrava en las personas mayores y en las que tienen menos recursos económicos al no poder permitirse el aire acondicionado. «Ansiedad climática y rendimiento cognitivo cuando se reduce la refrigeración son otras consecuencias de la meteorología extrema, que también puede influir en otros trastornos como depresión o estrés».

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