La asociación responsable de los menores desalojados de un avión de Valencia denuncia a la aerolínea

El incidente en un avión con menores que ha desembocado en todo un conflicto internacional sigue dando pasos. La asociación francesa Club Kineret, organizadora del campamento educativo y cultural para menores en Valencia, ha presentado una denuncia contra la aerolínea Vueling tras el desembarco forzoso de 44 niños y 7 monitores del vuelo VY8166, que debía partir con destino a París-Orly el miércoles 23 de julio.

En un comunicado con membrete del gabinete parisino de abogados Jacob, Club Kineret desmiente «formal y categóricamente» cualquier alegación de la compañía aérea que sugiera que los menores bajo su tutela hubieran provocado incidentes a bordo. «Los hechos son claros, graves, establecidos y corroborados por múltiples testimonios», afirma la entidad.

El Club sostiene que el grupo, compuesto por 44 niños y siete adultos, fue expulsado del avión sin una explicación válida, por decisión del comandante de vuelo. «Estos niños, encuadrados por 7 adultos, venían de terminar una estancia cultural; estaban sentados en su sitio, respetuosos con las normas y con el personal», señala el comunicado, que no indica dónde ha sido presentada la demanda. «Ningún incidente, ninguna amenaza, ningún comportamiento inapropiado fue señalado».

Lejos de confirmar la versión de Vueling, Club Kineret sostiene que testimonios de pasajeros independientes confirman la ausencia total de perturbaciones. «Varios pasajeros independientes presentes en el avión han redactado declaraciones escritas confirmando que los menores no representaban ningún problema para el orden público ni para la seguridad del vuelo».

La situación descrita por la organización es contundente: «Una escena de una brutalidad rara, injustificada, y manifiestamente marcada por la parcialidad». Denuncian además la actitud del personal de cabina y la intervención «brutal» de las fuerzas del orden españolas, que habrían dejado al grupo sin acompañamiento, sin atención, sin alojamiento ni comida tras su desalojo.

Club Kineret subraya que el único factor que une a todos los menores expulsados es su identidad visible como judíos. «Algunos niños llevaban una kipá, otros símbolos identitarios judíos (Estrella de David). El uso de algunas palabras en hebreo fue visiblemente suficiente para desencadenar una medida de extrema gravedad, colectiva, humillante y discriminatoria.»

La asociación rechaza de plano que existiera otro motivo legítimo para el trato recibido. «Ninguna otra circunstancia puede explicar el tratamiento infligido a este grupo de niños.» Por ello, se interroga sobre «el carácter profundamente discriminatorio y potencialmente antisemita de este acto colectivo de rechazo y de humillación pública».

La medida adoptada por la tripulación, apoyada por las autoridades policiales, es calificada por Club Kineret como «injustificable, degradante y potencialmente ilegal».

Ante la gravedad de lo ocurrido, Club Kineret anuncia la apertura de acciones judiciales contra Vueling y «toda autoridad implicada», al tiempo que alertará a organizaciones defensoras de los derechos de la infancia y de lucha contra el antisemitismo.

En el mismo comunicado, la asociación exige una respuesta inmediata: «Exigimos la apertura inmediata de una investigación independiente, completa y transparente, el reconocimiento oficial de los hechos, disculpas públicas de la compañía implicada, así como garantías concretas para que prácticas como esta no se repitan jamás.»

En conclusión, Club Kineret advierte de las implicaciones más amplias de este caso: «La banalización de la humillación pública de menores identificados por su pertenencia religiosa constituye una deriva inaceptable.» Y advierte que «no se trata solo de un acto discriminatorio: es una señal profundamente inquietante para la seguridad de todos los pasajeros judíos en Europa».

La publicación de este comunicado en las redes sociales de este organismo han generado multitud de comentarios muy críticos con España.

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