Caras nuevas en el Palau y corrillos sobre candidaturas a las generales

Igual que el Estatuto de Autonomía tiene que ser un punto de encuentro entre los valencianos, alicantinos y castellonenses, -como expresó ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig-, el Palau se convirtió en lugar de reunión entre políticos de la provincia, donde un año más no faltó a la cita Eduardo Zaplana, que volvió a demostrar su capacidad política al acaparar buena parte del protagonismo de la jornada.

Y lo hizo a su estilo, manteniendo la relación con sus adversarios socialistas, pero sin olvidar a amigos y enemigos internos, y expresar públicamente su dolor por la situación de su partido asegurando «no entender las estrategias de algunos», en referencia a la pérdida continuada de votos del PP, con quien mostró una larga distancia al asegurar que «no es la primera vez que vengo a un 9 d'Octubre siendo oposición». Y matizó: «Tanto con el PP en el Gobierno como no», recordando aquellos años de enfrentamiento con el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, cuando no era bien recibido en el Palau.

Zaplana fue uno de los escasos 'populares' alicantinos presentes en el acto institucional y el más solicitado. Junto a él, únicamente estuvo un exconseller del PP, Gerardo Camps, y la coordinadora general del PPCV, Eva Ortiz, mientras que otros diputados alicantinos como Juan de Dios Navarro, Juan José Zaplana y Manuel Pérez Fenoll acudieron a la procesión cívica de la Senyera por las calles de Valencia, y al Te Deum, realizado en la Catedral. Quien no acudió a ningún acto fue el presidente provincial del PP y diputado autonómico, José Císcar.

Pero no fueron los únicos protagonistas alicantinos de los actos institucionales. Por encima de ellos destacaron los homenajeados por el Consell, el ciclista oriolano, Bernardino Ruiz, y la científica alicantina, Ángela Nieto, que recibieron la ovación y el reconocimiento de toda sociedad presente en el acto.

En el ámbito socialista fue una jornada muy emotiva, de reencuentros. Y no era para menos, pues era el primer Día de la Comunitat tras recuperar el Consell y los principales ayuntamientos. No faltó el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que acudió acompañado del vicealcalde, Miguel Ángel Pavón. Faltó el representante de Compromís, Natxo Bellido. Pavón y Echávarri aprovecharon para cerrar inversiones y problemas de la ciudad con los miembros del nuevo ejecutivo, con quienes mostraron buena química, especialmente con los alicantinos, Julián López Milla y Manuel Alcaraz.

De anteriores gobiernos socialistas fue muy comentada la presencia de los exconsellers Luis Berenguer, que acudió acompañado por su hijo, Martín Sevilla, y Miguel Millana. También fue destacada la presencia del Síndic de Greuges, José Cholbi, -faltó su adjunto, Ángel Luna-, y del síndico adjunto de Cuentas, Ángel Mira Perceval, que recordaba los tiempos en que él era presidente de la Diputación.

Más allá de reencuentros y declaraciones, el protagonismo de la jornada se centró en las candidaturas a las próximas elecciones generales, donde en el ámbito socialista se daba por el hecha la del actual secretario autonómico, Julián López Milla, como cartel electoral al Congreso de los Diputados, al igual que sucedió en la candidatura autonómica hace unos meses.

Una coincidencia que también podría darse en el ámbito popular, cuyas listas estaban en boca de todos los presentes, especialmente los nombres del exconseller de Economía y Hacienda Gerardo Camps, y del presidente provincial, José Císcar, aunque algunos diputados de su entorno lo quitaban de las quinielas, apostando por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, con residencia de verano en Jávea, y donde de 'dos' iría Camps, lo que generaría una campaña muy centrada en economía entre Camps y López Milla.