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El actor malagueño. A la izquierda el montaje que ha hecho Bustamante. :: efe
Bailando  sin Melanie

Bailando sin Melanie

Banderas anuncia muy serio su primera Gala Starlite como separado. Mientras, los Bustamante convierten su aniversario de boda en una superproducción de Disney

ARANTZA FURUNDARENA

Miércoles, 23 de julio 2014, 00:02

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Las redes sociales a punto han estado de sufrir un coma diabético. Los culpables: el cantante David Bustamante y la actriz Paula Echevarría que con motivo de su octavo aniversario de boda se han dedicado a colgar en la red empalagosos mensajes de amor con un índice de glucosa capaz de enviar al otro barrio (nunca mejor dicho) a Belén Esteban. Que una pareja se siga adorando después de ocho años de matrimonio es maravilloso. Incluso, heroico. ¿Pero hace falta pregonarlo a los cuatro vientos? ¿Y con ese alarde de coros y danzas? «Hoy es nuestro Octavo Aniversario -le dice Busta a su chica en Instagram-. Si miro atrás y repaso cada segundo contigo, lo que hemos vivido, lo que hemos creado... Sólo puedo decirte gracias! Por ser la mejor compañera en este largo camino que es la vida, por hacérmela más fácil, por hacerme feliz. Te amo pequeña!». Este mensaje lo coge, frase por frase, el feo de los Hermanos Calatrava y lo dinamita. Pero es que hay motivo, porque eso de recordarle a tu mujer a través de internet que es vuestro aniversario de boda tiene delito. ¿Qué pasa con estos dos? ¿Acaso no hablan en el desayuno?

Parece que no porque Paula ha contestado a su marido por la misma vía: «Feliz aniversario amor!!!! 8 añitos ya... Y los que nos quedan! Quiero seguir divirtiéndome contigo... Quiero seguir amándote cada día. Quiero seguir viendo cómo pasa el tiempo cogida de tu mano.». Pues estupendo, Echevarría, pero eso se lo dices a él en la intimidad, que es donde la mayoría de los mortales hablamos de amor y algunos, en catalán. Tiene guasa que los famosos acusen a menudo a los periodistas de meter las narices en su vida privada cuando luego son ellos los primeros que la airean a través de internet con sorprendente desparpajo, por no llamarlo inconsciencia. Si Twitter, en lugar de red social, fuera reportero del corazón, tendría ya más exclusivas acumuladas, más notoriedad y más caché que María Patiño.

Lo mejor del mensaje de Busta es el fotomontaje con que lo ilustra: él y Paula, en el séptimo cielo, tiernamente abrazados y elevándose ambos en sepia (solo podía ser en sepia) sobre la basílica y las montañas de Covadonga, el lugar donde se casaron hace ahora (¿hay que recordarlo?) ocho años. La estampa es digna de 'El amor en los tiempos de Disney', más irreal que aquel anuncio de Loewe y más edulcorada que la portada de una novela de Danielle Steel. A ver si va a ser por eso que a su niña le han puesto de nombre Daniella.

Pasión conyugal

Es bello quererse. Imprescindible, incluso. Pero en contra del título de esa telenovela, amar no siempre es para siempre. Como cantaba 'La Negra Sosa', «el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo». Muchos amantes empiezan susurrándose al oído, continúan pregonando su amor a través de las redes sociales y terminan comunicándose únicamente a través de sus abogados. Que se lo digan si no a Antonio Banderas y a Melanie Griffith. Él presentó ayer, muy serio y por medio de un vídeo, el programa del quinto 'Starlite Festival' de Marbella, que comienza hoy y durará un mes, con actuaciones de Julio Iglesias, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Gloria Gaynor... La gala benéfica (una de las más sonadas de Europa) tendrá lugar el 9 de agosto, víspera del cumpleaños de Antonio, que acudirá por primera vez sin Melanie.

El actor suele rifarse literalmente en la puja que sigue a la cena. Un año, la celosa Griffith compró todas las papeletas para evitar que otra bailara con su marido. La imagen de los Banderas bailando acaramelados probó aquella noche que la pasión conyugal existe... Su reciente separación demuestra que, por desgracia, dura mucho menos que un tatuaje.

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