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NOELIA CAMACHO
Martes, 30 de mayo 2017, 00:22
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valencia. 'The turn of the screw' (en castellano, 'La vuelta de tuerca') llega al próximo viernes a Les Arts para servir de espejo social. El montaje del autor inglés Benjamin Britten, basado en la novela homónima de Henry James, es una apuesta del auditorio por una ópera que «no sólo amplía el repertorio sino que está llena de actualidad».
Todo un alegato contra la violencia y los abusos hacia los niños que, en palabras del intendente Davide Livermore, «muestra las luces y las sombras de nuestro tiempo». El también responsable del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo, y que en esta obra interviene como director de escena, calificó de «partitura extraordinaria» una pieza producida íntegramente por el coliseo.
El maestro Christopher Franklin recala por tercera vez en Les Arts -dirigió 'Café Kafka' y 'Juana de Arco en la hoguera- para ponerse al frente de sólo trece músicos de la Orquesta de la Comunitat con una obra que mezcla «fantasmas y terror psicólogico», dijo Livermore, con una «partitura de gran dificultad actoral, vocal y artística», añadió.
Franklin, que tomará la batuta de 'Peter Grimes', también de Britten, en la próxima temporada del auditorio valenciano, aseguró ayer que el público va a encontrar «la ópera más impactante» del autor inglés. La pieza tiene una importante «carga dramatúrgica», dijo, lo que la convierte en todo un «desafío» no sólo para los músicos sino para los intérpretes.
El espectador debe situarse. 'The Turn of the Screw' es la inquietante historia de una niñera, una ama de llaves y dos niños huérfanos acosados por fantasmas en un mundo donde la ambigüedad circula por todos lados. Ambientado en la Inglaterra post victoriana, el trauma de estos pequeños viene de la mano del sufrimiento por haber padecido abusos y de «la imposibilidad de salir de un laberinto de dolor y sufrimiento cuando se hace un daño profundo», contó el intendente. Para él, esta ópera también reflexiona sobre la pérdida de la inocencia en los más pequeños. Y de ahí que su mensaje esté tan de actualidad. «Ahora, los niños no cantan como niños, sino que imitan a los adultos. Entre la televisión basura y las pantallas, tenemos una sociedad que no carga con la responsabilidad educativa», dijo. De ahí que el rol de uno de los menores, el pequeño Miles, sea interpretado por dos jóvenes cantantes de catorce años. Jeremie de Rijk y William Hardy, componentes del coro de Trinity School visitan por primera vez Valencia. «Aquí se trabaja mucho más relajado que en otros países», aseguraron. «La música de Britten es oscura, interesante y especial», mostraron con total madurez. Tanto que el intendente dijo de ellos que «no son dos adolescentes que cantan, sino dos artistas y un ejemplo para todos, que ponen junto a sus compañeros el ego al servicio de la dramaturgia».
Completan el reparto los estudiantes del Centre de Perfeccionamentl Rita Marques, Kaaren Gardeazabal, Giorgia Rotolo, Olga Zharikova, Anna Bychkova, Nozomi Kato, Andrés Sulbarán, Gustavo Adolfo Palomo y Marianna Mappa. Asimismo, la producción cuenta con la escenografía de Manuel Zuriaga, el vestuario de Mariana Fracasso, la iluminación de Nadia García y Antonio Castro, la videocreación de Miguel Bosch y la coreografía de Fátima Sanlés.
Armonía y poesía
El intendente es el encargado de crear esa atmósfera oscura, llena de fantasmas y en la que se confía en la «inteligencia del espectador». Por ello, ha cofigurado una escenografía en la que su primer pregunta fue «¿cómo cuento la historia?». «Lo puedes hacer de acuerdo o no con la partitura. Yo sí lo he hecho, siempre hay que tomarla como referencia. Esta es una historia extraordinaria que habla del fin de la inocencia», manifestó. Para ello ha creado una especie de internado inglés de los años 50. No obstante, y pese a la dureza de la ópera, Livermore recalcó que en este montaje «la armonía está al servicio de la poesía». «Como teatro público, no sólo debemos entretener, sino demostrar que el teatro es un espejo de la sociedad», afirmó.
El espectáculo, en inglés y dividido en un prólogo y dos actos, tiene un precio único de 25 euros, 25 euros, lo que es «perfecto para quienes quieran descubrir la ópera por primera vez», dijo Livermore. Se representará en el Teatre Martín i Soler del coliseo el viernes, el domingo y los días 6 (función didáctica) y 10 de junio. El montaj se instalará en este espacio porque es el idóneo para este tipo de espectáculos. «Britten buscaba hacer óperas de pequeño formato para llevarlas por los pueblos de la campiña inglesa», aseguró el intendente, e insisitió en que en esta sala se puede establecer «una cercanía actoral importante para el público».
Benjamin Britten compuso una partitura desasosegante y teatral, con un tema y quince variaciones de éste, para una orquesta de cámara de 13 músicos. El libreto fue escrito por Myfanwy Piper. Comisionada por la Bienal de Venecia, el estreno de 'The Turn of the Screw' tuvo lugar en el Teatro La Fenice el 14 de septiembre de 1954.
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