El auditorio busca la estabilidad musical tras más de un año de incertidumbre
C. VELASCO
Martes, 10 de marzo 2015, 00:03
Después de la avería de la plataforma escénica en 2006 y de las inundaciones por las lluvias en 2008, el Palau de les Arts vivió en 2014 un 'annus horribilis'. Otro más. A la caída del trencadís, la salida de una treintena de trabajadores como consecuencia del Expediente de Regulación de Empleo y la despedida de Zubin Mehta, se sumó la destitución de Helga Schmidt envuelta en una causa judicial que obligó a un fuerte dispositivo policial sobre el edificio de Calatrava.
Los últimos doce meses no han sido los mejores para el Reina Sofía. Ni dentro ni fuera del coliseo. Se ha escrito largo y tendido sobre la situación del teatro, tanto de las causas externas a la gestión, como la caída del revestimiento cerámico; como de los entresijos internos, desde la marcha de músicos de la Orquesta de la Comunitat hasta la despedida en noviembre de 2013 de Omer M. Wellber, que fue el último director musical.
El Palau de les Arts se inauguró en octubre de 2005. Durante el presente ejercicio cumplirá 10 años de vida y, aunque es una institución joven, ya acumula cierta herencia, que ahora debe gestionar otro equipo. Les Arts tiene pasado artístico brillante, algo que contribuye el mejor legado hasta la fecha, pero con Davide Livermore a la cabeza empieza la segunda vida del teatro.
El intendente pretende la estabilidad para conjugar su proyecto artístico. Su primer mandato es de cuatro años. Tiene planes a largo plazo para el auditorio, o como él dice, para dotarle de «identidad y de alma». Confía en Abbado, Biondi y Tebar para sacar adelante la casa de la ópera. Respeta el pasado de la institución, pero quiere imprimir su impronta en el presente artístico del recinto.
La herencia de Les Arts, por último, no puede desvincularse de la economía. Sin mayor presupuesto, el auditorio no crecerá. Sin más respaldo financiero, el teatro no se fortalecerá. Esta cuestión evidentemente excede de lo artístico y se sitúa en el plano político.