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El cardenal arzobispo Antonio Cañizares, ayer, en la Missa d'Infants. :: jesús signes
Cañizares alerta de que la libertad educativa está «seriamente amenazada»«Que acabe la guerra en Siria y la violencia en Venezuela»

Cañizares alerta de que la libertad educativa está «seriamente amenazada»«Que acabe la guerra en Siria y la violencia en Venezuela»

El cardenal arzobispo, en la homilía de la Missa d'Infants, advierte de ideologías «engañosas y llenas de mentira» en el campo de la enseñanza

D. G. D. G.

Domingo, 14 de mayo 2017, 23:59

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valencia. «Valencians, tots a una veu, visca la Mare de Déu». Esta frase, unida a un sonoro aplauso, inundó cada rincón de la plaza de la Virgen al finalizar la conocida como Missa d'Infants, uno de los actos previstos ayer para celebrar el día de la patrona. La ceremonia fue presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que concelebró con una docena de arzobispos y obispos de distintas zonas de España ante miles de personas que abarrotaron este enclave y buena parte de las calles adyacentes.

En su homilía, Cañizares deslizó su malestar con las políticas educativas impulsadas desde el Gobierno de la Generalitat, especialmente en referencia al recorte de aulas concertadas con colegios privados religiosos.

Al respecto, en su intervención, pidió la ayuda de la patrona para «defender los derechos humanos inviolables y fundamentales», que «no son fruto de consensos políticos o económicos», como el derecho a la enseñanza y a la libertad de educación, «claramente amenazados en nuestra tierra», espetó el cardenal arzobispo.

Cañizares solicitó también la intercesión de la patrona de Valencia por todos los jóvenes; por los que están «sujetos a adicciones como droga, alcohol o sexo», y por los que son «instrumentalizados por intereses inconfesables, rebajándoles a objetos».

En esta línea, el arzobispo invocó a la Virgen de los Desamparados en ayuda de los jóvenes que buscan trabajo y que «están desanimados por no tener empleo tras el sacrificio de sus estudios» o que «son utilizados con contratos basura y tienen que irse al extranjero». También solicitó que intermediara la Mare de Déu sobre aquellos que «son manejados por ideologías tan engañosas y llenas de mentira, y por legislaciones ideológicas en el campo de la enseñanza».

Frente a todo ello, el purpurado pidió a las familias valencianas que, «por encima de todo tipo de divisiones», sepan mantener una «convivencia pacífica, inspirada en el sentimiento de solidaridad fraterna y amor cristiano» y sepan «repudiar pacíficamente comportamientos impositivos, injustos o dictatoriales».

Por otra parte, la misa también contó con la participación de la fallera mayor infantil, Clara Parejo, y toda su corte de honor, que realizaron una ofrenda floral. Parejo, en su intervención, solicitó a la Mare de Déu que «ampare a nuestras familias» y «a nuestra España», parlamento que fue respondido con un sonoro aplauso por parte de los asistentes. Los niños de la Escolanía de la Virgen, por su parte, también participaron en esta misa, ayudaron en el altar y cantaron el salmo responsorial.

Devoción

Entre los asistentes, la devoción por la Virgen de los Desamparados era una constante. «La llevo conmigo, pegada al corazón», espetó Carmen, vecina de Valencia, mientras apretaba contra su pecho una gran estampa de la Mare de Déu.

Todo el acto fue seguido bajo un respetuoso silencio que únicamente se rompía con los aplausos y los cánticos. Hasta que sonaron los himnos de la Comunitat y de España, que terminó de desatar la pasión del público que rompió en aplausos.

En la misa, según confirmaron desde el Arzobispado, participaron hasta doce arzobispos y obispos. Además de los tres obispos auxiliares de Valencia, monseñores Esteban Escudero, Javier Salinas y Arturo Ros, concelebraron también los obispos de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente; de Ibiza, monseñor Vicente Juan; de Tortosa, monseñor Enrique Benavent y de Málaga, monseñor Jesús Catalá. Igualmente participaron los arzobispos eméritos de Mérida-Badajoz, de Burgos y de Zaragoza, monseñores Santiago García-Aracil, Francisco Gil Hellín y Manuel Ureña, respectivamente, y el obispo emérito de Lleida, monseñor Juan Piris.

Durante la eucaristía de la Missa d'Infants, el cardenal arzobispo Antonio Cañizares también elevó una plegaria a la Mare de Déu, tanto en castellano como en lengua valenciana, en la que pidió su amparo para «las mujeres víctimas de la violencia doméstica», para que finalice «la guerra en Siria y la violencia en Venezuela» y para que reinen «la paz, la libertad y los derechos».

En esta línea, el cardenal imploró a la Virgen de los Desamparados por «las familias del todo el mundo», especialmente «las que sufren en sus países de origen y en los campos de refugiados», víctimas de «la violencia y la guerra».

En este sentido, Cañizares subrayó la necesidad de que la Humanidad comprenda que «el bien del hombre y de la sociedad está profundamente vinculado a la familia» y de promover «la verdad en la que se asienta el matrimonio entre un hombre y una mujer unidos en un amor fecundo».

Sobre ello, precisamente hoy se celebra el Día Internacional de la Familia, una conmemoración que no cuenta con el respaldo de las actuales administraciones.

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