La temporada de los prodigios
1963-64 | El Valencia no empató ni un solo partido liguero y jugó su tercera final consecutiva de la Copa de Ferias
Paco Lloret
Valencia
Sábado, 18 de diciembre 2021, 01:32
Dos millones de pesetas fue la recaudación del primer derbi en el feudo 'granota'. Todo un récord hasta entonces en Vallejo. Los precios de las ... entradas fijados para el esperado acontecimiento oscilaban desde 60 pesetas la más barata hasta 200 la más cara. La expectación se disparó y la reventa también lo aprovechó. Un año antes, en la eliminatoria de Copa con el Real Madrid, el Levante UD trasladó el encuentro a Mestalla para obtener mayores ingresos. Aquel día se recogieron en taquilla 7 millones de pesetas.
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Después de 32 temporadas desde la creación del campeonato de Liga, el Valencia y el Levante pudieron, finalmente, verse las caras en un duelo oficial en la máxima categoría. La campaña 63-64 acogía por primera vez al conjunto granota entre los elegidos. Los valencianistas ya habían medido sus fuerzas con anterioridad contra otros rivales cercanos en duelos conocidos como de «rivalidad regional». El Hércules, el Castellón, el Alcoyano y el Elche habían precedido por este orden cronológico a los 'levantinistas'.
El duelo con el otro club del 'Cap i Casal' estaba inédito hasta ese ejercicio en el que se produjeron varios hechos destacados: el Valencia no empató ni un solo partido liguero, alcanzó por tercera vez seguida las semifinales coperas y jugó su tercera final consecutiva de la Copa de Ferias –la única que perdió– mientras que los levantinistas lograron su propósito de asegurar la permanencia sin excesivos agobios. El derbi valenciano se resolvió a favor del anfitrión en ambos casos. El Valencia se impuso en Mestalla con un marcador abultado en ambas porterías y el Levante lo hizo en Vallejo por la mínima gracias a un tanto madrugador de Domínguez.
El Valencia contó con dos entrenadores a lo largo de aquella temporada, ambos eran referentes históricos de la entidad y compartían procedencia vasca. El guipuzcoano Pasieguito cubrió la primera mitad hasta el ecuador del campeonato. Su destitución se consumó después de un par de severas derrotas consecutivas, primero en La Romareda y, a continuación, en el Camp Nou. El vizcaíno Mundo tomó el relevo y debutó de la mejor manera posible, con una exhibición goleadora como correspondía a su condición de máximo artillero valencianista de todos los tiempos: 4-1 al Sevilla en Mestalla con un triplete de Waldo, el segundo mejor goleador de la historia de la entidad.
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Una semana después llegó el primer derbi en Vallejo. Al conjunto local lo entrenaba Quique, otro ilustre exvalencianista, célebre por su icónica imagen subido al larguero de la portería de Chamartín después de vencer al Barcelona en la final de Copa de 1954. Enrique Martín había sido guardameta del conjunto catalán durante siete temporadas antes de incorporarse al club de Mestalla en 1950 y permanecer otras tantas. Su último año en activo tuvo lugar en el Levante donde colgó los guantes antes de dedicarse a entrenar. No pudo tener mejor estreno: ascenso a primera después de superar al Deportivo en la promoción.
Antes de recibir al Valencia, el Levante UD se había enfrentado al Betis en la capital hispalense donde cosechó una severa derrota por 3-0 con goles de Luis Aragonés, que inauguró el marcador, y dos de Ansola, futuro fichaje valencianista. Pese a la disparidad de resultados, en la clasificación el conjunto azulgrana estaba mejor su oponente al sumar un punto más. El partido arrancó a las cuatro y cuarto de la tarde del domingo 26 de enero de 1964. Vallejo no disponía de alumbrado eléctrico y había que aprovechar la luz natural.
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El partido vino a evidenciar los problemas de juego del Valencia, que acabó la jornada empatado a puntos con el Real Oviedo que se hallaba en zona de promoción. A partir de ese día, el conjunto de Mestalla inició una reacción que se acentuó en la recta final del campeonato cuando enlazó seis triunfos consecutivos con un balance goleador imponente: 19 goles a favor por solo 2 en contra. Ese estado de gracia explica que, al mismo tiempo, superara a sus rivales en la Copa, hasta alcanzar las semifinales, y la final en la Copa de Ferias en la que se midió con el Real Zaragoza de los 'cinco magníficos'.
Por su parte, el Levante UD, tras imponerse en el derbi, empató en su visita a Pasarón con el Pontevedra y venció con claridad en casa al Real Murcia por 3-0. La buena racha se cortó con una goleada sufrida en el viejo Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Pese a la buena campaña realizada, Quique dejó el banquillo y fue reemplazado por Enrique Orizaola de cara al siguiente campeonato aunque fue reclamado, de nuevo, con urgencia para evitar el descenso en la promoción frente al Málaga. Finalmente, los andaluces lograron el ascenso después de vencer por 4-2 en La Rosaleda y empatar sin goles en Vallejo. El sueño granota en primera acabó en junio de 1965.
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El Valencia ratificó su confianza en Mundo que continuó en la siguiente campaña al frente de un equipo que vio quebrado su idilio en Europa después de no haber perdido una eliminatoria en las tres ediciones anteriores de la Copa de Ferias. Los belgas del Lieja tuvieron ese honor.
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