Éxitos y pifias en los fichajes
Rufete maneja un escenario muy diferente al de Braulio y Fernando
Juan Carlos Valldecabres
Jueves, 4 de junio 2015, 19:09
¿Quién ficha de verdad en este nuevo Valencia? ¿Lo hace Peter Lim directamente en su despacho de Singapur o es Jorge Mendes quien apunta el nombre del candidato desde su teléfono móvil? ¿Nuno ejerce ya de mánager como algunos vaticinan? ¿Rufete todavía tiene el poder absoluto del cargo que ostenta? ¿A quién hay que pedirle responsabilidades por los 15 millones de un imberbe como Cancelo o por los 30 de un decepcionante Negredo? Demasiadas preguntas para un Valencia metido en una situación un tanto particular que no queda del todo clara, aunque todas las respuestas podrían encajar en el puzzle. Está claro que Lim es el dueño y es quien tiene la última palabra pero lo sorprendente para unos y preocupante para otros es que también tenga la primera. Los jugadores que han devuelto al Valencia a la previa de la Champions han llegado bajo la tutela de Rufete y a él, que ya le tocó comerse el marrón de despedir a Pizzi, le corresponde también manejar la valía de fichajes de tan discreto rendimiento como, por ejemplo, Enzo Pérez. En el gráfico superior y en lo que se refiere a los jugadores que llegaron esta temporada recién concluida, se ha tratado de establecer una diferencia entre los que fueron fichados directamente por la gestión de Rufete y los que tuvieron una influencia clara por parte del millonario de Singapur. Los tres últimos directores deportivos del Valencia -incluyendo a Rufete en ese grupo- han trabajado con diferentes premisas. Por ejemplo, cuando entró Rufete se encontró con una entidad volcánica en la que nadie sabía qué iba a pasar y con unos recursos económicos bastante limitados. Se vendió lo de la cantera como paradigma y se acometió una renovación casi absoluta en pleno curso futbolístico. Llegaron a mitad de la 2013-14 un montón de jugadores de los que sólo triunfó Keita aunque lo mejor que pudieron hacer Rufete y Salvo es firmar a Otamendi -ahora pretendido por el Manchester United- a pesar del lío que hubo después que impidió venir al argentino.
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A Braulio Vázquez, su antecesor, sobre todo Llorente le forzó a trabajar bajo una política de jóvenes con aspiración que pudieran ser luego traspasados. El jugador más caro que trajo Fernando Gómez fue Soldado que triplicó en su traspaso la inversión. Todos tuvieron éxitos y pinchazos. ¿Como Peter Lim?
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