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Nuno se dirige ayer por la tarde a sus jugadores antes de la sesión de entrenamiento que realizó la plantilla valencianista. :: damián torres

Nuno se viste de mártir

El portugués insiste en el trabajo en su charla y Rufete reitera que confía en ir a la Champions: «El año pasado estábamos en una situación más complicada»

J. CARLOS VALLDECABRES

Miércoles, 4 de febrero 2015, 23:39

valencia. No es la primera vez que esta temporada el Valencia es quinto clasificado y por lo tanto fuera de los puestos de Champions pero sí la primera ocasión en que la figura de Nuno empieza a sentirse zarandeada por culpa de esa bipolaridad preocupante que exhibe su equipo. El entrenador del Valencia, renovado hasta 2018 oficialmente la víspera del batacazo de Copa en Cornellà, se ha convertido en los últimos días en una figura de crecido interés, tanto por su condición de representante de un colectivo que fuera de casa no funciona como en su propia figura desde el plano individual.

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Por eso este miércoles existía cierto interés por saber cómo arrancaría la semana de trabajo en la Ciudad Deportiva. Tras la derrota y el escaso juego ofrecido en La Rosaleda, la plantilla tuvo el martes jornada de descanso. El de ayer por la tarde era el momento en el que técnico y jugadores se volvían a ver las caras. Nuno ya tuvo oportunidad tras el partido de dialogar tanto con Rufete como con Salvo y Lay Hoon, presentes los tres en Málaga. El portugués, al que es inevitable que se le adjunte el soporte que desde la distancia le da el dueño del club, Peter Lim, y su agente Jorge Mendes, ya ha esbozado cuál es su estrategia: quiere blindar a sus jugadores de las críticas. Ayer se lo dijo al grupo. Antes de la sesión, sobre el mismo terreno de juego y durante apenas unos cuatro minutos, Nuno reunió a sus futbolistas. Lo hizo a una distancia no muy lejana de donde se encontraban los medios de comunicación. Era el escaso tiempo que en cada sesión el Valencia permite la entrada a los periodistas y cámaras.

Así como en otras ocasiones se produce un diálogo en el que los jugadores intervienen para apuntar cuestiones o dar su versión de lo ocurrido, en esta ocasión sólo habló Nuno. Silencio en el resto. El portugués se dirigió a los jugadores y sus palabras fueron captadas incluso desde la distancia por las cámaras. Así lo reflejaba 'El Desmarque'. ««Ya hemos experimentado subidas y bajadas de moral, pero no quiero que esto suponga que no valemos nada; la mierda me la como yo... la mierda que me la tiren a mí, no me preocupa nada, ¿vale? vosotros a trabajar, a jugar y a ganar». No entró tampoco en muchos más detalles técnicos referentes al partido. Sí reiteró Nuno a su gente su opinión de que el Valencia jugó un partido de un nivel similar al del rival, aunque acabara perdiendo.

De Nuno se empiezan a cuestionar algunas de sus decisiones y también no deja de sorprender algunas de sus manifestaciones. La última, su referencia tras el partido de Málaga a las ausencias de Piati y Feghouli. No tiene nada que ver el Nuno actual con el que aterrizó este verano.

Y precisamente, apenas un par de horas después de que el técnico hablara en ese tono a los jugadores, Rufete comparecía ante la prensa. El motivo era la renovación de Barragán pero era inevitable que el mánager general deportivo valencianista se mojara en la cuestión que más preocupa en estos momentos: la irregularidad que exhibe el equipo. Y Rufete, como ya sabía a lo que se exponía, traía la estrategia del discurso bien aprendida. Hay que tener en cuenta que cuando las situaciones se tuercen, cualquier cosa que diga el máximo responsable deportivo puede tener una clara repercusión en el entrenador. Sobre todo en el caso especial del Valencia, con lo que arrastra la relación de Nuno con Peter Lim.

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«Tenemos que mejorar», reconocía en un primer instante Rufete para luego ofrecer una versión más matizada y llena de recovecos. «Cuando se consiguen los objetivos siempre es el total: puntos en casa y puntos fuera. Lo del otro día genera más problema por la ilusión, pero al final tenemos que conseguir el total. Los aficionados son los que nos deben exigir más. Tenemos que ser positivos. Yo soy muy positivo, intento crear algo nuevo desde la óptica positiva. ¿Podemos mejorarlo? Claro que sí. Tenemos un equipo nuevo, un dueño nuevo, un cuerpo técnico nuevo y en ese contexto competimos. Pienso de donde vengo, todos queremos más. El año pasado a estas alturas estábamos en una situación más complicada. Debemos exigirnos mucho».

Sobre los movimientos del mercado de invierno y las quejas de Nuno de no tener gente de banda, Rufete lo justificó de la siguiente manera: «Nos hemos centrado más en las salidas, el club tiene un presupuesto y unos números que debe cuadrar, nos debemos ceñir a un plan económico. Confiamos en los jugadores que tenemos, hay una gran plantilla».

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