Alcácer declinó ofertas antes de firmar su continuidad hasta 2020

Su renovación era cuestión de tiempo, pero en los meses que transcurrieron desde el inicio de las conversaciones hasta que estampó la firma en el nuevo contrato, Paco Alcácer recibió varias ofertas para salir. Y el delantero las iba desechando para cumplir el sueño que tenía «desde pequeñito». El de Torrent trasladó a sus agentes que sólo aceptaba continuar en el Valencia. Lo más difícil, poner de acuerdo a las partes, estaba hecho.

«Al final de todo, las dos partes queríamos lo mismo, que era seguir vinculados. Estoy contento por el esfuerzo que ha hecho el club para estar aquí y el esfuerzo que hago para ser mejor jugador día tras día», dijo Alcácer en el acto oficial de su renovación hasta el 30 de junio de 2020. «Me constan (las ofertas), pero teníamos claro lo que queríamos y creo que esas cosas había que dejarlas al lado y renovar», apostilló el valenciano. Para Alcácer, el nacimiento del nuevo proyecto y la posibilidad de que el club siga fichando futbolista a golpe de talonario no le supuso ningún problema. Al contrario. Pese a lo complicado de entrar en el once peleando con hombres como Negredo.

«Eso son cosas del entrenador. Somos cuatro delanteros contando a Rodrigo De Paul y el míster tiene la última palabra. Si no estoy en el once es porque hay otros que están mejor. Lo que no tengo que hacer es bajar los brazos, tengo que seguir trabajando», explicó el delantero, que con 80 millones tendrá la cláusula de rescisión más alta de la historia del Valencia. No obstante, Alcácer no considera «una responsabilidad extra» esas cifras y sí el trabajo diario para llevar al equipo a la Champions «esta temporada».

Tanto Alcácer como Rufete coincidieron en las posibilidades que el de Torrent tiene para seguir yendo con la absoluta. «Si hago las cosas bien en mi club, tendré más opciones. Así de simple», admitió Alcácer. «Su reflexión es perfecta. Paco es uno de los futbolistas jóvenes más importantes de Europa y, si hace las cosas bien, el seleccionador se fijará en él. Es el orgullo de la Academia», concluyó Rufete.