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El Barça pretende a Alemany

El director general pide que Lim quite la cláusula que le impide fichar por otro club| Anil Murthy tiene el difícil reto de evitar salir muy dañado de esta negociación a pocas semanas de pasar el duro examen de la asamblea

Viernes, 25 de octubre 2019, 00:22

Se habló de la Premier, después y con la salida de Javier Gómez se entreabrió la puerta de uno de los despachos más nobles de la Liga de Fútbol Profesional, y ahora el que merodea es el FC Barcelona. En el Valencia no lo quieren, tampoco saben cómo quitárselo de encima y lo más curioso es que fuera –aparentemente– se rifan a Mateo Alemany. El todavía director general del Valencia es el hombre que el Barça quiere para completar su estructura deportiva. La noticia la dio ayer RAC 1 apuntando incluso que ya se habían iniciado los primeros contactos entre ambas partes y rápidamente el Valencia se convulsionó por dentro.

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Hay que tener en cuenta que Anil Murthy tiene por delante el difícil reto de conseguir una rescisión de contrato de Alemany lo más satisfactoria posible para la entidad sin que, además, le provoque ningún desgaste mayor del que ya arrastra. La junta de accionistas está a la vuelta de la esquina y si la destitución de Marcelino va a ser uno de los puntos de fricción en la asamblea, la salida del ejecutivo también ocupará una parte importante del debate, ya que tanto uno como otro cuentan con un amplísimo respaldo popular. Meriton y su gestión van a ser tiroteados por las dos decisiones más importantes que ha tomado esta temporada y que no han gustado a la grada.

Ahora, uno de los puntos de discordia en la negociación que mantienen Alemany y Valencia es la penalización que tiene el primero y que le impide fichar por un club en España. El ejecutivo, después de la primera toma de contacto que tuvieron los abogados la semana pasada, ha planteado varias reivindicaciones y una de ellas es que se elimine esta cláusula (tiene una penalización de 3 millones si se va unilateralmente). De conseguirlo, tendría el camino libre para fichar por el Barça por ejemplo, opción que dicho sea de paso se apresuró horas después a negar el propio club catalán. Alemany, por su parte, también fue en la misma línea al admitir desconocer por completo la posibilidad de acabar en el organigrama culé. Es más, el hecho de que haya salido esta información, a pesar del intento de unos y otros por anular su validez, perjudica sensiblemente la posición negociadora del propio Mateo Alemany de cara al Valencia.

Pensar en estos momentos que Alemany termina su vinculación en el club de Mestalla y acto seguido ficha por el Barça, sería sobre todo un golpe difícil de digerir para Peter Lim y dejaría seriamente tocado al propio Anil Murthy, presidente que precisamente pasa por sus horas más bajas desde que asumió el cargo hace dos años.

Desde la emisora catalana situaban a Alemany en un puesto cercano a la toma de decisiones deportivas, pero más vinculado principalmente al aspecto negociador. Si algo ha tenido el mallorquín desde que llegó es su predilección por entrar de lleno en el apartado deportivo, a pesar de que entre sus cometidos como director general y portavoz de Meriton le hacían partícipe de otras áreas.

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El valencianismo nunca ha sabido encajar con agrado que alquien de aquí acabe marchándose al club catalán, aunque entre ambos clubes en los últimos años ha existido una especial colaboración con la marcha de un buen puñado de futbolistas que trajeron una suma importante de millones ala caja fuerte blanquinegra. No obstante, la posición de Alemany en este caso es bien diferente. Primero porque no es un futbolista; segundo porque se le reconoce su aportación en el Valencia que en estos dos años ha cambiado el desbarajuste de Meriton por la Champions y hasta por un título, y tercero porque ha sido el propio Peter Lim el que ha decidido unilateralmente eliminarlo del club.

El Valencia tiene urgencia por reestructura su organigrama. Nadie sabe quién va a desempeñar su labor, con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, las renovaciones de futuro pendiente y la planificación deportiva de la próxima temporada por hacer. Esa prisa obliga a Meriton a una posición menos contundente desde el punto de vista negociador. Lim ya conoce desde hace días qué es lo que quiere Alemany y el asunto puede quedar zanjado de un momento a otro.

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