Alemany feliz, Gracia en su lucha

Tres puntos de los últimos 18; ninguna victoria en esos seis partidos consecutivos –la peor racha sin ganar de toda la temporada–; el tercer equipo más goleado de Primera (1,3 de media), y debates sobre cuestiones técnicas como la sorprendente posición ayer de Lato como tercer central o la habitual titularidad de Maxi. Además, la pandemia hizo que la afición se perdiera la vuelta a Mestalla de un Mateo Alemany feliz porque su equipo aún lucha por la Liga, evitando además el mal trago de Anil Murthy que se hubiera expuesto al dictamen de la grada. El cómo fue el reencuentro entre ambos quedará bajo sospecha. El otro protagonista de la noche fue Javi Gracia, que aguanta como puede las embestidas por la delicada situación en la tabla: «El resultado podría haber sido algo más favorable. Si no aprovechas las ocasiones, el rival suele tener varias opciones de gol y si está acertado es difícil quitarle algún punto. El juego de contraataque era el plan de hoy y a balón parado, como en la primera vuelta, nos dio la ventaja inicial. El equipo hizo muchas cosas bien».

No quiere Gracia dramatizar la próxima cita con el Valladolid: «Es muy importante pero no hay otra razón que la de ser el siguiente partido. Somos responsables de la necesidad de puntos. Es importantísimo y así lo vamos a preparar. Intento ser realista, ver la situación actual del equipo. Intentamos que cada día que pasa tratar de que sea mejor. Vemos la necesidad de puntos, la importancia de cada punto y con esa intención afrontamos cada partido».

Esquiva la inquietud más allá de lo que exige la clasificación. «Estoy preocupado porque quiero que las cosas salgan mejor. Estoy ocupado en ello. Por mucho que hable o quiera transmitir que sentimos mucho la situación, lo que hay que hacer es trabajar. La racha es muy mala, hay otros equipos que están en racha parecida pero eso no nos consuela para nada. Queremos victorias. El equipo ha dado muestras de entrega e interés y momentos de buena actitud. Vamos a mantenerlo y confío en que eso nos va a dar buenos resultados».

El problema es que el Valencia no está habituado a estas penurias. «Lo que siento es que los jugadores están unidos y trabajando muy bien. Hoy no recibimos la recompensa que esperábamos. Nos queda esa manera de competir, tener corazón y es lo único que podemos hacer. Tratando de seguir en la misma línea».