Más de seis kilómetros de atascos en los accesos a Valencia

La operación salida del último fin de semana del mes de julio ha comenzado con varias retenciones de tráfico en algunas carreteras de la Comunitat Valenciana, pero sin accidentes graves. A estas horas, se están registrando más de cuatro kilómetros de atascos, siendo las principales afectadas las conexiones de las autovías A-3 y A-7.

La afluencia de vehículos en este cruce de autovías se debe a la llegada de automóviles desde Madrid en dirección al litoral mediterráneo, aunque la intensidad irá decreciendo conforme se aproximen las últimas horas del día.

La más complicada es la congestión de la A-3, a la altura de Ribarroja del Turia con 4,5 kilómetros de colas entre los puntos kilómetricos 338,5 y 334 hacia el enlace con la A-7.

A la altura de Quart de Poblet, desde el kilómetro 10,5 al 9 en dirección A-7 hacia Paterna hay otra retención menor, en esta ocasión de 500 metros.

La última carretera afectada en esta primera 'operación salida' es la N-220 a la altura de Manises. El atasco en esta vía es de 1,5 kilómetros y se está registrando en dirección Paterna, hacia la V-30 desde el kilómetro 1,5 al 0.

Asimismo, hay retenciones de cerca de dos kilómetros en la autovía A-70 de Alicante, que se encuentran, del mismo modo, en el punto de afluencia más alto.

En relación a accidentes, el centro de gestión de tráfico valenciano ha confirmado que no se ha producido ninguno en el que haya habido víctimas mortales o que haya sido de gravedad en el ámbito autonómico.

La DGT ha puesto en marcha desde este viernes y hasta el lunes una serie de medidas de regulación y vigilancia del tráfico, ya que prevé que se produzcan 3,2 millones de desplazamientos durante el dispositivo del 1 de agosto que se pondrá en marcha desde el 31 de julio.

Los principales problemas circulatorios se presentarán en las salidas de las grandes ciudades, así como en las principales vías de comunicación de acceso a las zonas del litoral.