La Exposición Regional
1909
Francisco A. Cardells Martí
Profesor de la Universidad católica de Valencia
Jueves, 6 de noviembre 2025
La Exposición Regional Valenciana de 1909 fue el acontecimiento histórico en forma de certamen colosal que más transformó la ciudad de Valencia pues supuso el salto de una notable capital de provincia a una metrópoli moderna e internacional, más vertebrada en su entorno, conectada al exterior y abierta a las innovaciones tecnológicas. Más de 100 municipios y casi un millar de expositores dieron cuenta de los logros del campo y la industria y sobre todo de los desafíos para el futuro colaborando a crear una identidad y trazando las líneas económicas y el planeamiento urbano del mañana.
Publicidad
Motor de Valencia moderna.
A principios del siglo XX, Valencia era una ciudad de poco más de 200.000 habitantes que estaba revestida de un ambiente rural con el ocaso de la otrora brillante tradición sedera y dudas en el sector arrocero. Los nuevos desafíos que se intuían pasaban por la industria cerámica y del mueble, transformados metálicos, y sobre todo el escaparate exportador de cultivos en expansión como el naranjo.
La Gran Exposición surgida a iniciativa del presidente del Ateneo, el prócer valenciano Tomás Trenor, supuso la integración provisional de comercio, industria, agricultura y bellas artes en una iniciativa de interés común para todo el territorio valenciano. No se escatimaron gastos, pues se asfaltó la ciudad y se introdujeron para el certamen una costosa iluminación eléctrica, mostrando al mundo exhibiciones increíbles (primer avión valenciano, globos aerostáticos), competiciones deportivas inéditas (automovilismo), concursos pioneros (pirotecnia, belleza nacional …).
Se desbordaron las previsiones como se mostró en el Gran Casino por la afluencia y colas para cotillones y bailes en la sala oval o en la ampliación del programa de 90 a 400 días.
Transformación urbanística y social
La elección para la ubicación del macrocertamen fue la parte izquierda del Turia, la zona de la huerta inmediata del noreste de Valencia, arrabales históricos que lo fueron del cuartel medieval de Algiròs. El lugar escogido, la Alameda, que debe su nombre a los álamos iniciales que adornaban el paseo, había sido ampliada y acondicionada desde la presencia napoleónica, y era espacio de asueto de los domingos, para pasear por fuera de ciudad. Encontramos los cuarteles de Artillería y Caballería en su extremo oriental. El emplazamiento del recinto corresponde además de la Alameda, con parcelas rústicas que se convertirían en una serie de calles trazadas con posterioridad, a saber, Arts Gràfiques, Micer Mascó y Avda. de Suecia.
Publicidad
El impacto urbano fue colosal, con el diseño de un recinto ferial de más de 16 hectáreas equivalente a 160.000 metros cuadrados
El impacto urbano fue colosal, con el diseño de un recinto ferial de más de 16 hectáreas equivalente a 160.000 metros cuadrados. Más allá del Plan General de Ordenación conviene recordar las labores cotidianas titánicas para transformar el espacio, desde arreglar y tapar acequias, instalar desagües, acondicionar los viales con cañerías de agua y gas, … Los puentes del Real y del Mar se ensancharon facilitando el paso desde los poblados del este y del norte de la ciudad pero sobre todo resultó emblemática la nueva Pasarela, que revalorizó la zona. En este contexto se adoquinó el camino paralelo a la Alameda, llamado de la Soledad. En la otra parte del río el antiguo barrio de Pescadores se planeó de nuevo con calles rectilíneas y edificios oficiales.
Mas de cien municipios y casi un millar de expositores dieron cuenta de los logros del campo y la industria
En principio se pensó en levantar para el certamen algunos pabellones pero acabaron siendo demolidos, quedando sólo el Palacio Municipal o de la Exposición que es conocido por su uso como la Tabacalera y otras infraestructuras menores. Allí donde antes hubo terrenos de huerta y solares abandonados se alzan hoy avenidas precisas, edificios públicos y privados de gusto modernista y espacios de ocio que proclaman el espíritu de la modernidad iniciado hace más de un siglo.
Publicidad
Identidad valenciana.
Se trató del primer gran proyecto de interés colectivo, quizá antecedente de la Feria Valencia, promoviendo una nueva arquitectura modernista encarnada en la demarcación del Ensanche. y especialmente en numerosas fachadas de la Gran Vía en una combinación inédita de edificios que van del renacimiento francés, el modernista de Viena o la marca neogótica de reminiscencias medievales.
El himno oficial del certamen, costeado por el Ateneo Mercantil y estrenado en el evento, obra del maestro José Serrano con letra de Maximiliano Thous, fue adoptado como Himno Regional de la Comunidad Valenciana, marcando la identidad colectiva de generaciones posteriores.
Publicidad
La conciencia de progreso y de situar a Valencia como vanguardia europea ante los ojos de España y el resto de países, marcó un hito en la memoria colectiva.
La memoria de la exposición continúa viva en el urbanismo, el patrimonio, en la música y en la forma de entender el progreso en Valencia
Integrando el pasado.
La memoria de la Exposición Regional continúa viva en el urbanismo, en el patrimonio, en la música y hasta en la forma de entender el progreso en Valencia. Estos proyectos urbanos posteriores no sólo buscaron aprovechar el legado arquitectónico de la exposición, sino también responder a las necesidades de crecimiento demográfico y económico de Valencia en el siglo XX, consolidando una nueva imagen de ciudad moderna y con infraestructuras adecuadas para la industrialización y la mejora de la calidad de vida.
Sin duda, la Exposición Regional Valenciana de 1909 fue mucho más que un evento circunscrito a la muestra industrial y comercial porque permitió una transformación colectiva que proyectó la ciudad hacia la innovación como muestra la huella del paisaje urbano y que aportó signos perennes del alma valenciana.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión