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Varias personas observan el edificio de Campanar, este viernes. JLBort

Cómo superar el shock psicológico tras una tragedia como la de Campanar

Los expertos advierten de que cada persona reacciona diferente pero que en los primeros días lo habitual es un estado de shock, ansiedad, negación de la realidad, pesadillas y después pueden desarrollar estrés post traumático

José Molins

Valencia

Viernes, 23 de febrero 2024, 14:04

Nadie está preparado para vivir una situación tan dramática como la catástrofe que ha supuesto el incendio del edificio de Campanar. Los propios afectados, tras poder salir de su vivienda en llamas, veían desde la calle atónitos cómo el fuego destruía la gigantesca finca. Esto puede generar múltiples síntomas psicológicos, como explican los expertos valencianos, que inciden en que a cada persona le afecta de una manera distinta, pero que en general la ayuda inmediata de un profesional resulta fundamental para prevenir futuros problemas, así como también contar con un apoyo social y familiar.

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Desde el shock inicial, la ansiedad y un estrés agudo que dura hasta el primer mes, y más allá de ese tiempo, episodios recurrentes de pesadillas y un estrés post traumático son los síntomas frecuentes que suelen tener las víctimas de sucesos como este. «Los primeros momentos son muy intensos, va a prevalecer la incredulidad desde ese shock inicial, inesperado y súbito, al que no me he podido preparar», expresa Mariano Navarro, psicólogo clínico y emergencista. «En pocos segundos mi vida cambia radicalmente, pierdo todos mis recuerdos en pocos minutos. Esto va a generar secuelas, un duelo posterior, por eso tiene mucha importancia recibir asistencia psicológica no sólo después de la tragedia, sino en el momento inmediato, cuanto más inmediato mejor, y esa labor fundamental es la que hacemos los psicólogos de emergencias», añade Navarro.

Para Eva Lucas, miembro del grupo de trabajo de emergencias del Colegio de Psicología de la Comunitat (COP) «pueden aparecer reacciones iniciales como ansiedad, irritabilidad, angustia, trastornos del sueño. Lo normal es que esta noche y las siguientes no hayan podido dormir ninguno, que tengan dificultades en los próximos días, muestren mucha preocupación por la situación en la que se han quedado, por lo que va a ser de ellos en el futuro, por cómo van a empezar la vida a partir de ahora, cómo continuar», apunta la experta.

Cualquier reacción en estas primeras horas y días es lógica, según los expertos. «Van a aparecer reacciones psicológicas normales por esta experiencia traumática. No se puede diagnosticar ahora mismo a nadie de nada, hay que hacer un seguimiento posterior de las víctimas, porque pueden aparecer reacciones posteriores, como un estrés agudo al principio, y dentro de un mes ya sería estrés post traumático, así como pesadillas que van a interferir en su rutina normal», establece Navarro.

Apoyo de familia y amigos

Lucas añade también que tener familia y amigos cerca ayuda mucho a las víctimas a sobrellevar estos momentos. «Las personas cuando cuentan con un apoyo social amortigua todos los síntomas. Quizá a los vecinos que son de fuera y estaban solos en Valencia puede que les afecte más, porque el apoyo social ayuda a gestionar todas las situaciones, y en casos de catástrofe es fundamental contar con ese apoyo de la familia y amigos», dice la experta. Para Mariano Navarro «no hay lógica ni normativa para volver a recuperar su vida, cada persona reacciona diferente, unas en un tiempo más breve, ya sea por una mayor resiliencia o el apoyo social de entorno, y hay otras que pueden quedarse ancladas al trauma y surgir una patología posterior», expresa.

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El psicólogo diferencia entre tres tipos de víctimas. Las directas, que son los vecinos que estaban dentro del edificio y han visto cómo peligraba su vida, las indirectas, que son las familias, que han estado viendo en riesgo a sus seres queridos, «y eso ha causado también un fuerte impacto en ellos, así como la sociedad valenciana, que ha visto la tragedia y se ha movilizado», detalla Navarro. Y también están las víctimas ocultas, que se refiere a los equipos intervinientes, bomberos, policías, rescatadores, sanitarios, «que han estado en una situación con mucho impacto emocional y les genera reacciones internas, porque debajo de cada uniforme hay un ser humano y van a necesitar apoyo psicológico posterior», destaca el experto.

También Eva Lucas pone el foco a que este suceso ha dado en el punto de flotación de la seguridad de cada persona, su casa, donde más seguro se siente cada uno. «Estas personas pueden presentar miedo a que vuelva a suceder un incendio en su casa, se pierde la sensación de seguridad y más en casa, nuestro lugar seguro», apunta. «Pueden también mostrar temor y evitar ahora las fuentes de calor, como tener miedo a encender el gas», añade. Y además, les va a afectar la celebración tan inmediata de las Fallas. «Seguramente esas personas anímicamente no se encuentran con fuerzas para estar en Fallas y menos en la cremà. Cada uno tiene que decidir qué hará, pero su estado de ánimo no está acorde con lo que se vive en la ciudad, además el protagonista de la fiesta es el fuego y pueden rememorar lo que ha sucedido», explica.

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Pesadillas

Las pesadillas también va a ser un problema común que pueden tener muchos de los afectados. «Reviven el suceso traumático en forma de pensamiento, imágenes y pesadillas, y eso afecta a todas las edades, aunque los grupos vulnerables pueden experimentar más síntomas», indica Lucas sobre si los niños y los ancianos pueden tener más problemas de sueño. «Ha corrido peligro su vida y generan síntomas como ansiedad, sensación de irrealidad, de 'esto no me puede estar pasando a mí', responden con temor intenso, llorando, gritando, con manifestaciones de todo tipo, como temblores. Y hay otras personas que aparentemente están normales y no lo manifiestan tanto», añade la psicóloga.

Por su parte, Navarro lamenta que desde hace dos años, el gobierno del Botánico ha desmantelado el equipo de más de 50 psicólogos que había en la Asociación de Psicoemergencia de la Comunitat, que dirigía él, porque según manifiesta, el anterior Consell no pretendía remunerar el trabajo de este equipo y pretendía que únicamente prestasen atención a las víctimas de las tragedias de forma voluntaria y gratuita. «La Administración anterior nunca nos ha atendido, valorado ni considerado para que el grupo formara parte de los recursos de emergencias, no nos querían pagar», critica Navarro.

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