María José Catalá, alcaldesa de Valencia

Larga ovación a la que se suma el público asistente, su propio grupo municipal (por supuesto) e incluso los concejales de la oposición: buen estilo para estrenar la nueva etapa, como suele ocurrir en la política local, donde las formas tienden a mantenerse. Catalá sale de la mesa presidencia para recibir nuevas felicitaciones, los grupos se diseminan por corrillos, se levanta la sesión y LAS PROVINCIAS se despide de quienes nos han acompañado al otro lado de la pantalla. Ha sido un placer: dos horas más que largas para trasladar a nuestra audiencia los pormenores de una sesión histórica.

Avanza su discurso con nuevas promesas, en este caso al respecto de la ampliación del Puerto. Y un anuncio: ser reivindicativa ante Moncloa «gobierne quien gobierne». «Voy a llevar a esta ciudad a lo más alto», asegura. Es la fase final de su intervención, con más referencias a Sorolla y al concepto que denomina «progreso moderno». «Valencia vivió hace más de dos décadas una transformación con ojos de mujer», ha proclamado en su única referencia expresa a Rita Barberá, que le sirve para avanzar su intención de protagonizar «una segunda transformación compartida por los valencianos, con cercanía y sin generar enfrentamientos». «Ha vuelto la buena política, la política sana», ha concluido, antes de emocionarse con nuevas referencia a su familia, incluyendo a su pequeño hijo, Francesc, recién nacido y presente en el Ayuntamiento. «Voy a desvivirme por Valencia»: cinco palabras que resumen su discurso y sus promesas para el gobierno de la ciudad que acaba de inaugurarse.

Recuperar el patrimonio cultural, cuidar la huerta, atender la Albufera y las pedanías «escuchando a los que saben», avisa: en esas palabras reside otro de sus anuncios, que combina con otra promesa que se escuchó en campaña, la mejora de la complicada situación que vive la zona de La Marina para que se convierta en «el eje de la modernidad» en Valencia. La fachada marítima vivirá, según Catalá, otra de sus obsesiones, su kilómetro cero: soterrar las vías en Serrería, acabar con el muro ferroviario y concluir el jardín del Turia configuran sus propuestas para ese sector de Valencia. «Nos vamos a hacer valer en España», recalca.

Atender a los mayores y a la infancia, mejorar la gestión administrativa, avanzar en la mejora de la economía y el empleo... Catalá desgrana la parte esencial del mandato que se abre para estos cuatro años, incluyendo otras promesas hechas en campaña: combatir la suciedad, mejorar la seguridad ciudadana y procurar que la movilidad deje de ser un foco de tensión, con alternativas al vehículo privado. Defensa de la señas de identidad propias, en convivencia con España y Europa («Valencia es España y España es Valencia», recalca«) es otra de los anuncios que ha lanzado con mayor vehemencia.»

Cita también a Blasco Ibáñez cuando aborda su programa para el sector cultural y proclama un modelo de gestión ambicioso que corona introduciendo su discurso, como ha ocurrido en el caso de quienes le han precedido en el uso de la palabra, referencias a la polémica por las palabras de los futuros socios de Vox en el Consell. «Ni un paso atrás contra la violencia de género ni una lección más» , subraya la nueva alcaldesa.

«Por encima de los partidos, está la ciudad», observa Catalá, que cita a la filósofa valenciana Adela Cortina para fortalecer su promesa para avanzar en el consenso «desde la firmeza». De sus palabras traslada a la oposición su compromiso en el acuerdo: «Todos debemos estar a la altura de los valencianos». «Las decisiones que tomemos los próximos cuatro años marcarán el devenir de las siguientes décadas», añade. Progresar con una mano y cuidar con la otra: en esa imagen enmarca Catalá el tono que pretende imprimir a su mandato

«Hoy Valencia empieza un nuevo tiempo y empieza a pintar un nuevo lienzo»: las palabras de Catalá en homenaje a Sorolla, el inmortal artista muy presente en sus palabras, que incluye un agradecimiento a todos quienes les precedieron en ese cargo, incluyendo a Joan Ribó. «Siempre tendrás mi respeto», le dice directamente.

Recuerdo emocionado a sus raíces, las paternas vinculadas al frente marítimo de la ciudad y las maternas, a la cercana huerta, fase durante la cual vuelve a expresarse en valenciano. Alcaldesa y madre, se reconoce Catalá, orgullosa de su etapa al frente del Ayuntamiento de Torrent.

Alterna en su discurso el castellano y el valenciano y comienza felicitándose por la alta participación registrada en las recientes elecciones. Promete no fallar a la ciudadanía y dejarse la piel en respuesta a su confianza, antes de recrearse en una ruta por la historia de la ciudad y de sus habitantes más distinguidos a lo largo de los siglos. «En Valencia nunca bajamos los brazos ante las dificultades», recuerda. Aspiramos a ser la capital cultural del Mediterráneo, avanza. Luego confiesa ser consciente de cuanto la ciudadanía espera de su equipo de Gobierno: «Valencia es mucha Valencia y está por encima de todos y de todo». Frase para abrochar esta fase inicial de su primera intervención como alcaldesa: «Recuperar la luz de Valencia».

Ovación para Caballero y turno para la nueva alcaldesa. Primera intervención de María José Catalá al frente del Ayuntamiento, desde la mesa presidencial: reclama un atril para pronunciar su discurso y ataca el comienzo de su intervención saludando a los asistentes a la sesión

Mientras Caballero concluye su discurso tendiendo la mano a la oposición, simpatizantes del PP se agrupan ante la sede de su partido para sumarse a la jornada de celebración para Catalá y los suyos

«Valencia ha votado futuro», opina Caballero. Mejorar la gestión económica, agilizar las licencias, apostar por la centralidad y la moderación «frente al miedo de quienes no aceptan las decisiones de las urnas». Ahí reside según el PP la fisonomía del Gobierno entrante, con otro aviso: «Se respirará libertad y nadie cuestionará a las mujeres», sostiene poniendo a la nueva alcaldesa como símbolo de sus palabras y de un estilo de entender el «feminismo real frente a eslóganes vacíos». Una manera de pronunciarse sobre la controversia suscitada hace 24 horas por los socios de Vox en el Consell.

Estabilidad, rigor, responsabilidad, sentido común... Sobre estos criterios promete Caballero edificar el futuro Gobierno, que promete «transformar la crispación en gestión» antes de lanzar otro compromiso, muy presente en el discurso del PP durante la campaña: la anunciada rebaja de impuestos. Un mecanismo de «empatía» con la ciudadanía

Por el Grupo Popular, toma la palabra Juan Carlos Caballero, que saluda a Mazón, desea lo mejor para Ribó y felicita a Catalá por su flamante nombramiento. «Hoy los valencianos miran con orgullo a la alcaldesa que prefieren», asegura, antes de garantizar que el nuevo Gobierno gestionará la ciudad pensando en todos sus habitantes, mientras recuerda los votos recibidos por sus siglas y recalca que fueron las triunfadoras en todos los distritos valencianos.

Ribó concluye su intervención proclamando su orgullo y trasladando su preocupación por la futura gestión del PP. Promete colaboración pero también una encendida defensa de sus reivindicaciones frente al gobierno de Catalá. Aplausos antes de tomar su silla como jefe de la oposición

Esta foto ilustra por cierto el nuevo reparto de papeles en el Ayuntamiento: el exalcalde en el atril, la nueva alcaldesa en el sillón presidencial

Continúa Ribó con la fase de su discurso destinada al autoelogio, un enfoque tal vez desconcertante, igual que ocurrió con las palabras de Gómez: como si la ciudadanía no se hubiera pronunciado al respecto de su gestión hace menos de un mes. Incluye el líder de Compromís en su intervención una promesa de defender las playas del Saler y la Albufera, todo un aviso respecto a los planes de Catalá de promover la ampliación del Puerto

Mientras avanza la toma de posesión, las novedades se acumulan, como ésta de alto poder simbólico: la primera decisión de la nueva alcaldesa repone en un lugar de honor la imagen de la Virgen

El alcalde saliente, como ha hecho Gómez, repasa también su gestión en términos autoelogiosos, reivindica su labor en el saneamiento de las cuentas municipales, alardea de las intervenciones urbanísticas y avisa a Catalá, reprochando su trayectoria cuando fue alcaldesa de Torrent: «Por sus hechos los conoceréis».

Turno para Ribó, que felicita a Catalá tanto por el reciente nacimiento de su hijo como por su triunfo en las urnas. «Nuestra manera de concebir la ciudad es muy distinta a la suya», recuerda, antes de prometer una oposición que descarte ante el PP «el no por el no». Un tono mucho más amable que el empleado por Gómez.

El discurso de Gómez incluye un alegato contra Vox y PP a cuenta de la defensa del actual marco regulador de la lucha contra la violencia machista. «De mujer a mujer se lo pido», ruega a Catalá: le reclama una rectificación a las declaraciones de la víspera de los dirigentes de Vox. «Se puede ser alcaldesa con un modelo de ciudad superado o incluso sin modelo, pero eso no dura mucho tiempo. siempre se impone el progreso». Aplausos de los suyos y de los antiguos socios de Compromís cuando concluye su discurso.

La nueva alcaldesa escucha los discursos sin inmutarse desde su sillón. En esta foto, el momento exacto en que Ribó acaba de proceder al relevo en el primer Ayuntamiento de la Comunitat

Su intervención avanza también el tono duro que se supone que será dominante durante los próximos cuatro años: no parece el propio de una toma de posesión, sino que desde el primer momento alerta al PP de que no tolerará que Catalá sea rehén de Madrid, donde ubica a su auténtica jefa (Isabel Díaz Ayuso, se supone). La nueva alcaldesa se va haciendo una idea del tipo de discurso que se escuchará en el salón de plenos durante su mandato.

«El futuro Gobierno debe extremar la prudencia», advierte a Catalá, mientras repasa su gestión como socia de Compromís durante ocho años. Una intervención muy vehemente, casi en clave electoral. Como si el 28-M no hubiera pasado ya hace unos días, que incluye su «orgullo» por las supermanzanas y la rehabilitación del Cabanyal, entre otros logros que se atribuye. «Os dejamos la mejor ciudad del mundo para vivir, así que por favor procuren cuidarla y no la estropeen», exige al nuevo equipo de Gobierno.

Turno para Gómez, en nombre del PSPV, que aprovecha para agradecer su apoyo a los votantes que eligieron el 28-M la papeleta de sus siglas. Promete no fallarles desde la oposición y añade que el relato de la ciudad «se escribe a varias manos», mientras reclama de Catalá que «en cada decisión que tome sea consciente de que una alcaldesa es garante de la convivencia y el respeto». Le felicita por su nombramiento y le invita a pensar en la ciudadanía y a eliminar de su gestión el fanatismo.

En este enlace , por cierto, te contamos quiénes son los nuevos ediles de Vox, mientras Badenas, su líder, sigue lanzando avisos a Catalá: reproches por no haber contado con su grupo. Dice que se trata (atención) de una decisiòn «amoral». Lo dicho: emociones fuertes desde el primer día

El secretario invita a Ribó a que abandone el trono municipal. Cambio de guardia en el Ayuntamiento. «Es un honor inmenso», confiesa Catalá, ya instalada en la silla de alcaldesa. Cede la palabra a los portavoces municipales, empezando por Badenas (Vox), que felicita a Catalá y le recuerda que ha sido nombrada «pero no elegida». Un matiz que promete emociones fuertes en el mandato que acaba de inaugurarse y apunta hacia la decisión de la nueva alcaldesa de asumir en solitario el Gobierno municipal, sin apoyarse en Vox. «La lealtad no consiste en la lisonja», avisa Badenas.

Catalá toma posesión desde el atril en la mesa presidencial luego de recibir las muestras de cariño de Ribó, que le traspasa la vara de mando y se suma al aplauso unánime

Ribó pronuncia el nombre de María José Catalá como nueva alcaldesa y una ovación estalla en el Ayuntamiento

Concluido el recuento, toma la palabra el alcalde saliente: 33 votos emitidos y escrutados. Catalá se lleva 13 papeletas y el resto de candidatos, los propios de sus partidos. Valencia tiene nueva alcaldesa

Cuatro montoncitos con las papeletas que va formando el secretario municipal contienen los nombres de los aspirantes, que va leyendo Ribó en voz alta

El secretario va tomando nota con papel y bolígrafo mientras se repiten los nombres de los candidatos: Catalá, Ribó, Gómez y Badenas

Llopis y Ribó votan también, como miembros de la mesa de edad, en último lugar. Y comienza el recuento de papeletas.

Avanza mientras tanto la constitución de otros ayuntamientos en toda España, con alguna novedad, como ésta que te contamos en Vitoria

Prosigue el ritual: cada edil introduce en una urna la papeleta con su elección, una ceremonia que inaugura Catalá y los demás concejales del Grupo Popular. Les tocará a continuación a los de Compromís, PSPV y Vox

Foto de la toma de posesión de Catalá como concejal, mientras los ediles anotan en un papel a su candidato para alcalde. O alcaldesa

Cada grupo presenta como candidato a su jefe de filas, como manda el protocolo y cierta tradición. Votación secreta en papeleta para enfilar el momento central de la sesión

Ribó declara acto seguido constituida la nueva Corporación. Avanza la sesión hacia la proclamación de Catalá: el secretario invita a los grupos municipales a que presenten sus candidaturas

En otra tribuna, José Vicente Morata (Cámara) y Cristóbal Aguado (AVA), junto a Navarro (CEV)

Expectación en los palcos de invitados, donde coinciden por ejemplo los rectores de la UV y de la UPV con Mazón y Pons

Llega el momento de los ediles de Vox: Badenas jura el cargo y precede a sus compañeros. Frialdad con Ribó y Llopis en el saludo

Turno ahora para la bancada socialista. Toma posesión su jefa de filas, Sandra Gómez. Promete su cargo e incluye un alegato en defensa de las mujeres «especialmente, de las víctimas de violencia de género». Una alusión directa a la polémica de las últimas horas, desatada por Vox

Grezzi, vestido con una camiseta que incluye una calavera (símbolo del club de fútbol alemán St. Pauli), incluye por su parte una promesa adicional al texto de toma de posesión: dice que estará al servicio de una Valencia antifascista

Los ediles de Compromís van tomando posesión de su cargo luego de hacerlo los del PP. Algunos incluyen, como ha hecho Ribó, aportaciones propias al texto protocolario. Pere Fuset, por ejemplo, ha aludido a la defensa del Derecho Civil

Desde la tribuna de invitados, Carlos Mazón, futuro jefe del Consell, sigue atento la ceremonia del traspaso de poderes. El líder del PP ha llegado al Ayuntamiento acompañando a Catalá y al resto de sus compañeros de partido

Van desfilando los demás concejales para el mismo rito protocolario. Caballero, Ferrer, Marí... Y el resto de ediles del Grupo Popular

Es el turno ahora de Catalá: opta por jurar su cargo, también en valenciano. Ribó le impone la medalla, en un ambiente de camaradería. Sonrisas mutuas.

El secretario invita a jurar o prometer su cargo a los nuevos ediles, empezando por Llopis y Ribó: Llopis promete y recibe la primera ovación de la jornada. Ribó también utiliza la fórmula de la promesa. Ambos, en valenciano. El alcalde saliente aprovecha para incluir otra promesa: que defenderá la huerta, las playas del sur y la Albufera de «cualquier agresión». Otra descarga de aplausos

El alcalde cede la palabra al secretario municipal. Comprobación de credenciales y demás protocolo previo al momento cumbre de la jornada