Revolución en la EMT: cambiarán dos de cada tres líneas para hacer una red más rápida y que llegue a los barrios periféricos

Además, la EMT del futuro será más rápida o no será. El plan propone una red para los próximos años con más líneas que vayan a la periferia de la ciudad, sí, pero con importantes cambios en el discurrir por las calles de Valencia, al entender que es una red «madura» y que el 99% de los valencianos tienen una parada a menos de 3 minutos a pie de su casa. Es por eso que los principales cambios que la empresa plantea para los próximos años pasan por modificaciones de la planta viaria de distintas calles para conseguir mayor velocidad comercial, dado que los buses gastan uno de cada cuatro minutos de su día a día en atascos.

Las paradas a las que se ven sometidos los autobuses de la EMT les hacen perder uno de cada cuatro minutos. La mitad de esas paradas suponen más de medio minuto con el vehículo detenido, con el cruce de Islas Canarias con la calle Menorca como uno de los puntos negros: se pierden ahí más 62 minutos al día por un giro a la izquierda. El 12% del día, el autobús está parado. Según los cálculos de la EMT, las detenciones por congestión de entre 80 y 300 segundos suponen 486 horas al día, que permitirían realizar 1,6 millones de kilómetros adicionales al año. Eso supone «poder aumentar un 8% las expediciones anuales a coste operativo cero si se aumenta la velocidad comercial», según ha explicado la empresa en la Mesa de la Movilidad.

La mejora de la velocidad comercial es el mayor desafío operacional que enfrenta la EMT para poder convertirse en una alternativa eficaz para todos aquellos ciudadanos que no son usuarios habituales de los autobuses urbanos en sus desplazamientos por la ciudad, así como para mejorar las condiciones de confiabilidad, regularidad, confort y oferta para los ciudadanos que sí utilizan la EMT a diario para moverse.

El plan director propone la creación de 23,8 nuevos kilómettos de carriles-bus para disponer de una red de 123 kilómetros, así como actuar sobre 18,4 kilómetros de carriles-bus existentes, lo que incrementará los niveles de segregación y, por consiguiente, la velocidad comercial. Estos cambios se plantean, sobre todo, en el centro y en las grandes vías, donde se segregarán los carriles, y en grandes avenidas como la del Puerto, que perdería un carril para crear un doble carril bus; o en Baleares, por donde ahora no pasa el autobús: en esta avenida se plantea pasar de cuatro a dos carriles para el tráfico rodado. En la Alameda, entre el puente del Real y el puente de la Exposición, el plan propone perder dos carriles sentidos sur para cambiar el aparcamiento a modo batería en la mediana y así poder ganar espacio para un carril bus sentido Viveros. Con la puesta en marcha del plan es aumentar la velocidad comercial para superar los 14 kilómetros por hora a que circulan los buses de media.

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha presentado este martes el plan, que se implementará desde el año 2025 y tiene un plazo de implantación hasta el año 2030, aunque las previsiones es que su puesta en marcha finalice antes del umbral previsto. Este plan supone renovar la flota de autobuses con 218 nuevas unidades, la mayoría de ellos eléctricos y articulados, lo que permitirá ampliar, modificar y cambiar las líneas hasta llegar a una red de 44 líneas de la EMT.

«El papel que juega la EMT en la estrategia de movilidad sostenible de la ciudad de Valencia es fundamental, ya que se configura claramente como prestador básico de servicios de movilidad. Los objetivos del plan aumentar las frecuencias, oferta de plazas y reducir los tiempos en los recorridos para convertir a la EMT en una de la redes de transporte más eficaces de España. Si queremos reducir la presencia del coche de la ciudad debemos tener la mejor red de transporte público, tanto de EMT como de metro», ha señalado Carbonell.

A partir de los objetivos generales, se han definido unos objetivos específicos de EMT en los próximos años como principios rectores de la formulación estratégica. La empresa quiere prepararse para «superar con comodidad y holgura la barrera de los 500.000 pasajeros al día y los 125 millones de pasajeros anuales, en condiciones de confort y seguridad adecuados», según ha explicado el edil. Se busca lograr más del 50 % de cuota de reparto modal entre los modos de transporte público. Además, entre los objetivos están incrementar la cuota del reparto modal del transporte público hasta un mínimo de 30% en los barrios y optimizar los kilómetros recorridos anuales de modo que se pueda incrementar la oferta por encima de 21 millones con holgura.

La EMT busca mantener niveles de ocupación entre los 30 ó 35 viajeros por expedición de promedio y disminuir la edad media de la flota por debajo de los 7 años. El plan tiene como objetivo conseguir que 500.000 pasajeros utilicen la EMT a diario para sus desplazamientos por la ciudad. Para ello, se ha fijado como reto incentivar que al menos 72.000 no usuarios se pasen a este transporte público urbano. Entre estos no usuarios el 40 % utiliza el vehículo privado para moverse por Valencia y serían mayormente una población adulta y joven. Para conseguir que se pasen a la EMT, el plan propone una serie de acciones que se pondrán en marcha en los próximos años que pasan por la remodelación de líneas, el aumento de las frecuencias, menos trasbordos o la utilización de vehículos menos contaminantes, entre otros.

Las paradas del centro son las que registran mayor demanda de toda la ciudad. El 28% de los viajeros subidos y el 33% de los viajeros bajados de toda la red se localizan en el centro. «Recuperar el paso de las líneas de EMT por el centro contribuye a proporcionar conexiones más directas a la mayoría de usuarios que tienen como origen o destino el centro de la ciudad», ha indicado el concejal. El 44% de la demanda se concentra en apenas 10 líneas, que constituyen la red troncal de rutas sobre las cuales se puede estructurar el resto del servicio.

Además, se ha configurado la EMT como el sistema de transporte resiliente de la ciudad, capaz de asegurar la movilidad de los ciudadanos incluso en situaciones adversas. Las pautas de movilidad de los habitantes de Valencia han cambiado con el desarrollo de la ciudad y, en especial tras la pandemia, se han intensificado las tendencias de viajes más largos a nivel metropolitano junto con viajes más cortos, en modos más sostenibles, dentro de la ciudad, al mismo tiempo que se registra un grado de utilización del transporte público en niveles máximos.

Este plan permite a la EMT afrontar esta serie de retos de primera magnitud, tanto desde la perspectiva inmediata de provisión de servicios de transporte, como desde la visión a medio plazo teniendo en cuenta la evolución de las variables socioeconómicas de la ciudad de Valencia, las nuevas tecnologías y, por supuesto, las demandas de movilidad de la ciudadanía.

La EMT se enfrenta al aumento de vecinos de la ciudad, que ha subido un 4,5% en dos años al llegar a los 844.000 habitantes. Asimismo tras estar años sin crecer en demanda, el número de viajeros excedió en 2023 la situación anterior a la pandemia. Se registró un número récord de viajeros en 2024, por encima de los 115 millones. Este 2025 ya se encuentra un 5% por encima del ejercicio anterior.