La Policía Local de Valencia paraliza unos trabajos sin permiso en un bajo del convento de la Encarnación

El Ayuntamiento ha requerido al Real Convento de la Encarnación de Valencia para que, en el plazo de dos meses aporte la documentación necesaria que justifique las obras ejecutadas en el número 64 de la calle Guillem de Castro, paralizadas debido a la falta de licencia por parte del Consistorio.

La resolución fue firmada el pasado lunes por la alcaldesa accidental Pilar Bernabé, con la «expresa advertencia de que, si transcurrido dicho plazo, sin efectuarlo, se acordarán las medidas de restauración de la legalidad previstas» incluida, en su caso, la demolición de las edificaciones realizadas ilegalmente, el cese de los suministros de servicios públicos, anotación en el Registro de la Propiedad o comunicación al Catastro inmobiliario.

Las obras paralizadas se refieren a unos bajos comerciales situados en una parte del convento, que recae a la calle Guillem de Castro y se extiende por una manzana completa en el barrio de Velluters. El 26 de julio se recibió «boletín de denuncia de la Policía Local» acerca de la dirección citada, donde se indicaba que «se están realizando obras en los dos bajos, derribando el tabique de separación y uniéndolos, colocando vigas de contención».