El dinero que mueven las hamacas de la playa de Valencia
La concesionaria paga en el nuevo contrato un canon anual de casi un millón de euros por cuatro meses, más del triple de lo que abona la empresa que lleva el servicio en Benidorm todo el año
Lola Soriano Pons
Valencia
Martes, 10 de junio 2025, 00:34
No todo el mundo puede desplazarse a la playa con su propia sombrilla y sillita o tumbona, por eso, en los arenales de la playa urbana de Valencia se ofrece desde hace décadas el servicio de alquiler de hamacas y de las típicas sombrillas de brezo, pero ¿se han preguntado alguna vez cuánto dinero mueven estos codiciados espacios para refugiarse del sol y disfrutar de la brisa marina?
En el caso del Cap i Casal, la empresa que gestiona el servicio con zonas de sombrillas, tumbonas y quioscos, tendrá que pagar con el nuevo contrato al Ayuntamiento de Valencia un millón de euros al año por 16 puntos de quioscos en las playas del norte del Cabanyal y Malvarrosa con 2.500 hamacas y 700 sombrillas, un montaje que, además, este año llega casi con dos meses de retraso, porque no se resolvió la adjudicación hasta el pasado viernes y no pudo haber servicio mínimo en abril e inciio de temporada en mayo.
Como el contrato es de un año y con tres prórrogas de un año cada una se abonarán hasta 2028 un total de 4 millones de euros. Esta cantidad, supone un canon anual directo al Ayuntamiento de 905.178 euros, según consta en el contrato, y como el Ayuntamiento tiene que abonar 151.201 euros a Costas por el uso del arenal, este dinero también se repercute a la empresa que presta el servicio.
Lo llamativo del asunto es que hasta el pasado año el canon anual que se pagaba al Consistorio era de 372.331 euros. En esta ocasión, se ha triplicado porque se ha licitado de nuevo el servicio y, al parecer, había transcendido que iban a ser varias las empresas que se iban a presentar, algunas de ellas con potencia económica. Hay que recordar que en estos últimos años sólo había optado una, y para garantizarse el contrato, la adjudicataria, Mar y Sombra, había querido ir sobre seguro para poder continuar, y ofertó una cuantía económica al alza del 300%. Esa ha sido la razón de que se ha disparado este año el canon.
Y todo ello a pesar de que en la licitación se marcaba el canon de temporada en la Malvarrosa por 70.944 euros, en la playa del Cabanyal por 186.388,68 euros; en Pinedo por 9.192,74 euros y en El Saler por 5.748,60 euros, lo que sumaba un canon de salida de 272.274,08 euros, pero que por el alza económica ante el miedo que se presentaran más empresas, se ha llegado a triplicar.
A pesar de ello, la empresa mantendrá los precios de 9 euros el alquiler de la hamaca y el mismo precio por las sombrillas. En la vecina playa de Patacona rondan los 10 euros.
Además, el precio a pagar al Valencia cuenta desde el 26 de mayo, si bien hasta mitad de junio no estarán los 16 puntos de atención montados porque se ha producido un retraso de dos meses en el montaje, ya que el Ayuntamiento no resolvió el concurso hasta el pasado viernes.
Dos millones de beneficio
Si tenemos en cuenta el negocio que se genera alrededor de las hamacas y sombrillas en Valencia, cabe destacar que la empresa Mar y Sombra logró en 2024 una facturación de seis millones de euros, si bien, el beneficio después de impuestos fue de poco más de dos millones de euros.
Otro dato a tener en cuenta es que la empresa concesionaria pagará un millón de euros por cuatro meses de servicio, desde junio hasta octubre, pero en una ciudad referente en el turismo, como es el caso de Benidorm, conocida en todo el mundo, el servicio no sólo se presta en verano, sino que se oferta todo el año.
En la ciudad referente de la Costa Blanca es la empresa RA Benidorm la que gestiona los servicios, con 6.315 hamacas y 2.540 sombrillas que están a disposición de los clientes los 12 meses del año.
En este caso, el canon que se paga al Ayuntamiento de Benindorm es de 270.000 euros al año, por lo tanto el canon de Valencia lo triplica. La concesionaria de Benindorm comenzó el contrato vigente en 2017 y cuenta con la posibilidad de cinco años de prórroga y, además, se prolongó los años de explotación para compensar la situación sobrevenida de la pandemia.
También hay que tener en cuenta que la concesionaria de Benidorm, la firma se hace también cargo de los servicios de Salvamento, limpieza y playas accesibles y, por tanto, el canon se calcula descontando la cantidad que debería de pagar el Consistorio por estos últimos servicios. Y en estos arenales la sombrilla cuesta 6 euros y la tumbona ese mismo precio.
En este caso, la concesionaria obtuvo en 2023, los únicos datos publicados, 5.895.281 euros de facturación, pero en beneficios después de impuestos se quedó sólo en 45.040 euros, si bien en 2022 alcanzaron los 260.890 euros.
Lo que sigue sin conocerse es si finalmente habrá hamacas en Pinedo y El Saler este verano, porque en el primer intento el concurso, en estas dos zonas ha quedado desierto.
Ninguna empresa ha optado, pero no ha sido por una cuestión económica, sino porque el Ayuntamiento ha decidido demorar al mes de julio el inicio de la campaña en estas playas del parque natural.
En el caso de Pinedo, se proponía iniciar el servicio de hamacas, sombrillas y quioscos el 1 de julio y terminar el 11 de septiembre y, en El Saler, igualmente se proponía empezar el 1 de julio y terminar el 3 de septiembre, cuando otros años se ha empezado a prestar en el mes de mayo.
Precisamente el hecho de contar con dos meses menos para hacer caja se ha traducido en que el concurso ha quedado desierto porque ninguna empresa lo ha visto rentable.
Faltará ver si la concejalía consigue cambiar alguno de los condicionantes para atraer a alguna firma o si consigue hacer alguna adjudicación directa, porque de lo contrario, los vecinos o turistas que quieran disfrutar de las playas de El Saler y Pinedo no lo harán en igualdad de condiciones, porque no se dará este servicio.
En cuanto al motivo que había justificado el Ayuntamiento para no poner antes las hamacas en estos puntos, tal como se recoge en el informe, se habla de la nidificación de aves. «Para la playa natural de mayor protección, El Saler (N4 especial protección) se ha reducido el período de instalación o la localización por motivos medioambientales».
Y hacen referencia directa al «periodo de nidificación de determinadas aves, por ello, se estima que las instalaciones se podrían reducir por circunstancias de fuerza mayor y con la conformidad del servicio gestor». Y concluyen en el pliego de condiciones que por eso «se establece para estas playas que la instalación de estos equipamientos no podrá empezar antes del 1 de julio de cada año».
Además, se da la circunstancia que este año en El Saler tampoco se iba a dejar instalar quioscos, sólo hamacas y sombrillas, una nueva exigencia que ha tumbado cualquier intención de presentarse.
De este modo, si hasta el año pasado había tres puestos de quioscos, sombrillas y hamacas en Pinedo y hasta cinco zonas en El Saler, este verano, a no ser que haya un cambio de última hora, no habrá ninguno. Tocará volver a la playa cargados de la nevera con hielo y las sillas plegables.
Por otro lado, todavía sigue pendiente saber qué pasará con la playa can de Pinedo, el espacio de 6.000 metros cuadrados acotado destinado a los perros que acuden acompañados de sus propietarios.
Desde la concejalía de Playas aseguran que se pondrá en marcha en el mes de julio, pero lo habitual siempre era habilitar este espacio o bien desde el mismo 1 de junio o a mitad de mes, a partir del día 15.
La cuestión de fondo es que la licitación todavía no se ha hecho efectiva.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.