Catalá asegura que van a «cuidar a los vecinos que llevan tanto tiempo en la Lonja de Pescadores»
La alcaldesa argumenta que están buscando «jurídicamente la mejor solución» y que deben de tener «confianza de que dentro de las posibilidades vamos a tratar de cuidarlos el máximo posible»
Lola Soriano Pons
Vañencia
Miércoles, 1 de octubre 2025, 11:43
El futuro patrimonial de los vecinos que habitan las cuarenta casas del edificio de la Lonja de Pescadores del Cabanyal, que ha pasado ya a ... manos del Ayuntamiento de Valencia tras la sentencia judicial que avala que ya han pasado los años de concesión a la Marina Auxiliante, sigue siendo un interrogante.
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Si bien el pasado miércoles la entidad de antiguos patrones de barcos del Cabanyal entregó las llaves al área de Patrimonio del Ayuntamiento de Valencia, para dar cumplimiento a la sentencia judicial, la realidad es que los vecinos siguen en vilo y a la espera de que les reciban las autoridades municipales para encontrar una respuesta, ya que los residentes son propietarios del vuelo, que compraron a través de hijuelas, unos contratos privados con lios entonces concesionarios de la Marina Auxiliante.
Preguntada sobre este asunto por LAS PROVINCIAS este miércoles, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha asegurado: «Vamos a cuidar a los vecinos que llevan tanto tiempo en esta Lonja de Pescadores y que han sido familias que generación tras generación han mantenido este edificio», que es más que centenario.
Según ha añadido Catalá, «estamos buscando jurídicamente la mejor solución , pero tienen que tener la confianza de que, dentro de las posibilidades, vamos a intentar cuidarlos al máximo posible».
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Cabe recordar que el 24 de septiembre el concejal de Patrimonio, Juanma Badenas, y la edil de Responsabilidad Patrimonial, Cecilia Herrero, tuvieron que acudir a la Lonja con el jefe de servicio de Patrimonio y dos funcionarias para cumplir con el acto formal de la recogida de las llaves del edificio, eso sí, Badenas ya dijo que le tocaba tomar posesión del edificio, para dar cumplimiento a la ley y al procedimiento porque es un imperativo legal, pero confesó que era «el acto más desagradable que voy a realizar como concejal».
De hecho, al día siguiente colgó en redes sociales un texto en el que argumentó que «realicé mi labor más triste como concejal del Ayuntamiento: ser testigo de cómo los descendientes de los pesdcadores de 'Sol de la tarde' que pintó Sorolla, entregaban las llaves de La Lonja de Pescadores, donde aún residen sus familias».
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Y ya apuntó que sigue manteniendo la idea de que hay que «buscar la mejor solución jurídica a los vecinos que residen en estas casas desde el siglo pasado», algo que coincide con la declaraciones hechas este miércoles por la alcaldesa-
Eso sí , si bien el edil de Patrimonio el pasado mes de junio ya explicó a los directivos de la Marina Auxiliante que Patrimonio abría la puerta a llegar a acuerdos con los vecinos para que sigan en estas viviendas, y también recordó que a pesar de ello no era una decisión exclusivamente suya, y que ya la había elevado a alcaldía, la realidad es que la pasada semana desde alcaldía anunciaron que daban traslado de la negociación de la situación al concejal de Urbanismo, Juan Giner.
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Preguntado este miércoles por qué fórmula apostarán, Giner explicó que acaba de recibir la encomienda y tiene que estudiar la situación para hacerlo viable jurídicamente.
Cabe recordar que en el resto de la calle Eugenia Viñes, en la antigua calle Pavía y en Astilleros el Ayuntamiento sí está firmando acuerdos para la compra del suelo a los vecinos que tenían el vuelo de las casas, pero falta ver qué ocurre en el caso de la Lonja de Pescadores, porque se da la circunstancia de que tras el fin de la concesión, el edificio ha pasado a ser del Ayuntamiento, pero como muy bien defendió el presidente de la Marina Auxiliante, Miguel Oliver, «se trata de un edificio que pagaron y construyeron nuestros antecesores. Todo hecho con inversión de los patronos de barco y pescadores. Se pagó por ellos y lo hemos mantenido durante 100 años y nos gustaría que se llegue a un acuerdo con los vecinos de las casas, descendientes de hasta quinta generación, para que se queden en las viviendas».
Cabe recordar que en el primer gobierno de Ribó, la entonces concejala de Patrimonio, María Oliver, ya llegó a pedir las llaves del edificio y llegaron a explorar fórmulas como sacar las casas para alquiler social o dejar solo a los actuales vecinos, pero sin posibilidad de heredarla, algo que fue rechazado en pleno por los residentes y que no prosperó.
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