Valencia quiere que Benimàmet gestione su propio presupuesto

El Ayuntamiento de Valencia quiere agilizar los trámites que permitan a Benimàmet convertirse en Entidad Local Menor, con más competencias de gestión y más «independencia» del Consistorio. Así las cosas, la concejala de Pueblos de Valencia, Consol Castillo; y el diputado de Compromís en el Congreso, Enric Bataller, presentaron ayer en la sede del partido en la plaza del Pilar una batería de medidas tendentes a acelerar esta conversión.

El primero de ellos llegará ya este jueves, en el pleno municipal, donde el equipo de Gobierno llevará una declaración para instar al Ejecutivo a cambiar la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local y permitir la creación de nuevas entidades locales menores, paralizada desde 2013. En este sentido, Bataller presentará en el Congreso una proposición de ley para forzar al PSOE a modificar la ley del PP y abrir la puerta a la comisión Benimàmet Poble, que es la promotora de esta reivindicación en la pedanía del oeste.

Paralelamente, el Consistorio ha pedido un informe a la Dirección General de Administración Local de la Generalitat en la que preguntan si el Consell considera, como el Ayuntamiento, que el expediente para exigir la conversión de Benimàmet en Entidad Local Menor empezó antes de 2013, año en que se cambió la ley, lo que habilitaría a la pedanía a ser designada de tal manera si la Generalitat lo considera. El Ayuntamiento está por la labor, explicó la concejala Castillo.

El tema es complejo. El 28 de junio de 2001, la Comisión Promotora para la Constitución del Nuevo Municipio de Benimàmet, Benimàmet Poble, inició el expediente para su segregación de Valencia. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana apoyó, en diciembre de 2009, el decreto de la Generalitat que negó la solicitud de segregación del barrio de Benimàmet para constituir un municipio independiente. Posteriormente, en enero de 2013, el Tribunal Supremo confirmó esa decisión y desde entonces Benimàmet Poble ha abogado por la conversión en entidad local menor, el paso intermedio entre la pedanía y el municipio. Sin embargo, el 1 de enero de 2013 entró en vigor la nueva Ley de Racionamiento y Sostenibilidad de la Administración Local, más conocida como Ley Montoro, que convertía las entidades locales en entes «descentralizados», con muchas menos competencias que la forma jurídica anterior. Sin embargo, esa ley contemplaba que las localidades que hubieran pedido la conversión antes de 2013 podían seguir optando a ella.

«Nosotros entendemos que cuando Benimàmet presentó los papeles en 2001, solicitaba subsidiariamente que si no se podía segregar, quería ser una entidad local menor, así que creemos que el expediente comenzó antes de 2013», explicó Castillo, que animó a los promotores de la segregación a acudir a los tribunales. Además, puso en valor todo lo que el Consistorio ha hecho por las pedanías desde su llegada al poder en 2015, como la creación de tres nuevas Juntas de Distrito (incluida una de Benimàmet-Beniferri) y la adjudicación en los presupuestos participativos de partidas específicas para cada los pueblos.

Cabe destacar que la gestión de una entidad local menor es parecida a la de un ayuntamiento. El Consistorio transfiere el 75% del presupuesto de la pedanía a la entidad, que gestiona todas las competencias municipales menos Policía Local y cementerios. En la Comunitat Valenciana hay reconocidas un total de siete entidades locales menores: La Llosa de Camacho en Alcalalí, La Xara y Jesús Pobre en Dènia, Ballestar en La Pobla de Benifassà, La Barraca d'Aigües Vives en Alzira y El Perelló y Mareny de Barraquetes en Sueca.