«No quemar las fallas este año sería un desastre»

El presidente de la Interagrupación de Fallas de Valencia, Guillermo Serrano, podrá hablar más alto, pero no más claro. En la cumbre de alcaldes de los municipios que celebran Fallas organizada ayer en el Palacio de Congresos dijo que «ya urge tener fecha de cuándo se van a celebrar las Fallas para trabajar con los diferentes escenarios».

Aseguró que «no celebrar las Fallas de 2021 sería un auténtico desastre para los falleros, pero sería una debacle social, económico y cultural que la administración no puede permitirse». Recordó que son 10.336 los falleros que se han dado de baja y «no creo que me equivoque al decir que si este año no celebramos las Fallas, la sangría será peor».

Serrano enumeró las necesidades de las Fallas. La primera, «que se celebren». En segundo lugar, «hay que poner en valor el ejemplo de civismo que han dado los falleros sin fisuras». Explicó que de los más de 500 actos que realizaron en toda la Comunitat, «siguiendo el protocolo que teníamos, no hubo contagios».

En tercer lugar, insistió en que «los falleros somos bien cultural, social, económico y patrimonial». Rogó que «dejen de etiquetarnos». Quiso destacar que Sanidad les reconoció como interlocutores válidos, «pero la misma administración nos ha obligado a cerrar las sedes festeras».

Precisamente esta cumbre se produjo el mismo día en que Alicante anunció, en horario vespertino, el aplazamiento de las Hogueras. Es decir, que no podrán ser en junio. Y sobre la celebración de las Fallas, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, dijo que no podía caer en la frivolidad de dar una fecha por la situación epidemiológica. Explicó que habrá Fallas cuando decida el mundo fallero y las autoridades sanitarias lo permitan. Indicó que «a este virus lo hemos de quemar lo antes posible, pero antes hay que vencerlo». Explicó que «sólo con cogobernanza podremos volver a abrazarnos y a hacer Fallas».

El president de la Generalitat, Ximo Puig, dijo que «debemos de ser conscientes de que estos días no son de fiestas, son de descanso, igual que en Semana Santa». Afirmó que «más pronto que tarde habrá Fallas y superaremos la pandemia y recuperaremos la actividad social y cívica».

Recordó que el plan Resistir «cuenta con un apartado dirigido a 37 oficios artesanos con 7 millones de euros» y que estas ayudas «son compatibles con el nuevo paquete que aprobamos el viernes que significarán 650 millones de ayudas directas y habrá 400 millones en líneas de soporte a empresas y autónomos».

Por otro lado, las juntas locales y federaciones de fallas de los municipios reclamaron que la Generalitat cree una dirección o subdirección general para que esté dedicada la gestión «no sólo de las Fallas, sino de moros y cristianos, fiestas patronales y los festejos de la Comunitat», indicó Telmo Gadea, presidente de la Federación de Fallas de Gandia.

Criticó que así como se han regulado medidas para los comercios o la hostelería, «en las Fallas, sólo han creado restricciones severas, no regulación de aforos. Es imprescindible arbitrar normas para hacer actividad regulada».

El vicepresidente de la Interagrupación, Miguel Prim, opinó que hace falta que haya un estamento «que sirva de paraguas institucional para saber quién nos escucha y guía en días como el 10 de marzo de 2020». Pidió una «nueva realidad festivo-sanitaria realista y responsable pero a la misma vez decidida que incluya medios tecnológicos para controlar los aforos y el movimiento de personas como complemento al resto de protocolos».

Prim habló de la fátiga festiva y comentó que «los falleros nacieron para quemar las fallas y no para que las Fallas quemen a los falleros». Recordó que las Fallas generan 1.500 millones, y que está en el ránking a la misma altura que empresas como Primark, Ikea o Acciona y Naturgy.

Intervención tras intervención se fueron poniendo sobre la mesa las cuestiones cruciales para la fiesta en un encuentro que algunos representantes del mundo fallero calificaron de «histórico», como el propio Salvador Doménech, quien en representación de las Juntas Locales, a la salida del encuentro aseguró que la conclusión es que se ha dado «un paso adelante en visibilidad y que nuestros alcaldes vean que se hace todo lo posible; el camino a seguir está en el uno de julio, tenemos que tener en la cabeza esa fecha porque a partir de entonces, tendremos la posibilidad de plantar las Fallas del 21».

Pero la fiesta sigue dependendiendo de la pandemia y de la evolución de la vacunación, por lo que todo podría alargarse y como reconoció Carlos Galiana, edil y presidente de la Junta «la situación es mala», dijo, pero matizó que se siente esperanzado porque «todos remamos en la misma dirección».