El Ayuntamiento de Valencia recibe 68 reclamaciones contra la subida del IBI en dos semanas

Tras las críticas de las asociaciones de comercios y de empresarios, llegan las reclamaciones por la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) aplicada por el Ayuntamiento de Valencia a más de 5.000 establecimientos y que en la práctica ha supuesto pagar casi un 40% más que el ejercicio pasado.

Así, en apenas dos semanas, el Consistorio -en concreto el Jurado Tributario, que es el órgano municipal encargado de resoluciones económico-administrativas en temas de tributos municipales- ha recibido 68 reclamaciones y alegaciones sobre este impuesto, según los datos facilitados por la Concejalía de Hacienda. Una cifra que podría aumentar en las próximas semanas, ya que el plazo para reclamar todavía está abierto.

En cualquier caso, las 68 quejas presentadas superan ampliamente el número total del ejercicio pasado, ya que la última memoria de este tribunal refleja que en 2015 se registraron 27 reclamaciones relacionadas con este tributo urbano. En la práctica, los escritos remitidos han aumentado un 151%.

Grandes superficies, galerías comerciales, hoteles, empresas, inmobiliarias e instalaciones y entidades deportivas son algunos de los colectivos que se han dirigido al Jurado Tributario para protestar formalmente por la ordenanza fiscal aprobada por el Consistorio. A ellas habría que sumar las reclamaciones que se hayan interpuesto en la oficina que tiene a tal efecto el edificio consistorial, como la correspondiente a la Confederación valenciana de la pequeña y mediana empresa (Pymev), que se vio afectada por un incremento del 36,57% en el recibo de su sede social y que tramitó una queja por no haber sido informada de la variación catastral que se iba a aplicar.

Tras recibir las reclamaciones, el Jurado Tributario tendrá que responder las peticiones formuladas y adoptar una resolución. Aquellos negocios que no queden satisfechos con la decisión, podrán recurrir al Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) de la Comunitat.

Reuniones con asociaciones

Mientras las quejas por el aumento del tipo del gravamen -pasó del 0,886 al 1,10%- continúan formalizándose, el Ayuntamiento ha mantenido reuniones con los representantes de los colectivos afectados como gesto de cara a la elaboración de la próxima ordenanza fiscal. Por los pasillos del cap i casal han pasado entidades como Cecoval o los empresarios teatrales.

En este sentido, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, sí que se ha comprometido con los representantes de estos colectivos estudiar una serie de cambios a la baja para la próxima matrícula del IBI. Así, en el primer caso, el responsable de las cuentas municipales baraja subir el valor catastral al que se aplique el aumento del tipo de gravamen a los 300.000 euros, mientras que en el segundo, podrían quedar exentos, como sucede en Barcelona.

«Hablaremos con todos los que quieran hacerlo», resaltó Vilar hace unos días para remarcar que el periodo de negociaciones sigue abierto. En esas reuniones, por ejemplo, el gobierno municipal sí que aceptó devolver la parte proporcional del recibo ya cobrado a aquellos negocios que tuviesen que modificar su epígrafe catastral pues están catalogados como almacén (aquí el incremento es a partir de 50.000 euros de valor catastral) cuando, en realidad, son locales comerciales. Una situación parecida a la que ha sucedido con algunos restaurantes, según alertó recientemente la Federación de Hostelería de Valencia.

La explicación dada en su día por el Consistorio sobre el alza de este impuesto municipal fue la llamada equidad tributaria -vigente en otras ciudades españolas-, ya que se aumentaba el tipo de gravamen en función del uso del inmueble (quedaron excluidos los usos residenciales) y a partir de determinado valor catastral (250.000 euros para comercios, empresas y oficinas). La previsión que maneja el tripartito es que la recaudación del IBI aumente en 14 millones.