«Cuando cojan al asesino de Pilar podremos descansar»
El hombre que fue imputado hasta que las pruebas de ADN demostraron su inocencia confía en una próxima resolución del caso La Guardia Civil retoma las investigaciones nueve años después del crimen de la peluquera de Tavernes de la Valldigna
JAVIER MARTÍNEZ jmartinez@lasprovincias.es
Domingo, 2 de febrero 2014, 14:23
El crimen de la peluquera de Tavernes de la Valldigna vuelve hoy a la memoria de los familiares y vecinos de la víctima tras cumplirse el noveno aniversario del truculento suceso. Una ardua investigación de la Guardia Civil no ha impedido que el asesinato de Pilar Ramírez Muñoz siga impune.
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El Grupo de Homicidios, que ha retomado las investigaciones, interrogó a varios sospechosos y centró sus primeras indagaciones en el entorno de la víctima. Cristóbal Sánchez, amigo de la mujer asesinada y de su marido, fue detenido, imputado y encarcelado, pero las pruebas de ADN demostraron su inocencia. Tres años después, la Audiencia Provincial de Valencia confirmó el archivo de su causa. «Nunca olvidaré los dos meses que estuve en la cárcel», afirma Cristóbal. «Es muy duro que te acusen de algo que no has hecho, pero es todavía más duro que vayas a la cárcel por un crimen que no has cometido», precisa el vecino de Tavernes de la Valldigna.
«Cuando cojan al asesino de Pilar podremos descansar», añade Cristóbal, que confía en una próxima resolución del caso. «La Guardia Civil sigue investigando y eso es esperanzador», señala con cierto optimismo. Enrique, el marido de la víctima, también revive estos días el terrible crimen. «No soy de esas personas que van al cementerio, pero el dolor va por dentro», asegura el viudo. Respecto a la reanudación de las investigaciones se muestra muy cauto: «Si tienen algo nuevo ellos sabrán».
Pilar Ramírez murió el 2 de febrero de 2005. La víctima, que tenía 33 años, dejó a su hijo en el colegio y dio su paseo rutinario por las afueras de Tavernes de la Valldigna. Sobre las 18.30 horas, cuatro menores encontraron a la mujer todavía con vida en un campo de naranjos. La mujer agonizaba como consecuencia de los golpes que presentaba en la cabeza.
¿Quién propinó una paliza a Pilar? Una testigo declaró a la Guardia Civil que aquella fatídica tarde vio a un hombre que se estaba masturbando en un huerto cercano a la escena del crimen, y posteriormente identificó a Cristóbal como este sospechoso, pero el ADN recogido en la uña de la víctima pertenece a otro individuo todavía sin identificar. «Hay que confiar en la Guardia Civil. El caso nunca se ha cerrado y siguen investigando», dice el viudo con la esperanza de que algún día termine la impunidad del asesino.
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