Otra quedada para pegarse, abortada en el Parque Oeste

Según ha podido saber este diario, otro encuentro violento de estas características fue abortado antes de Navidad en el parque Oeste, sin importarles a los participantes que la cita se marcara a escasos metros de la sede principal de la Policía Local.

El perfil de la situación era el mismo que el detectado por la Policía Nacional en los últimos dos fines de semana en el puente de la Exposición y en el barrio de Safranar, como avanzó ayer LAS PROVINCIAS. «Todo chavales jóvenes que habían quedado por redes sociales», describen respecto a la quedada violenta de diciembre. En este caso, la llegada de la Policía Local hizo que el grupo saliera en estampida y huyeran del lugar antes de que el incidente fuera a mayores.

Los policías consultados sobre esta peligrosa tendencia aseguran que este tipo de servicios se está volviendo más habitual de lo normal. Quedan casi siempre en espacios abiertos, como parques o en el cauce del río. Se trata, mayoritariamente, de jóvenes de entre 15 y 20 años. Y muchas veces llevan objetos punzantes u otro tipo de utensilios peligrosos. No hay distinción de nacionalidad y no aparece un detonante concreto en las peleas o motivo de rivalidad.

Este tipo de comportamientos lleva a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) a pedir un incremento de la seguridad para los policías locales de Valencia. Así lo expresa Emilio Rodríguez, delegado del sindicato CSIF en la Policía Local: «Pedimos material y medios adecuados para poder actuar en ese tipo de intervenciones, al igual que coches con mamparas de protección para el traslado de detenidos». Según la formación sindical, «sólo tenemos en el 10% de la flota». Pero lo mas importante, razona Rodríguez, es «personal para poder hacer frente a todas las intervenciones que surgen, pues en la mayoría es necesario apoyo y nos vemos muy comprometidos».

El fenómeno tiene, como siempre un germen: el organizador u organizadores que ponen en circulación la hora y lugar de la quedada para pegarse. A partir de ahí se produce una expansión de la cita que es exponencial gracias a las diferentes redes sociales.

Esto hace que en lugar de unos pocos sea una muchedumbre la que acaba presentándose en el punto establecido. La Policía vigila las redes, pero la colaboración ciudadana resulta crucial para evitar los encuentros. Cualquiera, padres o jóvenes conocedores, pueden alertar al 091.