La Policía Local de Valencia devuelve las constantes vitales a un corredor infartado

La Policía Local de Valencia logró reanimar el viernes por la tarde a un corredor infartado. Un viandante avisó a una patrulla del retén del Carmen que un hombre había sufrido un infarto y se había desmayado en el Parque de Cabecera, junto al lago.

Los policías se trasladaron al lugar mientras solicitaban por la emisora apoyo de sus compañeros en servicio. Otra patrulla de de la Cuarta Unidad de Distrito se apresuraba a llegar al lugar. En el momento de llegar los agentes, según ha podido saber este periódico por testimonios aportados de varias personas que presenciaron los hechos, la víctima del infarto se encontraba rodeada de varios viandantes, por los que los agentes pidieron a estas personas que se apartaran y sin perder tiempo comenzaron a practicarle las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), turnándose entre ellos sin descanso.

El corredor no presentaba signos vitales, no respiraba ni obedecía a estímulo alguno y su vida pendía de un hilo. Los agentes no cejaron en su empeño a pesar de la falta de respuesta del infartado. Un testigo afirma que escuchó como uno de los policías decía: «vuelve, ánimo que tu puedes, quédate, tienes que volver».

El desánimo entre los presentes, a pesar de los esfuerzos de los agentes, se hacía latente y los comentarios de los ciudadanos presentes era que «nada podían hacer más de lo que ya estaban haciendo». Las maniobras no daban respuesta veinte minutos después.

Un policía en esos momentos hacía uso de un desfibrilador. Pasados unos minutos más, el hombre comenzaba a dar señales esperanzadoras y recuperaba su pulso débilmente. Su corazón volvía a latir. La angustia contenida afloraba y las personas que allí se encontraban rompían a aplaudir hasta convertirse en un clamor de felicitaciones arropando a los policías por salvar la vida del deportista, de unos sesenta años de edad. Aseguran testigos vieron emocionarse a los agentes. «No es para menos». La tensión de los momentos vividos se mezclaba con el reconocimiento ciudadano. Los cuatro agentes habían salvado una vida.

Una unidad de Ayuda Médica Urgente (SAMU) que previamente había sido solicitada por emisora llegaba y el personal sanitario se hacía cargo de la situación. Tras estabilizar al hombre que se hallaba semiinconsciente todavía, daban la enhorabuena a los policías y procedían a su traslado al hospital General de Valencia.