Condenado a 21 años de cárcel por asesinar a su vecino en Paterna

La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 21 años y seis meses de prisión a Francisco José B. D. por asesinar a golpes a su vecino en el barrio de La Coma en Paterna. El fiscal y la acusación particular reclamaron 25 años de cárcel al principio del juicio, pero rebajaron su petición de pena a 22 años y medio de cárcel al apreciar el jurado la atenuante de arrebato.

Tras el veredicto por unanimidad de los nueve miembros del jurado, el magistrado presidente del tribunal ha dictado la sentencia que establece la condena por un delito de asesinato y una indemnización de 170.000 euros para la pareja y el hijo de la víctima.

Los violentos hechos ocurrieron el 11 de marzo de 2019 en el portal de la finca donde vivían los dos hombres. Francisco José B. D., de 34 años, atacó de forma sorpresiva a Joaquín Mir Vilches, de 43 años. y le propinó golpes, puñetazos y patadas por todo el cuerpo.

Aunque el procesado declaró en el juicio que se lo quitó de encima y sólo le dio un golpe en el estómago, los testigos aseveraron que le desfiguró la cara a puñetazos. La brutal agresión tuvo lugar delante de la mujer y el hijo menor de la víctima. El adolescente intentó apartar a Francisco José cuando su padre cayó al suelo, pero no pudo sujetar al agresor y entonces el joven y su madre le suplicaron que dejara de golpearlo. Joaquín portaba en ambos brazos las bolsas con la compra que había realizado en un supermercado de Paterna, por lo que no pudo defenderse cuando recibió los puñetazos.

Las parejas del acusado y la víctima habían discutido pocas horas antes por los ruidos que hacía la familia del asesino, que vivía en la planta superior, e incluso la suegra del procesado había dado un guantazo a la mujer de Joaquín y esta le había devuelto el manotazo.

La víctima recibió la paliza mortal cuando regresaba a su domicilio en la calle Abal. Según una testigo, la mujer de Francisco José vio llegar a Joaquín al patio del edificio e instigó a su marido a cometer el crimen, presuntamente, al gritar desde la ventana: «¡Ahí lo tienes, mátalo!».

Tras sufrir los primeros golpes, la víctima cayó al suelo de rodillas y quedó semiinconsciente, y el procesado aprovechó esta indefensión para continuar pegándole en el pecho y la cara, según los hechos que la sentencia considera probados.

El acusado causó un daño absolutamente gratuito, ya que Joaquín estaba a su merced, «aumentando de forma intencionada y sanguinaria su dolor y sin importarle las consecuencias de su acción, a sabiendas de que semejante agresión podría llegar a causar la muerte de la víctima», afirma la sentencia.

Joaquín fue trasladado por un vecino al Hospital Arnau de Vilanova, pero falleció poco después de su ingreso por un traumatismo torácico que le produjo una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda, según la autopsia realizada.