Funcionarios denuncian medio millar de incidentes graves en la cárcel de Picassent

La cárcel valenciana de Picassent ha sido escenario de 585 incidentes graves o muy graves durante el primer semestre de este año. Son cifras que constan en el balance que periódicamente realiza la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) y la Unión General de Trabajadores (UGT). El tándem sindical señala, además, ocho agresiones o intentos de agresión a funcionarios con lesiones de diversa gravedad. Algunas de las víctimas, apuntan, «tuvieron que permanecer de baja médica».

Según describen, se trata de «puñetazos en la cara, patadas, mordiscos, arañazos, algunos de los métodos de los internos para agredir a los trabajadores». Destacan los sindicatos lo sucedido el 4 de febrero, cuando unos funcionarios realizaban un electrogardiograma a un interno en aparente estado de inconsciencia. Éste, «se revolvió de manera violenta e intentó agredir al personal».

Cinco días después, nuevo incidente. Un interno destrozó una silla contra el cristal de su celda. Otros internos y empleados de la cárcel intentaron calmarlo en vano. «La emprendió a puñetazos contra los trabajadores», describen. Ese mismo día, un preso en la enfermería amenazó con un bolígrafo a una funcionaria a la vez que la empujaba, con lo que se golpeó en una pierna y acabó herida.

El 12 de marzo varias funcionarias acompañaban al patio a una interna clasificada en primer grado. Entonces, «empujó a una de ellas y amenazó de muerte gravemente al resto», expone ACAIP-UGT.

Ya el 28 de abril, en el transcurso de una llamada telefónica, un reo amenazó de muerte a su pareja. Los funcionarios acudieron a tranquilizarlo, pero el preso «se revolvió contra ellos, les empujó y les amenazó de muerte».

Los sindicatos suman a su balance 86 casos de amenazas graves. Hasta en 18 ocasiones, los presos se han resistido de forma activa y violenta. Se han registrado 64 agresiones entre internos, algunas de importancia. Destacan igualmente la localización de 95 objetos prohibidos. Ha habido 36 casos de autolesiones entre presos, un suicidio consumado y tres tentativas.

Pese a las medidas de seguridad, la droga sigue penetrando en la cárcel. Así lo demuestra los diez casos de intoxicaciones graves ocurridas en el primer semestre. Además, se han detectado seis casos de robos de objetos personales de internos por parte de otros reos y dos presos han quebrantado su condena al no regresar a la cárcel tras salir de permiso penitenciario.

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