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Absuelven a nueve menores de una agresión sexual a otro

La sentencia condena a la mitad de las costas a los denunciantes por temeridad y considera inverosímil el relato de la supuesta víctima

A. RALLO

Martes, 13 de mayo 2014, 01:39

Nueve menores han sido absueltos de varios delitos de agresión sexual contra otro adolescente. Todos ellos eran compañeros de un colegio de la comarca del Camp de Morvedre. El juez considera que el relato de hechos del denunciante es inverosímil aparte de que no existen informes médicos ni psicológicos que acrediten que fue víctima de estas agresiones.

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Es más, el titular condena a los padres del denunciante por la «abiertamente temeraria» petición de 200.000 euros de responsabilidad civil «sin justificación de ningún tipo». Además, lamenta que los acusados hayan sufrido una instrucción de casi dos años mientras el asunto se tramitaba en la Fiscalía de Menores, órgano que también ejerció la acusación. A todo lo anterior hay que sumar los dos meses que, en sesiones de mañana y tarde, los menores han asistido a la celebración del juicio.

La sentencia recuerda también que la denuncia policial se produjo a partir de unos informes médicos -posteriormente desmentidos a lo largo del proceso- y de una información recabada en una red social en la que se sesgaba parte del contenido que, en ningún momento, hacía referencia al joven denunciante. Los supuestos agresores fueron detenidos por agentes de policía, perfectamente uniformados, en el propio centro escolar.

El calvario para el grupo de acusados -y para el colegio al que acusaban como responsable civil- terminó la semana pasada al conocer la sentencia absolutoria.

El caso se remonta al mes de mayo de 2012 cuando se interpuso la denuncia. El menor relató que había sido víctima de agresiones sexuales y físicas aparte de todo tipo de vejaciones. Los hechos se producían en las mismas instalaciones del centro. En ocasiones, siempre según la denuncia, los monitores y el personal docente eran conocedores de la situación, pero no impedían los abusos. También llegó a denunciar una agresión con un arma blanca. Nada de todo lo anterior ha quedado probado en el juicio, según recoge la sentencia del juzgado de Menores número 1.

El juez encontró numerosas lagunas en las declaraciones de la supuesta víctima. En primer lugar, el adolescente dijo que sufría las agresiones durante el horario de la comida. Sin embargo, se da la circunstancia de que varios de los acusados implicados no utilizaban el servicio de comedor. Posteriormente el denunciante cambió la versión y aseguró que las violaciones se producían en el baño, durante la hora del recreo. Los aseos se encuentran junto a unas escaleras ocupadas habitualmente por un grupo de chicas. Ni un solo testigo presenció estos hechos que, según la denuncia, se producían «dos o tres días a la semana durante casi todas las semanas».

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Tampoco los informes de los peritos resultaron favorables al denunciante. Uno de ellos, el del propio centro escolar, recoge que el menor carece de «habilidades sociales, no sabe aceptar bromas y no tiene facilidad para relacionarse». Una psicóloga que trató al joven apreció similares problemas: «infantilismo, tendencia a la fantasía, mentiras e incluso agresividad consigo mismo».

La sentencia admite que el menor, según los vídeos que él mismo colgó en una red social, padece una «extraordinaria y grave situación mental» pero no se puede atribuir a la actuación de los nueve acusados. Es más, apunta incluso a que la problemática del adolescente era muy anterior a los hechos denunciados y las conductas sexualizadas existían desde años atrás.

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