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Margarita del Val. LP

Margarita del Val señala el final de «la ola de invierno» y cuándo se podrán relajar las restricciones por el coronavirus

La viróloga del CSIC lamenta la actividad social en Navidad y defiende que «hay gente que está ya muy quemada con la incoherencia de las medidas»

J. LITA

Lunes, 25 de enero 2021

Margarita del Val no acostumbra a dejar titulares positivos en sus diversas declaraciones ante los medios de comunicación. Sus intervenciones se caracterizan por incidir en los aspectos a mejorar en la gestión de la pandemia, a rebajar la euforia social sobre la efectividad de la vacuna o a situar en un futuro casi lejano la vuelta a una vida más o menos similar a la que había hasta febrero de 2020. España está por completo en la tercera oleada del coronavirus, escenario que para la viróloga del CSIC es ya «la cuarta ola, la de invierno». En sus últimas declaraciones Del Val ha realizado un exhaustivo repaso a todas las aristas que deja el coronavirus, desde las vacunas y su efectividad, el futuro del calendario de vacunación, la inmunidad o el relajamiento de las medidas que los diferentes gobiernos autonómicos han puesto en vigor durante las últimas semanas para intentar controlar la expansión del coronavirus tras las fiestas navideñas. Margarita del Val ha comparado la situación que se vive en España actualmente con la que se generó en Estados Unidos tras la celebración de Acción de Gracias. «Hasta pasada Semana Santa va a estar complicado todo», ha aventurado la experta.

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La viróloga del CSIC ha fijado de forma muy clara la vuelta a una vida «más o menos normal», que no sería en otro momento que «cuando estén vacunados todas las personas mayores y vulnerables». Desde ese instante, defiende Del Val, que se podrían «flexibilizar ciertas medidas ya que habrá casos pero menos graves». Esa es la clave que ha defendido la experta en una entrevista en 65ymás, en la que incluso ha añadido que tras inmunizar a este grupo de personas «seremos ya muy libres». También ha defendido que la vacunación a los grupos más vulnerables permitirá «desconfinar a las personas mayores».

La viróloga, que recientemente evitó debatir una de las últimas polémicas de Fernando Simón, ha alertado de un doble «cuello de botella» que se está produciendo en estos momentos en España, que serían la «disponibilidad de personal sanitario para vacunar si son necesarios para tratar casos en hospitales» y las dosis que se reciben de las vacunas contra el Covid-19. Estas dos situación convergen en las residencias y lugares de vacunación, donde algunos de ellos han tenido que retrasar la administración de la segunda dosis después de los 21 días indicados por las farmacéuticas. «Hay cierto margen para hacerlo después de esas tres semanas. El cuerpo tiene memoria inmunitaria y no pasaría nada si transcurren cinco semanas«, ha defendido Del Val.

Respecto al propio proceso de vacunación Margarita del Val ha defendido que deberían incluirse también todas aquellas personas que han superado el Covid-19 porque «así se refuerza el sistema inmunitario», además de pedir que «todas las personas mayores sean vacunadas». Para decir adiós a las restricciones actuales Del Val ha indicado dos vías: «Si la vacuna corta la transmisión del virus bastaría con alcanzar al 70 % de la población total, pero si los contagios no cesan pese a estar inmunizados las dosis habría que administrarlas al 100 % de las personas». En referencia a estas indicaciones Del Val ha preferido no opinar en estos momentos respecto a un incipiente estudio llevado a cabo en Israel del que en primeras conclusiones se habría extraído que los vacunados no serían contagiadores tiempo después, una de las mayores preocupaciones señaladas por Margarita del Val durante los últimos meses.

Por último, la viróloga del CSIC ha opinado a cerca de las medidas que durante las últimas semanas han entrado en vigor en casi todas las comunidades autónomas de España, Del Val ha lamentado «nuestro comportamiento« durante las fiestas navideñas. »Habría que haber sido más estrictos en Navidad«, ha señalado antes de señalar con dureza que »hay gente que está ya muy quemada con la incoherencia de las medidas«.

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