Una familia gasta 6.000 euros por un viaje de fin de semana: «Hemos pagado 500 euros por una paella»

No es una novedad que Ibiza y Formentera lideran los rankings de destinos turísticos más caros. En plena temporada alta, un almuerzo en un chiringuito puede superar los 100 euros por comensal y una noche en un hotel de 3 estrellas puede rondar los 400 euros. El coste del ocio durante la temporada turística en las islas ha vuelto a generar debate tras conocer el testimonio de un turista que afirma haber gastado más de 6.000 euros en una escapada familiar a Formentera.

La cifra, revelada en un reportaje de 'El Intermedio', incluye una comida en un restaurante donde una sola paella ascendió a los 500 euros. El testimonio del protagonista reavivaba una indignación con los precios desorbitados de las Pitiusas. El caso de Formentera es especialmente significativo.

Con una capacidad hotelera limitada y una demanda desbordante durante los meses de verano, la isla ha cultivado una imagen de exclusividad que muchas veces se traduce en precios inflados. Tumbonas a 100 euros el día y copas a más de 20 euros son ya parte del paisaje habitual. En los beach clubs más conocidos, no es extraño encontrar cartas sin precios.

El testimonio del hombre que se dejó 6.000 euros en pocos días no es aislado. Usuarios en redes sociales y creadores de contenido han publicado este verano decenas de vídeos enseñando facturas de consumiciones que rozan el disparate. Las reacciones son siempre las mismas: sorpresa, incredulidad y críticas a un modelo turístico que muchos consideran agotado.

La situación ha despertado el malestar incluso entre los residentes, que denuncian una inflación sostenida año tras año. El caso de pagar una paella por 500 euros no es anecdótico, es el síntoma de una distorsión que amenaza con expulsar del paraíso a quienes no pueden pagar una fortuna.

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