Ignacio Sánchez Cámara nació en Madrid en 1954.

Ignacio Sánchez Cámara, rector de la Universidad Católica de Valencia: un maestro en la escuela de valores

Defensor de la familia, el catedrático de Filosofía del Derecho sitúa la formación y la reflexión como el centro de la sociedad y la universidad

Isabel Domingo

Viernes, 12 de junio 2015, 10:49

«La educación es la verdadera política». La reflexión, extraída de uno de sus artículos en el diario Abc, define la hoja de ruta del que, desde este miércoles, es el nuevo rector de la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ignacio Sánchez Cámara (Madrid, 1954) es el hombre elegido por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, para pilotar esta institución académica privada creada en 2003.

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Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de La Coruña desde 1996, se doctoró en Derecho en la Complutense de Madrid en 1983, donde además impartió clases en varios periodos. Casado y con dos hijos, este profesor -como le gusta definirse- tiene un perfil que encaja como un guante en el ideario de Cañizares.

La España desmoralizada, entendida como la pérdida de vigencia de la moral cristiana frente al relativismo; el matrimonio homosexual; la familia, una «institución agraviada y agredida» por «ataques» como el divorcio o el aborto, escribió en un libro sobre este tema; y, sobre todo, la educación como «centro de la vida de una sociedad» son algunas de las preocupaciones que comparten el cardenal y el orteguiano. Ambos combatieron, desde diversos foros y artículos, la asignatura Educación para la ciudadanía, por ejemplo.

Sánchez Cámara es un apasionado de Ortega y Gasset, del que asegura que La rebelión de las masas es uno de los libros más difundidos de la cultura española. Sobre el filósofo y su teoría de la minoría selecta hizo el nuevo rector de la UCV su tesis doctoral. Incluso fue director de su centro de estudios.

Ortega y Gasset como piedra filosofal de su propio pensamiento, mediante el que combate la degradación y la hipocresía de la sociedad actual y que ha compartido a través de varios libros y artículos. Así, Sánchez Cámara ha colaborado con varios medios de comunicación y fue secretario de redacción de la Revista de Occidente. A su juicio, los medios son «la manera de influir en la opinión pública aunque raramente establezca la correcta jerarquía entre los asuntos humanos», según escribió en el blog que tuvo hace años.

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Un asunto que le preocupa, y mucho, son las deficiencias intelectuales y morales de la sociedad. «Existe a nuestro alrededor un gran vacío de valores éticos», dijo en una ocasión. Y el origen del problema es la educación, de ahí que abogue por una «educación del alma» en la que la formación debe proponer un camino, unos valores, y en la que la universidad ha de volver al ritmo pausado y dejar a un lado el «igualitarismo mal entendido» y la meta «de la promoción y la acreditación».

Residente en Roma desde hace unos años por su trabajo como consejero de Educación en la Embajada de España, es un gran lector. Y, aunque es más de estilográfica, se acerca a la sociedad digital con el ánimo de aportar diálogo y «reflexión serena y sosegada».

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