Dambele, Jorge, Alfa y Laura, los cuatro fallecidos en el derrumbe del edificio en Ópera
Tres inmigrantes que trabajaban en la reforma y una arquitecta perdieron la vida ayer en el inmueble que colapsó en el centro de Madrid y cuya reforma estaba impulsada por un fondo saudí
El edificio que ayer colapsó en Madrid dejó bajo los escombros a cuatro personas fallecidas: tres obreros, Dambele, Alfa y Jorge, los dos primeros de Mali y Guinea, y el tercero de Ecuador; y una arquitecta española, Laura. Los cuatro sufrieron el peor destino posible al derrumbarse parte del inmueble y ser sepultados por los escombros.
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Dambéle, Alfa y Jorge eran trabajadores de la empresa de construcción ANKA. De edades comprendidas entre 30 y 50 años. Los datos de la mujer no están claros, pero algunas fuentes apuntan a que era arquitecta, y otras a una técnica o administrativa. El propio José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, ha manifestado que esta tenía «responsabilidad en la obra» -aunque no ha esclarecido el cargo-. Los obreros ubicaron a la mujer en un baño de la primera planta, donde en teoría estarían situadas las oficinas.
Las primeras investigaciones y la declaración del capataz parecen indicar que en el momento del siniestro habría entre 30 y 40 personas en el bloque -de seis plantas y 6.700 metros cuadrados-. El jefe de guardia de bomberos, además, ha descartado esta mañana que pueda haber algún otro cuerpo atrapado entre los escombros -que alcanzaron una altura de ocho metros tras el derrumbe-. La investigación sigue su curso y técnicos de edificación y bomberos prevén llevar a cabo una evaluación próximamente.
El edificio afectado se demolió y edificó de nuevo en 1965, por lo que no era especialmente viejo. Actualmente está controlado por un fondo Saudí y las obras se estaban realizando para transformarlo en un hotel de cuatro estrellas. La historia del edificio ha vuelto a cobrar protagonismo por este desafortunado accidente. El lugar que hasta ayer ocupaba fue a principios del siglo XIX un balneario - el de San Felipe Neri, que se convirtió en un lugar muy famoso en la época-. Este ofrecía los llamados «baños rusos», con servicios de baños de vapor, de «aguas simples», «sulfurosos», «eléctricos» y «carbónicos».
Las obras actuales habían comenzado el pasado mes de febrero impulsadas por el fondo saudí RSR Singular Assets Europe Socimi. El objetivo era transformarlo en un hotel de lujo (cuatro estrellas), con 122 habitaciones y un restaurante en la planta baja.
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Durante su comparecencia ante los medios, el jefe de Guardia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid ha explicado también que el derrumbe generó unos 150 metros cúbicos de escombros. Asimismo, ha explicado que, a pesar de estos riesgos, era obligatorio intervenir ante la posibilidad de que las cuatro personas que constaban como desaparecidas pudieran estar vivas.
El operativo, que contó con el apoyo de unidades caninas de búsqueda, se enfrentó a una acumulación de hasta tres metros de escombros en una superficie de unos 50 metros cuadrados, lo que equivaldría a unos 150 metros cúbicos de materiales compactados que obligaron a los bomberos a retirarlos a mano, según ha explicado el propio Seguí.
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