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Atasco en la V-21 de Valencia. Damián Torres

La DGT explica por qué se forman los atascos y cómo evitarlos

Existe una razón por la que los atascos son más o menos pesados

b. s.

Miércoles, 30 de noviembre 2022, 01:18

¿Cuántas veces hemos llegado a tarde a trabajar por culpa de un atasco de tráfico? Por la mañana, al termina la jornada laboral, en periodos vacacionales... son muchos los momentos del día en los que nos podemos quedar atrapados entre colas y colas de coches.

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Estar en un atasco se vuelve, a veces, de lo más pesadas. Las razones por las que se producen pueden ser varias: obras en la calzada, un accidente o un vehículo averiado.

Sea cual sea la razón, las demoras al volante son desesperantes y, además, evitables. Y es que, según explica la Dirección General de Tráfico (DGT), buena parte de la culpa de la formación de atascos reside en la forma de conducir de los conductores.

Esto es debido al efecto acordeón, el responsable de que el atasco sea más o menos pesado. Los últimos vehículos de la fila de una retención son siempre los peor parados. En una cola, los conductores vuelven a la circulación con más o menos retraso dependiendo de la posición en el atasco. Así, cuanto más atrás esté un vehículo, más lentamente avanzará.

«Tras una detención o un frenazo la circulación se reanuda con más retraso cuanto más atrás se esté en la fila. Tras arrancar el primer coche, el segundo tarda un segundo extra; el tercero sumo otro segundo al anterior y así sucesivamente», explica la DGT.

Si la fila es de unos 2.000 coches, por ejemplo, y ocupa de 12 a 16 kilómetros de largo, el último vehículo tardaría hasta 30 minutos en arrancar.

De esta forma, si un conductor no está atento y tarda algo más de ese segundo en moverse, repercute directamente en el atasco que tiene detrás, retrasando la movilidad y el tiempo de espera del resto de conductores que se encuentran en la retención. El efecto visual de la fila de vehículos que se genera es lo que la DGT ha bautizado como efecto acordeón.

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Para que las retenciones no se hagan mucho más lentas para los coches que se encuentran atrás, Tráfico recomienda estar siempre atento a lo que sucede a nuestro alrededor, mantener una distancia de seguridad prudente y conservar una velocidad homogénea durante el recorrido.

Si se respetan estas pautas, se puede reaccionar con mayor antelación a lo que sucede delante y se puede evitar, así, que se produzca el efecto acordeón.

Si todos los coches circulan a una velocidad homogénea, el tráfico irá más fluido. Los atascos hacen que los vehículos estén más cerca unos de otros, por lo que es frecuente que pueda ocasionarse una colisión que haga crecer más aún el atasco. Por eso mismo, se aconseja guardar siempre la distancia de seguridad entre coches para evitar los frenazos bruscos que puedan acabar en golpe.

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Así, la DGT recomienda no esperar al último momento para frenar ni tampoco dar contantemente toques al freno, ya que alarmarás a los coches que vayan por detrás. Lo más adecuado es levantar el pie del acelerador, perdiendo velocidad de forma suave si se divisa cualquier problema o retención a lo lejos.

Igualmente, se debe evitar el conocido como efecto mirón, aquel por el cual los conductores, al llegar a la altura de un accidente, frenan por la curiosidad de ver qué ha sucedido. Este puede provocar más atascos y puede hacer más grave el efecto acordeón.

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