Verano y running: Cómo y cuándo correr a altas temperaturas
Practicar actividad física al aire libre sin correr riesgos y disfrutar del ejercicio pese al calor es posible
LOURDES MARTÍ
Valencia
Viernes, 4 de junio 2021, 16:25
Correr y calor es un binomio que parece incompatible. Las altas temperaturas aumentan el reto para los runners pero esto no es excusa para ... quedarse en el sofá de casa. Con la ayuda de Juan Rodado, entrenador personal en Sanus Vitae te dejamos algunos consejos o claves para no tener que abandonar la actividad física al aire libre en verano, estación en la que, en teoría, se dispone de más tiempo libre.
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Evita las horas centrales del día
Rodado recomienda evitar las horas centrales del día. Entre las 12 y las 16 horas el termómetro se dispara y realizar actividad física en el exterior puede suponer un riesgo para la salud. «En verano incluso a las 17 horas hace calor, por lo que habría que postergar la sesión para el atardecer», matiza.
Hay que tener claro que nunca se debe salir después de comer, algo básico pero que debe recordarse. En segundo lugar, y esto es para todas las franjas horarias, es imprescindible mantener una buena hidratación: «No hay que esperarse a tener sed, hay que beber de manera constante durante el entrenamiento».
¿Y si sólo tengo libre al mediodía?
Sin embargo, hay personas que sólo disponen del mediodía para dedicarse al ejercicio, el preparador comprende las situaciones y ofrece algunas pautas: «Entendemos que algunos corredores aprovechan esas horas en las que el trabajo y demás obligaciones les ofrece un paréntesis para salir a correr«.
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En el caso de seguir un plan pautado por un especialista, se le deben comentar estas circunstancias: «A mí, por ejemplo cuando me vienen algunas personas de las que entreno y me dicen que aprovechan la hora de comer para entrenarse, les digo que los entrenamientos más exigentes los dejen para los días que tengan más disponibilidad de horarios, quizás para los fines de semana que pueden practicar ejercicio a primera o a última hora del día».
Escucha a tu cuerpo
«Hay que tener en cuenta que cada uno tiene una adaptación al calor, unos lo acusan más que otros y lo que hay que hacer, sobre todo, es escuchar al cuerpo, dejarse llevar por las sensaciones y nunca ponerlo al límite», añade Rodado, quien recuerda la importancia de disfrutar de la actividad física. «Las lesiones por forzar o incluso dolencias más graves pueden llevar a perder el gusto por entrenar, además de no ser eficiente. Mantener la motivación es fundamental y para ello debe evitar esos excesos que le lleven a uno a frustrarse», completa.
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Si baja el rendimiento, no te preocupes
«Nadie, salvo casos concretos o deportistas de élite logran mantener los mismos tiempos y rendimiento que en invierno o cuando las temperaturas son más suaves», reflexiona Rodado quien advierte a aquellos que ya estén pensando en ponerse un dorsal de que el resultado no puede ser el esperado: «Conseguir las mismas marcas que en invierno no es fácil, pero es que además, ha habido una pandemia con lo que ello ha supuesto. La mayoría de personas no se han entrenado al mismo ritmo, ni en las mismas condiciones que en la era prepandemia y hay que ser conscientes de ello, por muchas ganas que haya de volver a ponerse un dorsal, se deben tener en cuenta todas estas cuestiones. El regreso ha de ser paulatino, ir probándose».
¿Cervecita para refrescarse tras el entrenamiento?
Es seductora la idea de terminar de entrenar y refrescarse con una cerveza emulando así los anuncios de verano, pero mejor darse una ducha y esperar. «Tal y como hemos dicho antes, es importante mantenerse hidratado durante toda la sesión y no llegar a tener sed. Además el alcohol, al contrario de lo que se suele pensar, deshidrata, por ello es mejor dejarlo para otro momento», concluye.
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