Los desfibriladores (y los médicos) salvan vidas

33.000 personas se inscribieron en una prueba que contó con récord de llegados a meta. 26.251 corredores cruzaron el arco de llegada instalado sobre la increíble pasarela azul que se mimetiza con el lago de la Ciutat de les Arts, superando el registro de 2022 que alcanzó los 21.628 finishers.

El equipo médico de la carrera realizó diferentes atenciones sin gravedad además de dos paradas cardiorrespiratorias: «Había un volumen alto de corredores, por estadística se espera que haya entre un 2 y 3 por ciento de asistencias. Eso suponen entre 500 y 600 y pudieron resolverse bien». Respecto a las dos que revistieron de más gravedad, comenta la doctora: «La resolución rápida es fundamental, la precocidad es clave, y así se demostró. Tenemos estudiados cuáles son los puntos más críticos, que son los últimos kilómetros. También tienen un importante papel los patinadores porque pueden desplazarse con rapidez entre los corredores, sin tener que hacerse espacio como por ejemplo los ciclistas como hay en otras pruebas».

El dispositivo médico estaba formado por 30 médicos en carrera, 15 ambulancias y hospitales de campaña, 65 enfermeros especialistas principalmente de UCI y anestesia y 150 voluntarios sanitarios.

A todo esto se sumaron 20 desfibriladores cedidos por Proyecto+Vida, iniciativa de RSC, empresa Almas Industries España, portados por esos 20 patinadores a los que hace referencia la directora médica de la carrera ubicados en los últimos kilómetros de la prueba.

Antes de desgranar algunas medidas para la prevención y hacer referencia a la casuística de las pruebas de larga distancia, la doctora López hace referencia a una de las imágenes de la jornada del pasado 3 de diciembre, la llegada de Joshua Cheptegei: «Tuvo un colapso del corredor, esto ocurre cuando traspasas la línea de meta y disminuye la velocidad del atleta, sus piernas todavía están en vasodilatación y al bajar el ritmo hay una acumulación de sangre. Entró en el hospital ubicado dentro del Museo, se sentó y estuvo hidratándose con las piernas elevadas. Ya está».

Los expertos consideran fundamental que el tiempo acompañe: «El metabolismo se ve afectado cuando hace mucho calor ya que el cuerpo pone en marcha mecanismos de compensación como disipación del color. Si tienes frío y hace un poco de viento por ejemplo va favoreciendo estos mecanismos. Todavía en un ambiente frío sufrimos golpes de calor porque el corredor va muy rápido».

Respecto a si las paradas cardíacas se pueden prevenir al ciento por ciento, la doctora López explica que no es fácil: «Puede haber una predisposición genética que hasta un momento determinado no ha dado la cara, pese a que una prueba de esfuerzo sí que te lleve al límite, en un contexto como el Maratón de Valencia, con la animación, esa meta que es el objetivo y demás, esa excitación y motivación no se puede simular artificialmente».

«En las carreras de 10K puede ocurrir este tipo de paradas pero no es tan habitual, se ve más frecuentemente a partir del medio maratón porque al ser más larga, el metabolismo se ve más afectado. Hay situaciones, por ejemplo estar recuperándose de un proceso gripal y sufrir una fibrilación ventricular», reflexiona antes de incidir en la importancia de una correcta hidratación, tanto en verano como en invierno: «Es importantísima en su justa medida por exceso también es negativo, por eso, por ejemplo en el Maratón de Valencia ponemos cada cinco kilómetros, es ideal, este tipo de cosas en una carrera como la nuestra no se realiza de manera aleatoria, es algo que se ha medido».