Descubriendo el poblado íbero de La Morranda por la Tinença de Benifassà
El municipio de El Ballester, punto de partida para una ruta de alrededor de seis kilómetros y con paso por el Barranc de la Pobla o del Riu Verd
Nos desplazamos a uno de los parques naturales con más encanto de nuestro territorio. La Tinença de Benifassà nos espera, en este caso para ... realizar un recorrido de unos seis kilómetros desde el municipio de El Ballester hasta el poblado íbero de la Morranda. Antes, pasaremos por el Barranc de la Pobla o del Riu Verd. Antes de pasar a desarrollar la ruta, recordamos la importancia de llevar un calzado adecuado porque existe alguna zona en la que hay peligro de resbalarse.
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Dejamos el vehículo en el municipio de la comarca de El Baix Maestrat, concretamente, junto a la iglesia de San Salvador y la Plaza Mayor. Seguiremos los pasos del camino empedrado que desciende hasta el barranco. Deberemos continuar por la misma pista que nos llevará desde la zona urbana hasta la zona con vegetación: los olivos marcarán nuestro camino.
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El Barranc de la Pobla-Riu Verd es nuestro primer destino, recorreremos su cauce, este es el punto del recorrido donde nos harán falta esas zapatillas que nos permiten agarrarnos al suelo, sobre todo si ha llovido en los últimos días u horas en la zona. El lecho se ensancha y deberemos salir de él por la izquierda, a continuación llega el poblado ibérico. Deberemos seguir el camino hasta las ruinas que esperan en la parte alta.
En el poblado íbero de La Morranda podremos detenernos para disfrutar de los restos de los muros así como los restos arqueológicos. «Situado a 2 kilómetros de Ballestar, se conservan los yacimientos del antiguo poblado íbero de La Morranda. Se trata de un emplazamiento bastante elevado que permitía unas condiciones defensivas muy favorables. Algunas de los restos cerámicos que se han encontrado están expuestos en las dependencias municipales de la localidad del Ballestar», afirman desde el Ayuntamiento de La Pobla de Benifassà. Las vistas hacia el valle son espectaculares.
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Llega el momento de dar la vuelta. No volveremos por el mismo camino, tomaremos una variante para llegar a El Ballester. La pista que espera por el este/noreste y que lleva esas marcas blancas y amarillas de Pequeño Recorrido, nos devolverá al lugar donde dejamos el coche.
«Los restos arqueológicos más antiguos en esta zona se han adscrito a la época eneolítica (III milenio a.C.) pero se estima que hasta el II milenio a.C. no se produjo la primera colonización importante de la Tinença, puesto que se han localizado numerosos yacimientos con restos cerámicos que permiten adscribirlos a la edad del Bronce y a la época Ibérica. Asimismo, cabe destacar el conjunto de pinturas rupestres de arte levantino de la Cova del Polvorí o dels Rossegadors (la Pobla de Benifassà). Se supone que la Tinença comenzó una etapa de explotación agrícola y ganadera en el Bronce, que continuó en la época iberoromana», explican desde la página oficial de la Generalitat hablando sobre este maravilloso Parc Natural de la Tinença de Benifassà.
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