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Marcos Sánchez
Valencia
Viernes, 25 de abril 2025, 13:37
Que sería de la vida sino la tomásemos con un poquito de humor. Y que sería de Valencia sin los esmorzarets. Esta es una combinación indispensable, un buen almuerzo tiene que ir acompañado de unas buenas risas y es esencial que sea en Valencia, tierra de santos en este aspecto. Eso sí, sin pasarse que luego si uno quiere hacer deporte los kilitos de más acabando pesando. Así que, será mejor hacen como en el club de atletismo Correcansinos, correr, luego almorzar, emulando el famoso dicho de Rene Descartes de «pienso, luego existo».
El origen de Correcansinos se remonta a finales de 2009. Javier Gaitán, uno de sus fundadores, ya llevaba un par de años participando en el circuito de carreras populares de Valencia. Poco a poco, comenzó a juntarse con un pequeño grupo de amigos con la misma afición. «Empezamos a correr con un nombre inventado, como por echarnos unas risas, pero sin estructura. Fue en enero de 2010 cuando decidimos oficializarlo: camiseta, logo, y todo», recuerda Javier. El motivo del nombre del club es en honor a la SD Correcaminos uno de los pioneros del running en Valencia y clubes con más renombre, ellos adaptaron este nombre a su estilo dándole un toque humorístico y sin maldad, en homenaje a ellos. Desde entonces, ese nombre tan característico empezó a hacerse habitual en las carreras de la provincia.
«Correcansinos no es un homenaje ni una burla», puntualiza Javier Gaitán. «Es un reflejo amable y divertido de lo que queríamos ser: un grupo de amigos con ganas de disfrutar del running sin la presión de ganar, pero con el compromiso de hacerlo bien».
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Al principio eran cinco. Luego vinieron los compañeros de trabajo, los amigos, los amigos de los amigos… y así hasta alcanzar los sesenta miembros en sus mejores épocas. Hoy, con algo menos de presencia —alrededor de cuarenta y cinco miembros activos— siguen siendo una piña. Las zonas de entrenamiento principales siguen siendo las de siempre: el antiguo cauce del río Turia, el paseo marítimo y las calles de Burjassot o Paterna, de donde proceden muchos de sus miembros.
«Aquí no hay jerarquías, ni niveles. Corres cuando puedes, entrenas lo que te permite la vida, y sobre todo vienes a pasarlo bien. Esa es la base del club», explica Javier, que con 47 años sigue siendo uno de los más activos, tanto en número de carreras como en energía. Es más, ha recibido el premio al segundo competidor
Aunque la mayoría del equipo se dedica a carreras en asfalto, en los últimos años han surgido pequeñas secciones que exploran otros terrenos. Tres hermanos del club, por ejemplo, han desarrollado una marcada afición por los trails y han participado en maratones de montaña por lugares como Gátova o incluso en zonas más escarpadas cerca de Huesca. También hay miembros que han probado el triatlón, ampliando así el abanico de disciplinas donde el nombre de Correcansinos está presente.
«No obligamos a nadie a seguir una línea. Aquí cada uno entrena lo que le apetece, corre donde quiere y se apunta a lo que le motiva. Mientras lleves la camiseta puesta y te tomes el almuerzo después, todo está bien», comenta entre risas.
Uno de los detalles más bonitos del club es cómo se está dando un relevo natural entre generaciones. «Muchos de nosotros ya tenemos hijos, algunos ya adolescentes, y poco a poco los vamos metiendo en esto del running», dice Javier. «Yo mismo tengo dos, de 7 y 9 años, y ya vienen a ver las carreras o hacen sus pinitos. La idea es que algún día sean ellos los que tomen el relevo».
De hecho, el corredor más veterano del grupo es Félix Torres con nada menos que 78 años. Aún participa en las carreras del circuito con ritmos de 4:20–4:25 min/km. «Es una pasada», reconoce Javier. «Él ha estado en el podio muchas veces. Ahora ya no compite como antes, pero sigue dando ejemplo. Es el tipo de figura que te inspira a seguir cuando te flaquean las ganas».
Correcansinos tiene su particular calendario sagrado. Las carreras del Circuito de Valencia, la 15K Nocturna, la 15K Abierta al Mar, la Media y la Maratón de Valencia son fijas para ellos, pero también se dejan ver en pruebas como la 15K de Paterna, la Gran Font, carreras en Madrid o la clásica 10K de enero.
En cuanto a resultados, el club se mantiene fiel a su esencia no competitiva, pero eso no significa que no haya méritos. Han llegado a terminar el circuito como el 20º equipo clasificado —todo un logro para un club amateur— y algunos miembros han hecho podio en carreras más modestas. «Para nosotros es un éxito simplemente ver a alguien del equipo en el podio, aunque solo sea una vez al año», comentan entre risas.
La pandemia frenó una de las grandes tradiciones de Correcansinos: su cena anual de final de año. «Era un momento clave. Reuníamos al equipo, hacíamos un repaso del año, entregábamos premios simbólicos —al que más ha corrido, al más tardón, al más motivado— y acabábamos con una foto de grupo y muchas risas», rememora Javier.
También celebraban su competición interna en pistas alquiladas en Burjassot o Alacuás, con pruebas por equipos, juegos infantiles y un almuerzo a lo grande. Todo eso quedó en pausa en 2020, pero este año quieren retomarlo. «Han pasado cinco años y ya toca. Nos hacemos mayores, es más difícil quedar, pero sabemos que necesitamos esos momentos para mantener viva la llama del equipo», admite.
A diferencia de otros clubes, Correcansinos nunca ha organizado una carrera abierta al público. «Nos lo planteamos al principio, pero requiere una logística y unos recursos que no tenemos. Al final todos trabajamos, esto es un hobby», cuenta Javier. De ahí que celebren su propia «competición» interna, solo entre miembros, sin dorsales oficiales ni cronometrajes. «Nos basta con estar juntos, correr, competir sanamente y luego sentarnos a almorzar. Ese es nuestro podio», resume.
Correcansinos no tiene una declaración de principios escrita, pero su filosofía se respira en cada entrenamiento. A eso se suma el lema que lo dice todo: «Corro, luego almuerzo». Lo llevan impreso en la camiseta, y lo cumplen con fervor.
«Puede parecer una broma, pero encierra lo que somos: una familia. Correr es el pretexto para vernos, para mantenernos en forma, y para compartir algo tan nuestro como el almuerzo valenciano», sentencia Javier.
Para saber más:
Nombre completo: Correcansinos.
Fecha de creación y lugar: Valencia, 2010.
Socios del club: 45.
Colores del club: Rojo y negro.
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