Adiós a la última mujer que iba a diario al lavador de Villalonga

La localidad de Villalonga está de luto. Este sábado murió una de las personas más queridas y que más vida social hacían en el pueblo. Se trata de Amparo Sanchis García, 'La Cala'. Esta mujer de 88 años vivía sola en su casa del centro de la población y era la única que no se había subido al carro de la modernidad que supuso la llegada de las lavadoras a los hogares, hace ya muchas décadas.

Amparo iba a diario al lavador del pueblo, al 'safareig', como es conocido. “Era la única persona que lo utilizaba, de hecho tenía llaves y entraba a diario”, han precisado fuentes municipales. Ella iba allí todas las mañanas, no faltaba ninguna, con su barreño y su ropa por lavar.

“Llevaba de todo, sábanas, toallas y prendas de vestir”, lo dejaba todo como la “patena”, las prendas blancas relucientes, entendemos que utilizaba jabón casero. La marcha de Amparo ha sido una noticia inesperada en Villalonga. Su muerte se produjo el sábado. ”Estaba perfecta pero sufrió un ictus y falleció. El entierro fue el domingo en a iglesia de Villalonga y acudieron centenares de personas “tanto al tanatorio como a la iglesia”, ha precisado su hija Amparo San Pablo.

Hasta Villalonga fueron vecinos de la localidad a despedirla, pero también de La Font, de Castellonet o de Ador, entre otros. “La quería mucha gente y eso se ha notado en su despedida, toda la familia estamos muy emocionados, ha precisado la hija,

Amparo tenía tres hijos y cada día salía de su casa para ir al lavadero: “La veíamos cruzar las calles e ir al lavadero,”, ha indicado la edil de Comunicación y Nuevas Tecnologías, Alicia Gomis. “Amparo hacia algo de vida social allí, lavaba su ropa y la dejaba impecable y hablaba con las vecinas y la gente del centro del pueblo”.

De hecho, el lavador está muy céntrico, muy cerca del Ayuntamiento, en la calle Maestro Serrrano. Este espacio se nutre de agua de la fuente de los 16 de Chorros de Villalonga, por eso está tan céntrica y siempre lleva agua, aunque este domingo algunos vecinos han comentado “que no llevaba ni una gota” y han asegurado que eso está relacionado con la marcha de Amaparo.

La hija de Amparo han confirmado que su madre no tenía lavadora y que no la quería: “Nunca la quiso, ni por tenerla para una emergencia. A ella le gustaba ir al lavador a diario y así lo hacía”, ha precisado.

La edil Gomis ha indicado que todo ha ocurrido muy deprisa, pero que el Ayuntamiento baraja hacerle algún tipo de homenaje. “El alcalde ha estado unos días fuera, pero ahora nos reuniremos todos y veremos si procede colocar una placa o celebrar algún acto de despedida”, ha indicado la edil de Fer Poble.

Gomis ha reconocido que Amparo fue un ejemplo de convicción, ya que mantuvo hasta el final de sus días sus costumbre y acudía a diario al lavador. “Era la única persona de Villalonga que hacía esto, con su marcha se va una institución y el lavador ya no será el mismo”.

El lavador de Villalonga está muy céntrico ya que se alimenta del agua de la fuente de los 16 chorros, por que siempre tiene caudal, excepto este domingo y nadie sabe el porqué. Este recinto se ha conservado a lo largo de los años aunque corrió algún momento de peligro, ante su poco uso y la llegada de electrodomésticos a las viviendas.

Pero hace unos 20 años, en la etapa del excalde Juan Ros, el lavador se sometió a una mejora y restauración, algo que caló muy de lleno entre los vecinos, sobre todo en los mas mayores que vieron como renacía un espacio que habían empleado en su juventud y que habían utilizado sus padres y ellos mismos.

El lavador es uno de los puntos turísticos de Villalonga por su buen estado de conservación, dada su mejora hace 20 años y sobre todo por llevar agua. Pero ya nadie irá a diario a lavar su ropa como lo ha hecho Amparo Sanchis toda su vida, hasta los 88 años.

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