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Los venderos utliman el montaje de los puestos en las carpas del recinto ferial. B.G.

El calor preocupa a los feriantes de la Fira de Xàtiva

Vendedores y responsables de atracciones temen que las altas temperaturas asusten a los visitantes y se muestran críticos con la distribución del recinto

B. González

Xàtiva

Miércoles, 13 de agosto 2025, 18:38

Este jueves arranca la Fira d'Agost de Xàtiva, una de las citas festivas del verano en la Comunitat por su historia y arraigo, que recibe a miles de visitantes en estos días y que se espera con ilusión por el vecindario. A pesar de que Xàtiva es conocida por batir récord de temperatura y que esto no ha sido ningún impedimento para disfrutar de la Fira, la ola de calor persistente con previsiones para el fin de semana de hasta 43º, es la mayor preocupación de los feriantes.

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«Esa es la incertidumbre de este año. El año pasado sólo hubo un día de mucho calor. Este año no es sólo uno, son todos de muchísimo calor y eso nos perjudica porque la gente no sale, se recoge», explica José Vicente, uno de los vendedores más veteranos de la Fira.

El optimismo es menor entre los feriantes de la zona de las atracciones de mayores. «Estamos a pleno sol y por las mañanas a esta parte de la feria no viene gente», lamenta el portavoz, Juan Antonio Almazán, quien se muestra crítico con la distribución del recinto ferial de los últimos años en la que se, asegura, los más afectados son las atracciones grandes.

Arriba, ubicación de las atraccines de mayores. Abajo, el tradicional puesto de bastones. B.G.

Considera que en el entorno de la Plaza de España y parte final de la Avenida Selgas, donde hay más arbolado, podrían reubicarse. «Entendemos que se ha querido posibilitar que monten más aparatos, pero igualmente podríamos hacerlo en este espacio porque el problema también es que desde donde están las atracciones infantiles y las nuestras parece como si fuera otra feria. Hay mucha distancia», lamenta.

Almazán apunta también el hecho de que tienen un horario más reducido que el resto y que, además, se ven obligados a trabajar con grupos electrógenos que funcionan con gasoil. «El Ayuntamiento algún año apoya con gasoil, pero no siempre. Y el precio de todo se ha disparado», lamenta.

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No obstante, junto a las críticas también valora positivamente que el Ayuntamiento haya puesto vigilancia en la zona de las caravanas, puesto que el año pasado se produjeron algunos robos. «Fue un desastre. Nos reventaban las caravanas mientras trabajábamos y es positivo que el Ayuntamiento haya tomado medidas para nuestra tranquilidad», explica.

Juan Antonio es otro de los feriantes veteranos de Xàtiva por eso, pese a las quejas y las incertidumbres, asegura que el balance de la Fira suele ser bueno «porque viene mucha gente de fuera y responde».

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José Vicente, de Valencia capital, es uno de los vendedores de los puestos. También se muestra crítico con la reorganización de los últimos años. «A partir del Ayuntamiento hacia el inicio de la Alameda era la zona donde se instalaba la artesanía y ahora se ha quedado muy desolada. Los mismos establecimientos, a pesar de contar con un espacio mayor de terraza, se quejan porque la gente, al no ver nada, se da media vuelta», manifiesta. «Es una pena porque es una zona que ha estado toda la vida, que está también muy refugiada con los árboles, sombreadita y se ha desaprovechado. El invento creo que no ha funcionando».

Tres generaciones de vendedores

José Vicente vende plantas. Es de Valencia y tiene el invernadero en San Antonio de Benagéber. Lleva siendo fiel a la Fira de Xàtiva desde hace más de 30 años, puesto que ya venía junto a su padre y antes que su padre, su abuelo ya tenía un puesto en la Fira de Xàtiva. De hecho, explica que si continúa estando en la Fira es por «nostalgia y cariño». No va a ninguna otra feria, solo se dedica a vender en mercados ambulantes.

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Su puesto también fue modificado el año pasado con la reorganización. «Antes montaba mi parada y ahora estoy un poquito obligado a coger la carpa. El año pasado fue un año normal en cuanto a ventas, pero también era la primera vez que montábamos aquí (en el último tramo de la Avenida de Selgas)», indica. No obstante reconoce que los clientes habituales de la feria les buscaban. Y en eso confía, en que pese al calor y los cambios, los clientes habituales y los nuevos respondan para continuar volviendo un año más a la cita con la feria más antigua de la Comunitat.

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