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Todos los detalles de las bodas de plata de Irina Manglano y Quico Catalá
El lugar elegido para celebrar el aniversario del matrimonio ha sido la casa familiar de Beniarbeig, donde se han dado cita un centenar de invitados. La madre de Irina, Mayrén Beneyto, ha estado pendiente de todos los detalles
Cuando Irina Manglano y Quico Catalá se casaron hace veinticinco años, el rojo fue protagonista de la decoración de la boda. Volvió a ... serlo en sus bodas de plata, que celebraron en la casa familiar de Beniarbeig. «Nuestro jardinero, Pascual, se ocupó de decorar toda la casa, puso cien velas rojas y adornos en verde y blanco, el jardín quedó precioso», cuenta su madre, Mayrén Beneyto, que estuvo pendiente de que todo saliese perfecto.
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En la mesa principal, también decorada en rojo, Irina eligió una vajilla blanca de la familia. «Ella quiso que todo fuera nuestro, nada alquilado, desde las bandejas a la cubertería y cristalería. Y eso para cien personas, pero en nuestra casa siempre hemos tenido servicio para mucha gente».
Entre los invitados, amigos del matrimonio y de sus hijos, Jorge y Quico: «Estuvieron sus sobrinas Irene, Isa y Floris, sus primas Geli y Sonia Valero de Palma con sus maridos, Juan y Laura Beneyto con sus parejas, Carmen y José María, Jorge Catalá y su mujer y buenos amigos, como María Teresa Zaragozá, Susana Lozano, Maloles Despujol y Susana Asensi. No faltó su hermano, Alfonso Manglano, Jorge Segura, los Gómez Torres, Esther Barrera, Macarena Peiró, Guillermo Soria, Teté García, Queque Badía, Ana Lozano y Carla Basó y muchos amigos compañeros de deporte y de la Falla Grabador Esteve».
La tarta se la entregaron sus hijos, Jorge y Quico, y tuvo temática doble, carreras y bicicleta, en alusión a sus deportes favoritos. Tras la cena, los invitados bailaron hasta la madrugada con el DJ Luis Jordana, amigo de Quico, que pinchó música de los 80.
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