Begoña Puigmoltó Lassala: «Tengo un propósito de vida, y es la necesidad de ayudar a los demás»
De apellidos nobles, trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, pero quería volver a casa. Actualmente trabaja como directiva en Feria Valencia y ha estrenado con «un equipo maravilloso» una oenegé que se llama Sumando Contigo, y donde está dispuesta a darlo todo
Hay algo admirable en Begoña Puigmoltó Lassala porque consigue casi sin pretenderlo que, quien la escucha, se suba al tren en marcha que ella conduzca. ... Da lo mismo que sea un Talgo que un AVE. Si ella está tendrá acompañantes entusiastas que le digan: «Venga, ¿qué tengo que hacer?». Lo ha logrado con Sumando Contigo, su proyecto más personal, el que parece culminar una trayectoria en la que ayudar a los demás ha estado siempre en el centro de su vida. Perteneciente a una familia valenciana de apellidos nobles, la directora de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad en Feria Valencia recuerda cómo el ejemplo de una madre que trabajó en Servicios Sociales, que se bajaba al río para echar una mano, estuviera o no en su horario de trabajo, una abuela, Elisa, que siempre hablaba de ayudar a los demás, ha calado en ella hasta el tuétano y también sembrado una semilla en sus hijos. Una mujer a la que le definen unos tacones, pero también meterse en el barro.
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-¿Qué es Sumando Contigo?
-Es un proyecto que pretende ayudar en red a personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social. Lo que hace especial Sumando Contigo es su enfoque colaborativo y su papel como conector. No sólo ayudamos, sino que tejemos alianzas entre personas, empresas, administraciones y entidades sociales para multiplicar el impacto. No competimos, sumamos, porque no se trata de destacar, sino de unir fuerzas para que nadie quede fuera. ¿Por qué no trabajar coordinados? Así podemos ser más eficientes. Tengo además un equipo maravilloso que se ha sumado sin pensarlo, y cada día más personas y entidades quieren aportar y les estoy muy agradecida. Es todo un honor.
-¿Cree que era uno de sus proyectos pendientes después de tantos años ayudando a los demás?
-Yo tengo un propósito, y es esa necesidad de ayudar. Necesitaba hacerlo a través de un proyecto como Sumando Contigo para darle consistencia, porque creo que tengo esa capacidad de generar confianza, de sumar personas que puedan ayudarme a ayudar. Y si tal y como me dicen tengo ese don, quiero ponerlo en valor. Y sólo con ayudar a una persona habrá valido la pena.
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Begoña Puigmoltó derrocha pasión Por su proyecto, por su familia, por su trabajo. Recuerda sus inicios, después de estudiar Ciencias de la Información, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde desarrolló una carrera profesional a la que renunció para volver a Valencia. «No podía estar lejos, yo tenía que volver», dice Begoña, que lleva ya mucho tiempo vinculada a Feria Valencia, donde cree que se puede trabajar en red con empresarios e instituciones.
-¿Por qué volvió de Madrid?
-Decidí irme del Ministerio y la gente me decía que era un error, pero yo quería volver a Valencia por temas personales, porque llevaba diez años ya en Madrid. Sé que he tenido suerte, he trabajado con el presidente del Gobierno, con altos cargos, también trabajé en la casa de subastas Sotheby's. Creo que se me dan bien las instituciones, de conocer un proyecto desde abajo, y de contar con las personas para hacerlo posible.
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-Ahora trabaja en Feria Valencia. ¿Cuál es su papel en la institución?
-Al frente de este departamento (Dirección de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad), mi vocación de servicio ha sido siempre el motor que impulsa cada una de mis decisiones. Creo profundamente en el poder de las alianzas: en tender puentes entre personas y sectores que, al colaborar, generan valor real, transformador y sostenible. Además, me gusta hablar de confianza, para mí es el hilo invisible que lo moviliza todo. Cuando se cultiva, abre la puerta a lo que parecía inalcanzable.
-¿Qué es la sostenibilidad para usted?
-Concibo la sostenibilidad, entendida desde el triple ámbito ambiental, social y de gobernanza, pero yo prefiero hablar de economía de impacto, fomentando un modelo económico que, más allá de buscar rentabilidad, genera valor positivo para la sociedad y el entorno.
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-Su compromiso con Feria Valencia le viene incluso de familia...
-Recientemente averigüé que mi tatarabuelo fue uno de los impulsores de la feria a principios del siglo XX. Me gusta pensar que cien años después, uno de sus descendientes intente seguir transmitiendo ese legado por el que se fundó la institución, y dejar Feria Valencia en lo más alto.
-¿Hasta qué punto los apellidos, pertenecer a dos familias como Puigmoltó y Lassala, han influido en su vida?
-Para mí la familia lo es todo. Tengo la suerte de, más allá de llevar estos apellidos es estar cerca de las personas que integran esta familia. Todos tenemos un arraigo, estamos muy unidos y he podido inculcar a mis hijos los valores que a mí me han transmitido, de educación, amabilidad, generosidad, entrega, esfuerzo o humildad.
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-Si hablamos de nuevo con su lado más solidario, ¿cuál es la motivación con las personas más necesitadas?
-Somos tan afortunados con todo lo que tenemos que, ¿cómo no vamos a entregar nuestro tiempo? En la mayoría de las ocasiones ni siquiera la gente necesita ayuda por su culpa, sino que les ha tocado vivir situaciones muy complicadas y lo mejor que podemos hacer es ponernos en su lugar y ayudarles.
-Siempre se habla de lo que da a uno mismo ayudar a los demás. ¿Es cierto en su caso?
-Es un tópico pero es muy real: Al ayudar a los demás, recibes mucho más de lo que das. Cada día es un aprendizaje, una lección de vida, una reflexión de humanidad, humildad y agradecimiento. Y me reafirma que ese es el lugar donde quiero estar.
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-¿Qué haría si tuviera una varita mágica?
-Si tuviera una varita mágica, haría que Sumando Contigo llegara a cada rincón donde alguien se sintiera solo, invisible o sin oportunidades. Convertiría cada gesto solidario en una cadena imparable de colaboración. Me encantaría que nuestra oenegé se convirtiera en un referente internacional de cómo la unión entre personas, entidades y empresas puede transformar realidades. Soñaría con una red global de apoyo donde nadie quede fuera, donde la dignidad de las personas esté siempre en el centro, y donde la solidaridad no tenga fronteras. Con esa varita mágica, multiplicaría los recursos, las manos y los corazones dispuestos a sumar, para que cada historia de exclusión se transforme en una historia de esperanza.
-¿Qué es Valencia para usted?
-Si antes he dicho que la familia lo es todo para mí, está unido también a mis raíces. Los valencianos tenemos un imán con Valencia, porque aunque mucho salimos fuera, la mayoría acabamos volviendo. Sí, es una experiencia y yo lo recomiendo, pero creo que al final Valencia tiene una energía muy especial que nos hace regresar.
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-¿Dónde la puedo encontrar si necesita desconectar de su día a día?
-Seguramente me encontraría en Benicàssim, en la Colomera, que es una torre junto al mar que fue construida hace más de mil años. Tengo una conexión especial con esa torre y siempre subo y le aseguro que no es fácil. Allí estoy sola con el mar, me pierdo en el horizonte y me permite desconectar. Es mi hogar desde pequeña.
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