Sanidad repesca al exgerente de FGV para gestionar fondos europeos

Así, una de las primeras consellerias en elegir a sus nuevos cargos directivos para la dirección de programas europeos ha sido Sanidad. En plena semana fallera, la consellera del ramo, Ana Barceló, firmó la incorporación de los dos directivos que ayudarán a su área a manejar el dinero que llegue de Bruselas. Aunque para los dos puestos ofertados se presentaron 75 personas, de las cuales 66 cumplían con los requisitos fijados, los dos seleccionados han acabado siendo dos conocidos para la Administración. Según el órgano de selección, compuesto por la subsecretaria de Sanidad, un representante de la Dirección general de Salud Pública, y otro de la Dirección general de Planificación, los dos elegidos para ocupar puesto directivo son Enrique Guijarro y Emilio Bayarri. El primero es un trabajador de la casa, con puesto en el departamento de coordinación y planificación de suministros y servicios generales de la propia conselleria de Sanidad. En concreto, de una de las áreas que tenían a un miembro en el órgano de selección. Y el segundo, el exgerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana entre 2019 y 2020. Bayarri, economista de profesión, vuelve así a recalar en el Botánico, esta vez como directivo para la gestión de los fondos europeos, dentro de un proceso en el que el peso político a la hora de tomar la decisión es uno de los elementos clave.

Según la resolución aprobada por Barceló, revisados todos los currículum y realizadas las entrevistas personales pertinentes, ambos candidatos son los que cumplen todos los requisitos exigidos y reúnen «profundos conocimientos en materia de fondos europeos y dirección y planificación en diferentes instituciones y organismos» en un caso y otro. El nombramiento de ambos se ha producido ya, con fecha 14 de marzo, pero contra la resolución cabe recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses, o un recurso potestativo de reposición en un plazo de un mes desde su publicación.

Los nuevos contratos de alta dirección tendrán una retribución variable y se encargarán de coordinar la tramitación de los fondos asignados, propios o externos, en el marco de las políticas de recuperación así como todas aquellas tareas relacionadas con la gestión de esos fondos. Unas ayudas que en el caso de la Comunitat Valenciana superan los 1.050 millones de euros. Un bocado demasiado apetitoso como para que las decisiones respecto a su destino no recaigan en las manos adecuadas. De ahí, que el tripartito haya preferido asegurarse que esas decisiones estén controladas, con el control de los órganos encargados de elegir a ese persona, formados de forma íntegra por cargos políticos.