Sánchez niega connivencia con Salazar y se escuda en un «pequeño error» al tramitar las denuncias por acoso sexual
Asegura que se enteró esta misma semana por la prensa de que dos mujeres habían acudido hace cinco meses al canal antiacoso del PSOE
Pedro Sánchez no se había pronunciado hasta ahora sobre el malestar interno por la gestión de las denuncias por acoso sexual contra uno de sus ... máximos colaboradores, el exalto cargo de la Moncloa y exmiembro de la ejecutiva socialista Paco Salazar, pero este sábado, en una conversación informal con periodistas en el Congreso, durante la recepción por el día de la Constitución, rompió su silencio para alegar que la falta de diligencia de la que se quejan, singularmente, las mujeres del PSOE no se debió a un intento de protegerlo ni a «connivencia» por su parte.
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La dirección del partido ya justificó el viernes, en una nota interna a las federaciones, que el asunto se había puesto en manos de un órgano de muy reciente creación – el comité antiacoso desarrollado el pasado mayo– que actúa de forma autónoma e independiente para garantizar confidencialidad y aislar el proceso de injerencias de la secretaría de Organización o de la vicesecretaría general. Pero también reconoció que no se había «arropado» lo suficientemente a las dos mujeres que, el pasado julio, registraron sendas denuncias. En cinco meses ninguna de ellas fue contactada.
El jefe del Ejecutivo, que aseguró que no resta «gravedad» a lo ocurrido, sostuvo que él ni siquiera tenía conocimiento de la existencia de las dos denuncias contra el exsecretario general de coordinación institucional de la Presidencia del Gobierno hasta que esta semana las publicó ‘eldiario.es’. Sí conocía los testimonios que el 5 julio provocaron que el dirigente no fuera ascendido, como estaba previsto para ese mismo día, a secretario de Organización adjunto, pero aquellos no llegaron nunca al canal antiacoso.
El presidente dice que su partido no puede llevar el caso contra su excolaborador a la Fiscalía y que han de ser las víctimas las que den ese paso
El terremoto que ha provocado la constatación de unafalta absoluta de actuaciones, unida al hecho de que hace solo unas semanas ‘Artículo 14’ publicara la fotografía de una comida entre la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, y Salazar, levantó enormes suspicacias dentro del PSOE y derivó en un señalamiento hacia el propio Sánchez; la vicesecretaria general, María Jesús Montero (cuyo número 3 en Andalucía puso públicamente «la mano en el fuego» por su «amigo» el pasado julio) y la secretaria de Organización, Rebeca Torró, desaparecida en todo este asunto.
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Sánchez, asumió este sábado «en primera persona» la responsabilidad de lo sucedido, pero también hizo hincapié en que el fallo ha estado en un aún poco engrasado comité antiacoso y en que no fue nada «premeditado»; algo que igualmente defendió Montero. Esta reconoció que, al dejar el asunto, tal y como dicta el protocolo, en manos de los «jurídicos», quizá la dirección no estuvo todo lo pendiente que debería y admitió que los tiempos empleados en el proceso no son admisibles.
El presidente se afanó en poner todo el foco ahí. Si bien alegó que en ningún caso se han rebasado los plazos marcados en el protocolo; algo discutible, si se tiene en cuenta que este fija tres meses para dar respuesta al análisis de las actuaciones, aunque permita prorrogas de otros tres meses «en casos de extraordinaria complejidad o circunstancias justificadas».
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«No es justo castigar al que más hace»
En cualquier caso, Sánchez alegó que no consentirá críticas de terceros, singularmente del PP o Vox. «El PSOE es un partido feminista. Habrá habido un pequeño error en la velocidad de la tramitación, pero no hay ninguna organización que tenga un protocolo antiacoso», reivindicó. «No es justo castigar más a quien más hace», insisten otras fuentes del Gobierno que, además, rechazan el señalamiento a Torró o Montero. «No olvidemos que los partidos tienen sus dinámicas internas y en muchas ocasiones se aprovechan las crisis para dirimir cuitas orgánicas», aducen.
La asociación Feministas Socialistas (FeMeS), presididas por la filósofa y exmiembro del Consejo de Estado Amelia Valcárcel, denunciaron hoy, sin embargo, en un comunicado, que las explicaciones dadas hasta la fecha son «insuficientes». «Ser es hacer. No es de recibo que, presentada una denuncia en junio de 2025, y creado el órgano en el mes de julio, en diciembre las denunciantes no hayan recibido respuesta. Las mujeres tenemos derecho a desarrollar nuestro trabajo en un ambiente libre», defienden.
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«Ser es hacer», advierten las socialistas críticas frente a las proclamas de feminismo del jefe del Ejecutivo
La organización, formada por feministas alejadas hace tiempo del partido, alude además a los casos de José Luis Ábalos y Koldo García y del que fuera líder socialista en Torremolinos, Antonio Navarro, para recriminar que el PSOE se haya convertido en un espacio en «violento para las mujeres y que los acosadores campen con libertad».
En el aire sigue aún qué ocurrirá con las denuncias. En el PSOE algunas dirigentes, como la exvicesecretaria general Adriana Lastra, han pedido ya que, una vez culmine el proceso interno, se acuda a la Fiscalía. Sánchez esgrimió que «legalmente» no es posible dar ese paso y que deben ser las mujeres afectadas las que lo hagan; un argumento del que, sin embargo, discrepan algunas voces incluso en su núcleo duro.
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Es cierto, no obstante, que el acoso sexual es un delito semipúblico y, generalmente, en esos casos para iniciar el procedimiento penal sí se requiere denuncia de la víctima. El Ministerio Fiscal puede actuar de oficio solo si la víctima es menor o discapacitada
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