Presupuesto de 2019: 2.000 millones más, pero 34 menos invertidos

El Consell del Botánico aprobó para 2019 un presupuesto expansivo, de más de 22.000 millones de euros. Unas cuentas pensadas en clave electoral -a lo largo de ese ejercicio se celebraron las autonómicas y municipales, las europeas, y hasta dos generales- con las que la izquierda se puso el objetivo de mantener la hegemonía electoral alcanzada en 2015. Los resultados de esos comicios, los últimos celebrados en la Comunitat, dieron la razón a ese argumento de gastar más -aunque los ingresos no llegaran-, por más que el resultado del déficit de ese año que se hará público el próximo 31 de marzo, puede acabar reflejando la gigantesca diferencia entre ingresos y gastos presupuestarios.

El incremento de los presupuestos de 2019, respecto de los de 2018, fue de unos 2.000 millones de euros -un 10%-. Y sin embargo, el dinero dedicado a inversiones, no el presupuestado sino el efectivamente gastado, no sólo no se incrementó, sino que disminuyó. Así lo revela el estado de la tesorería de la Generalitat correspondiente al mes de diciembre de 2019, publicado ayer en el Diari Oficial (DOGV) y su comparación con los datos correspondientes al mismo mes, pero del año anterior.

La documentación publicada ayer sitúa el total del presupuesto del año pasado en 22.132 millones de euros. Los principales capítulos de gasto, como suele ser habitual, fueron los de personal (6.091 millones), transferencias corrientes (4.930 millones) y gasto corriente (3.310 millones), sin contar los pasivos financieros, que ascendieron a 6.269 millones de euros.

Esas son las grandes cifras. El detalle de los capítulos inversores, el VI y el VII, revela no obstante la realidad del gasto de estas cuentas. Las inversiones reales (VI) fueron de 336 millones de euros; las transferencias de capital, por su parte, llegaron a 378 millones de euros.

¿Y en 2018? Los datos publicados hace ahora un año respecto al cierre de ese ejercicio presupuestario situaron las inversiones reales en 370 millones de euros. Y las transferencias de capital en 355 millones de euros. Es decir, pese a incrementarse en 2.000 millones de euros el presupuesto de 2019, respecto al de 2018, el nivel inversor fue inferior. En concreto, de 34 millones de euros menos -si se tiene en cuenta únicamente el capítulo VI- y de 11 millones de euros si se contabilizan tanto las inversiones reales como las transferencias de capital.

El dato resulta significativo, toda vez que uno de los argumentos con los que se justificó a finales de 2018 el carácter expansivo de los presupuestos de 2019 fue el de aumentar las inversiones. No sólo no aumentaron en la misma proporción que el presupuesto, sino que decrecieron aunque de forma leve.

No sólo eso. El presupuesto aprobado en Les Corts para 2019 situaba el capítulo VI, es decir, lo que se comprometió el Consell a invertir, al borde de los 645 millones de euros. Que la tesorería de diciembre sitúe los gastos en ese capítulo en 336 millones significa que el porcentaje de ejecución se encuentra en el 52%. Por lo que se refiere a las transferencias de capital, para 2019 se presupuestaron 986 millones de euros. Los 378 millones que refleja la tesorería representan apenas un 38% de la cifra inicialmente presupuestada.

Los datos de tesorería dados a conocer ayer suman otro dato demoledor. El capítulo de gasto de personal alcanzó los 6.091 millones de euros, frente a los 5.701 millones del mismo mes, pero de 2018. Una diferencia de 390 millones de euros que da una idea del incremento de la plantilla de la administración y de sus remuneraciones. De hecho, ese crecimiento es mayor que todo lo dedicado a inversiones reales a lo largo de 2019 (los 336 millones ya citados).

El incremento de la administración autonómica, con la creación de nuevas entidades y organismos públicos y el retraso en el cierre de otros, fue defendido por la propia vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que en su comparecencia del pasado viernes al termino de la sesión plenaria del Ejecutivo vino a justificar el crecimiento del sector público en el hecho de que esa medida permitía «garantizar derechos». Hasta 2015, con el PP al frente de la mayoría de instituciones públicas, los partidos de la izquierda valenciana reprocharon con reiteración el incremento del sector público, con el argumento de que ese hecho únicamente servía para poner en marcha «chiringuitos» para enchufados.

Los datos publicados ayer en el DOGV revelan también los pagos realizados por cada una de las secciones presupuestarias a lo largo de 2019. La comparación con los de 2018 refleja el crecimiento o el retroceso de los distintos departamentos autonómicos. Por ejemplo, Presidencia de la Generalitat gastó en 2018 un total de 379 millones de euros. En cambio, en 2019 se quedó en 361 millones de euros. Por contra, la conselleria de Justicia pasó de unos pagos en 2018 por 287 millones de euros, a unos de 308 millones en 2019.

Los incrementos más notables los experimentan las consellerias de los dos vicepresidentes. Igualdad, el departamento que dirige Mónica Oltra, pasa de 1.062 a 1.395 millones de euros. Por su parte, Vivienda pasó de 324 a 373 millones de euros. En este último caso, no obstante, la conselleria todavía no estaba en manos de Podemos.