Mompó, dos años de presidente de la Diputación: reforzado en el PP y consolidado por… el PSPV

El PP valenciano consolidaba así el rotundo éxito que habían supuesto las elecciones municipales y autonómicas de 2023, que le permitieron alcanzar la presidencia de la Generalitat y recuperar alcaldías como la de Valencia. Con la presidencia de la Diputación, ese tres de tres permitía a Mompó, alcalde de Gavarda, suceder en la presidencia de la corporación al socialista Toni Gaspar.

Mompó (Gavarda, 1981), diputado provincial desde 2019 y alcalde de su localidad desde 2011, ha aprovechado el tiempo como presidente de la corporación provincial. Pese a las dudas que podía ofrecer su no demasiado amplia experiencia política, su perfil de hombre de partido y su capacidad de trabajo le han permitido consolidarse como uno de los valores de referencia del PP valenciano.

El dirigente popular ha renovado liderazgos locales en su partido, ha sabido mantener el pacto de gobierno con Ens Uneix y la colaboración con Vox, y se ha consolidado desde el 29 de octubre como uno de los más firmes apoyos del president de la Generalitat, Carlos Mazón. En el congreso nacional del PP del pasado fin de semana, el dirigente popular fue el único valenciano en la mesa que presidió el congreso.

A Mompó se le atribuía una convivencia complicada con el partido de Jorge Rodríguez, una formación que se define como progresista y que en no pocas ocasiones marca perfil propio en los debates de la corporación provincial. Dos años después, el acuerdo entre ambos partidos sobrevive, gracias al buenhacer de los dirigentes de ambas formaciones. Y especialmente, a los favores que llegan desde el socialismo valenciano.

El primer favor del PSPV a Mompó fue el que le permitió alcanzar en 2023 la presidencia de la Diputación. Ximo Puig, entonces aún líder del PSPV, decidió nombrar como portavoz de los socialistas valencianos en Les Corts a Rebeca Torró, natural de Ontinyent, y que había pasado de ser estrecha colaboradora de Rodríguez a dejarle abandonado cuando estalló el caso Alquería. El exdirigente socialista entendió el mensaje de Puig –con toda la intención de torpedear las opciones de Fernández Bielsa de alcanzar la presidencia de la corporación provincial- y pactó con el PP.

El nuevo favor de los socialistas lo ha capitaneado directamente Pedro Sánchez, que la semana pasada decidía situar a la misma Torró como recambio de urgencia de Santos Cerdán, en prisión provisional por el supuesto cobro de mordidas en la adjudicación de obra pública. La líder del PSPV, Diana Morant, que parecía querer impulsar una moción de censura contra Mompó, y para ello había iniciado un proceso de acercamiento hacia Rodríguez, ya ha acabado de convencerse de que, a corto plazo, la operación resulta implanteable.

El PP de Mompó cuenta con 13 diputados en la corporación provincial –la mayoría absoluta son 16-. La colaboración con Vox y el acuerdo con Ens Uneix es el que le permite sacar adelante iniciativas y presupuestos como el de 2025. Mompó, de hecho, sacó adelante esas cuentas sin votos en contra y con la única abstención de Compromís. Lo consiguió, eso sí, tras aceptar las peticiones del PSPV para elevar la cuantía del presupuesto provincial dedicado a atender los daños de la dana. Aún así, aprobar con tanta holgura las cuentas provinciales constituye un éxito político incuestionable.

El dirigente provincial, al que desde algunos ámbitos se ha llegado a señalar como una de las posibles alternativas a Carlos Mazón, mantiene un perfil propio en la corporación provincial, que le permite, por ejemplo, sostener posiciones nítidas de defensa del feminismo o del valenciano (se le ha visto acudir a actos organizados por Escola Valenciana) que su partido difícilmente sostiene en otras instituciones. Mompó ha jugado a ser un verso suelto en su partido, y esa es una de las claves que le ha permitido hacer coincidir piezas tan aparentemente contrapuestas como Vox y Ens Uneix.

Sobre la mesa, como posición de riesgo, el presidente de la Diputación tiene esa ILP que impulsa en Les Corts el partido de Rodríguez para rebajar el listón electoral al 3% provincial. De riesgo porque el PP no parece decidido a apoyar la propuesta, y porque la formación con sede en la capital de la Vall d'Albaida, referencia principal de la Unió Municipalista, ya ha advertido que tomaría como un casus belli el eventual rechazo a su propuesta –que por otra parte tampoco gusta en el PSPV-.

En las filas populares, de hecho, se da por descontado la posibilidad de que Ens Uneix rompa en algún momento su pacto con los populares, necesitado de marcar perfil propio para las elecciones de 2027. Pero ni siquiera ese escenario es tomado con una gran dificultad para Mompó. El dirigente popular ha tenido bastante con observar desde el Palau de Batlia como los socialistas valencianos competían por el liderazgo provincial, y como Bielsa se imponía al aspirante impulsado por Diana Morant, el alcalde de Ribarroja Robert Raga.

El impacto de la dana en los resultados del PP valenciano en los comicios municipales constituye una incógnita. Mompó, a diferencia de otros cargos de su partido, es de los que se ha implicado en primera persona, en las labores de gestión de la emergencia. Mompó estaba en el Cecopi el 29 de octubre y a él se le atribuye ese comentario («mandad el SMS de una puta vez») en alusión al aviso de alerta por el riesgo de rotura de Forata. El dirigente popular fue entrevistado en Salvados en relación con esa jornada y no tiene pelos en la lengua a la hora de valorar la gestión de Mazón o en interpretar los movimientos de Francisco Camps en el partido.

Esa franqueza, la naturalidad a la hora de abordar situaciones complejas, es la que ha servido a Mompó para consolidar su posición en el partido, con el que ha protagonizado algunos de los más grandes actos de movilización del PP regional. Con el respaldo inquebrantable de su fiel Reme Mazzolari, secretaria general del PP provincial, Mompó ha ido resolviendo algunos de los frentes que se le han abierto en la corporación provincial, relacionados con el área de Personal o con el secretario general de la institución.

Dos años después de su llegada a la corporación provincial, Mompó se siente más fuerte y más seguro que entonces. Los planes de inversión de la Diputación funcionan, su posición política es más fuerte y los problemas de corrupción en el PSOE le favorecen. El PP valenciano mira a su dirigente provincial, a la espera de que se despeje el horizonte político en el partido, porque Mompó tendrá mucho que decir.