La mitad de la ayuda del Gobierno a la Comunitat por el covid es un préstamo
Soler admite en una reunión con los portavoces que la Generalitat tendrá que pagar intereses por esos 650 millones
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, admitió ayer que 650 de los 1.303 millones de euros facilitados por el Gobierno central a la Comunitat Valenciana como ayuda financiera para hacer frente a la crisis sanitaria y económica del coronavirus corresponden a un préstamo del Tesoro por el que la administración autonómica tendrá que pagar intereses.
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Soler se pronunció en estos términos en el transcurso de una reunión por videconferencia que mantuvo con los portavoces de los grupos parlamentarios de Les Corts. Al titular de Hacienda se le preguntó por el desglose de la ayuda que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró hace justo una semana que había recibido ya la administración autonómica procedente del Ejecutivo central.
Ese día, Puig cifró en 1.303 millones los fondos recibidos, «casi el 60%» de las necesidades de liquidez para este semestre». Y destacó, en concreto, «una operación a tres bandas entre la Consellería de Hacienda, la Tesorería General del Estado y las entidades financieras para disponer ahora de 650 millones para los meses entre abril y julio».
En la nota de prensa difundida ese día no se ofreció más información al respecto. Pero ayer, preguntado por los portavoces de los partidos, Soler admitió que esos 650 millones responden a una operación crediticia. Poco después, a preguntas del portavoz del PP Rubén Ibáñez, el conseller reconoció que por ese dinero se pagarán intereses, aunque no llegó a concretar de qué magnitud.
Que buena parte del dinero teóricamente recibido de Madrid sea un préstamo no deja de resultar sorprendente. Porque esa cantidad constituye la parte fundamental de los 880 millones correspondientes a la liquidación del sistema de financiación autonómica del ejercicio de 2018 -y que se liquida dos años después, generalmente el mes de julio-.
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Lo que la administración autonómica solicitó, y Puig dio por conseguido, fue la llegada por adelantado de la mitad de esa liquidación -estimada en 1.850 millones de euros-. Inicialmente se anunciaron 925 millones aunque ayer el conseller Soler dejó esa cifra en 880. Y es de esos 880 millones de los que 650 no serían un adelanto como tal de fondos, sino un préstamo del que habrá que pagar intereses. Soler no aclaró si la fórmula elegida era la única forma de que la Comunitat Valenciana dispusiera ya de ese dinero, ni si posteriormente, cuando el Gobierno central abone a la Comunitat ese dinero -que es suyo porque forma parte de su financiación-, se podrá cancelar o no ese préstamo. Desde el Palau, horas después, se aclaró que el préstamo permite hacer frente a un vencimiento de deuda de junio y que, de no haberlo obtenido, la Comunitat tendría que pagar 13 millones de euros más.
El portavoz del PP, Rubén Ibáñez, consideró que Puig «tapa a Sánchez y engaña a los valencianos con más préstamos». «El adelanto del dinero que Puig anunció se ha convertido en un préstamo del que además vamos a tener que pagar intereses», lamentó. «Estamos ante un nuevo engaño de Sánchez y Puig a los valencianos y lo peor es que Puig ha callado,», dijo. Desde Compromís se destacó el hecho de que Puig reconozca que el único dinero extra que ha remitido el Ejecutivo central a la Comunitat para hacer frente al covid-19 sean 72 millones de euros. «El Gobierno no puede vender como una inyección de dinero extra lo que no lo es», señaló Aitana Mas. La formación nacionalista admitió que los préstamos «no nos aportan nada positivo, porque se generan intereses que tenemos que pagar». El portavoz de de Cs, Tony Woodward, advirtió de los resarcimientos que ha aprobado el Consell, de más de 500 millones, y que sumados a los 341 reconocidos como gasto generado por el covid-19 dibujan un incierto horizonte financiero para este ejercicio.
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