El Gobierno se cuelga de la imputación de Montoro para tomar aire tras el 'caso Cerdán'
El ministro para la Transición Digital, Óscar López, acusa al PP de vivir sobre «una montaña de corrupción» y siembra dudas sobre el poder judicial al mostrar su extrañeza porque en siete años de instrucción no haya habido una sola filtración
Como si se tratara de una venganza servida en plato frío. El PSOE llevaba mucho tiempo confiando en que el otoño judicial al que se ... enfrenta el PP, con varias macrocausas por corrupción pendientes de sentencia -Gürtel, Púnica, Lezo, Kitchen, Erial, Novo Carthago, el Campus de la Justicia de Madrid, la desaladora de Escombreras en Murcia...- , contribuyera a mitigar el desgaste que arrastra desde hace más de un mes por el estallido del 'caso Cerdán'. O al menos a que Alberto Núñez Feijóo no pueda beneficiarse de él. Pero la oportunidad de desquite ha llegado antes de lo esperado con la noticia, este jueves, de la imputación del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y los socialistas, pero no solo, se aferraron hoy a ella con voracidad.
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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz -que pese a sus críticas iniciales a la actitud de sus socios acabó avalando hace una semana la gestión de Pedro Sánchez frente al causa que ha llevado a prisión preventiva a su secretario de Organización, Santos Cerdán, y mantiene imputado por cuatro delitos al exministro José Luis Ábalos- remarcó que hay que acabar con corrupción en España «venga de donde venga», pero hizo hincapié en la «gravedad» del caso protagonizado por Montoro. «Eran corruptores los que hacían las leyes para beneficiarse de ella (...) Nada más y nada menos que el ministro de la austeridad y los recortes azotando a través de la corrupción las arcas del Estado», dijo.
El discurso oficial en el PSOE siempre fue que ha sido el de que el «y tú más» no da réditos a la izquierda, pero la tentación de salir en tromba para denunciar la baja catadura moral de su principal adversario política, tras casi un mes de zozobra interna por lo que presentan como una «traición» de dos de sus principales dirigentes, fue demasiado fuerte. «Es una vergüenza, la montaña de corrupción sobre la que ha vivido y sobre la que vive el PP, y verlo hoy echando balones fuera», recriminó el ministro para la Transformación Digital y líder de los socialistas madrileños, Óscar López.
López también aprovechó para volver a insinuar, una vez más, que su partido está siendo víctima de una campaña orquestada por la derecha y la ultraderecha, a través de sus tentáculos judiciales y mediáticos, mientras al PP se le protege. «Hoy hemos conocido un caso que lleva años de investigación ¿Dónde están las filtraciones? -dijo- ¿Qué ha pasado? ¿Solo se filtran cuando son de un lado?». «Ahora resulta que es que muchos periodistas sabían, que es que les había amenazado Montoro con subirles el IVA o hacerles una inspección», añadió.
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En la misma línea, se manifestó el ministro de Transportes, Puente. «¿Decretarán el ingreso en prisión de Montoro y su equipo? ¿O no hay riesgo de destrucción de pruebas o de influir en sus clientes para que las destruyan? -dijo buscando la comparación con la decisión del juez Leopoldo Puente de mantener, desde hace semanas, a Cerdán en prisión provisional sin fianza- ¿Cesará Feijóo a los colaboradores a los que fichó y que hoy han sido imputados? ¿Está el PP promoviendo el expediente de expulsión de Montoro?».
Una de las principales estrategias de defensa del PSOE es, precisamente, la de poner de manifiesto que, aunque en todos los partidos pueda haber corrupción, Sánchez ha actuado siempre de manera «contundente». Y esa fue también la idea que hoy martilleó la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien exigió al PP que rinda cuentas, por un caso que, apuntó, confirma un patrón. «Un ministro más, de todos los que ya hemos conocido de los gobiernos de José María Aznar, que pasan por los tribunales», resumió.
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Tanto Montero, como López, como Puente, se pronunciaron antes de que el PP anunciara al mediodía que el propio Montoro ha decidido ya renunciar a su condición de afiliado. Un paso, que según asegura el partido, se produce tras acordar anoche el Comité de Derechos y Garantías del partido abrirle un procedimiento. Pero en Ferraz no solo apuntaban a la cabeza del exministro. Junto a él, el juez instructor ha imputado a varios miembros de sus equipos en el Ministerio por supuestamente beneficiar con cambios legislativos a empresas gasistas que pasaban por el despacho de abogados Equipo Económico, fundado por Montoro.
«Algunos pensarán que Montoro es pasado. Pero también es presente del PP: hace apenas dos años, Feijóo recuperó a su núcleo duro para reforzar su equipo económico. Entre ellos destacaba Miguel Ferré, hoy imputado. Un lince el líder de la oposición», ironizó Ferraz en un comunicado. «El Partido Popular no ha cambiado. Porque llevan la corrupción dentro. Ni ha roto con su pasado, ni ha asumido responsabilidades», añadió. Ferré, sin embargo, no está, según el PP, afiliado a la organización.
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